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«Una Amante Por Contrato»

«Una Amante Por Contrato»

Status: Terminada
Genre:Completas / Amor prohibido / Dominación / Traiciones y engaños / Romance entre patrón y sirvienta / Esclava / Sirvienta / Venderse para pagar una deuda / BDSM / Romance de oficina / La mimada del jefe / Mujer despreciada / Casada con el millonario
Popularitas:1.9M
Nilai: 4.6
nombre de autor: Ana de la Rosa

Un deseo por lo prohibido

Viviendo en un matrimonio lleno de maltratos y abusos, donde su esposo dilapidó la fortuna familia, llevándolos a una crisis muy grave, no tuvo de otra más que hacerse cargo de la familia hasta el extremo de pedírsele lo imposible.

Teniendo que buscar la manera de ayudar a su esposo, un contrato de sumisión puede ser su salvación. En el cual, a cambio de sus "servicios", donde debía de entregársele por completo, deberá hacer algo que su moral y ética le prohíben, todo para conseguir el dinero que tanto necesita...

¿Será que ese contrato es su perdición?

¿O le dará la libertad que tanto ha anhelado?

NovelToon tiene autorización de Ana de la Rosa para publicar essa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.

Capitulo 10

Ella lucia triste, sus ojos hinchados y su cuerpo decaído, mostraban su estado de ánimo. No obstante, aun así, era preciosa.

— Puedes acercarse, señora.— dijo Alfred.

Ella se acercó a Alfred, ignorando por completo a Yeikol. Era la decisión más difícil de su vida.

— Acepto.

— Acepta ser…

— No tienes que repetir esa palabra.— interrumpió Muriel a Alfred, y continuó hablando. — Haré lo que me pidas, pero necesito un adelanto de dinero. Mi esposo está en el hospital y requiere una operación de emergencia.

Yeikol escuchó cada palabra. Era evidente que ella estaba pensando por un mal momento.

— Señora, no es tan fácil. Tienes que leer y firmar un contrato.— explicó Alfred.

— Dale dinero, y entrégale un teléfono para que se pueda comunicar conmigo, cuando esté lista.— dijo Yeikol y salió de la oficina, malhumorado por la indiferencia de Muriel.

Alfred llegó a un acuerdo con Muriel, y le depositó un millón de dólares.

Cinco días después.

Noah se estaba recuperando satisfactoriamente. La operación había dado bueno resultados.

Muriel, sentada en una silla, mirando a su esposo, quien ya empezaba a hablar con normalidad, y mostraba buen semblante. Recordó el contrato que debía firmar. Para ella, era el principio del fin.

— ¿En qué piensas?— preguntó Noah.

Ella se acercó a él, y le agarró la mano.— Estoy feliz. Gracias a Dios, te estás recuperando pronto.

Él hizo un gesto de dolor mientras intentaba acomodarse.

— No te esfuerces. — dijo Muriel.

— De qué sirve que me cuide, si tengo que volver a prisión y ahí no serán amables conmigo.

La señora Beatriz, entraba a la habitación, y escuchó lo que dijo su hijo, comentó despreocupada. — Quién digo que vas a volver a prisión. Gracias a tu esposa, volverá a casa.

Muriel la miró de reojo. Si tan solo supiera cuál era el pago por la vida de su hijo, y su libertad.

Noah sonrió y miró a su esposa, emocionado.— ¿Eso es cierto amor? Qué generoso es tu jefe.

Muriel caminó hacia la puerta, necesitaba tomar un poco de aire fresco.— Sí, mi jefe es muy generoso.— dijo antes de salir.

Ella sentía que su mundo se venía hacia abajo. Como podía dejar que otro hombre la tocara. No quería pensar en lo que se avecinaba, pero el sonido del teléfono que le entregó Alfred, la hizo pisar tierra firme.

Ella contestó y únicamente escuchó la parte en la que el asistente de su jefe, preguntó; — Señora Brown, ¿ya estás lista?

“¿Lista? Jamás voy a estar lista”. — se respondió a sí misma. Pasó aproximadamente un minuto antes de responder. Quería que fuera una pesadilla, pero la voz de Alfred sonaba muy real.

“Señora, espero su respuesta”

“Sí, dígame que tengo que hacer”

Alfred le dio la dirección de un hotel, el número de habitación, y la hora.

Muriel sabía que debía cumplir con lo acordado. No tenía opción, y tampoco podía obviar el hecho de que ya había recibido dinero. “¿Por qué en un hotel? ¿Acaso no podían elegir otro lugar?”— se preguntó la joven.

Ella volvió a la habitación, y le dijo a su esposo. — Amor, nos vemos al rato. Tengo algo que hacer.

— ¿A dónde vas a esta hora?

— Hijo, Muriel, tienes algunas cosas pendientes que resolver, pero cuando tú vuelvas con nosotras, todo volverá a la normalidad. ¿Verdad, Muriel?

La joven la miró, y deseó que fuera así.— Sí, así es.

A la hora acordada, ella se presentó en el hotel. Era un hotel cinco estrellas, muy lujoso. Preguntó en recepción, en que piso quedaba la habitación 201. La recepcionista le dio la información y ella le dio las gracias.

Subió al ascensor, y sentía que le faltaba el aire. Sentía una mezcla de ira, lástima, y autodesprecio.

