Una novela romántica, que relata los infortunios de Sofia, quien reencarnara como Maribel, en una novela romántica que odia. Ella sólo quiere vivir pacíficamente,¿lo logrará?
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Capítulo 7
Capítulo 7
Pasaban mis días, me propuse vivir en paz, por lo que al comienzo solamente mi único esfuerzo era leer en la biblioteca y cuando me aburría comenzaba a escribir mis novelas favoritas, en este mundo no hay variedad de novelas románticas, por lo que explotaré mi talento, no es que yo pueda crear novelas, simplemente tengo una memoria impecable, recuerdo cada uno de las historias de amor que leí. Sé que es plagio, pero no creo encontrarme con ningún autor, de mi otra vida aquí.
Una tarde caminaba por la mansión y se me ocurrió ver el entrenamiento de los caballeros que pertenecen a la familia, si bien es un territorio pequeño, mi padre tiene un grupo de caballeros que le son leales.
Me acerqué a la ventana por la que pasaba, que justamente daba al campo de entrenamiento de los soldados, donde veo que también están aquellos dos hombres que siguieron mis órdenes el día que saque a la doncella de mi hermana.
Mientras observo el entrenamiento, me doy cuenta que no es tan como creía al comienzo, que solo entrenan con la espada, puedo ver también algunos soldados que usan el arco y otros que practican el combate cuerpo a cuerpo.
Al ver esto, me trae recuerdos de mi vida anterior, específicamente del orfanato en el que vivía, los entrenamientos, a excepción de la espada, son iguales.
Un brillo de audacia se vio reflejado en mis ojos, es una época donde es fácil que hagan con las mujeres lo que quieren, tengo la suerte de estar bajo la tutela de un buen