Estaba frente a la habitación. Respiró profundamente. Nerviosa y a punto de llorar, tocó la puerta.

Alfred le abrió, e hizo una reverencia.— Bienvenida, señora. Pase adelante.

Ella entró lentamente y miró todo el espacio. Pudo ver a Yeikol sentado, como de costumbre, en silencio. Mirándola fijamente, con una postura de estar esperando una reacción de su contrincante.

— Puede sentarse, señora. Estamos aquí por seguridad. Como sabes, todo es estrictamente confidencial.— dijo el asistente.

Muriel se acomodó en el sofá. Los latidos de su corazón eran acelerados. Su nerviosismo era evidente y sus ojos cristalizados mostraban miedo.

Alfred dedujo la angustia y temor de la mujer, y para que se relajara le ofreció un trago de whisky.

— Mucha gracia, señor, pero no consumo alcohol. ¿Sería tan amable de regalarme un vaso de agua? — Muriel observó a Yeikol, como podía estar tan relajado.

Alfred amablemente le tendió la mano con el vaso de agua. — Señora, puede leer el contrato con detenimiento.

Ella se tomó un sorbo de agua. Realmente, tenía la garganta seca.

Alfred sacó el contrato del maletín, y se lo entregó a la joven. La carpeta tenía más o menos nueve páginas. Sin duda, tenía muchas cláusulas.

Muriel volvió a tomar agua y procedió a leer.

Al principio del documento, estaba la fecha, la dirección, y el nombre completo de la mujer. Seguido del nombre de la contra parte, y el tema acordado.

Luego estaban las cláusulas.

1; No hablar del contratante bajo ninguna circunstancia.

2; No crear vínculo con el contratante.

3; No negarse a cumplir ninguna petición.

4; No derramar lágrimas.

5; No expresar palabras obscenas.

6; Estar disponible, sin poner objeciones.

7; No hacer preguntas.

8; Si tiene pareja sentimental, no quedar embarazada durante el año que dure el contrato.

9; No comunicarse con el contratante.

10; No tocar, ni besar al contratante.

Había más cláusulas, pero eran irrelevantes.

Muriel leyó las cláusulas, pero había algunas que no entendía, y le preguntó a Alfred.— Me puedes explicar la cláusula número 2.

— No puedes sentir ningún tipo de afecto por mi señor.

Ella miró a Yeikol con desdén.— Créame que nunca sentiría algo con alguien que me use a su voluntad.

1
Gabriela Carina Leañez
Excelente
Candelaria Cantillo
De acuerdo con tú comentario Ana de la rosa el final no fue el correcto para una historia tan hermosa le faltó más le faltó La gran boda más momentos dé felicidad juntos pero mí querida Escritora 👏👏☺️👏👏👏👏👏👏👏☺️❤️☺️☺️ ❤️ eres excelente escribiendo que Dios te siga bendiciendo
Camilber
me disculpo por decir palabra en contra de Milena.
ella asume su derrota con madures.
Camilber
wao me deja sin palabras este capítulo leído
Camilber
el hijo de Muriel si el propio hijo de yeikol, el de Milena sabrá Dios de quien será
Camilber
ja para mi haber ese hombre Noah camina a escondidas de Muriel.v
Camilber
esta yeikol se va a enamorar de Muriel
Camilber
muriel va aprender después de tanta agonia que está viviendo en estos momentos, y no creo mucho que la esposa de richarson sea muy sumisa
Candelaria Cantillo
Está Súper emocionante con Milena no tiene problema ella le va a dar el divorcio y con el desgraciado del Noah no más con ofrecer le una buena cantidad de dinero enseguida acepta
Candelaria Cantillo
Jajajaja Muriel el solito se enteró que estás embarazada
Candelaria Cantillo
Yo té felicito por está hermosa historia 😊muy diferente a las que eh Leído y también quiero una mini historia con Milena ☺️❤️
Candelaria Cantillo
Ufff que se traerá está mujer debe estar que se la lleva el diablo por dentro pero espero por favor Escritora que a Muriel y a su bebé no les pase nada
Candelaria Cantillo
y la Milena que dejé tanto dramatismo porque si ella hubiera querido su bebé no lo hubiera puesto en riesgo
Candelaria Cantillo
No estoy dé acuerdo con Muriel de decir que el no va a saber nunca de su hijo
Magdalena Petrazzini
Felicitaciones escritora, es muy linda tu historia y fue un placer leerla, y te digo si me encantaría que Milenia encuentre el verdadero amor y pueda tener un hijo.
Te deseo muchos éxitos en tu próxima novela😘🌹❤️🫶🤗⭐⭐⭐⭐⭐👏👏👏👏👏👏👏👏
Magdalena Petrazzini
Excelente
Candelaria Cantillo
Ella no se cuido si le dolía el vientre de lógica tenía que acudir al médico pero prefirió irse a trabajar como si a ella le hiciera falta dinero siendo esposa de un millonario y ella también es adinerada
Adriana Caturelli
muy buena tú novela,felicitaciones así me gustan una
uy buena narración.
Candelaria Cantillo
Éste capítulo me dejó con una tristeza 😭😭😭😭😭😭😭😭😭 me siento mal a las 12 y 22 minutos a m todo por esta pareja de enamorados y también por mí querida Escritora
Candelaria Cantillo
Ollé pareciera que Milena anduviera persiguiendo a Muriel
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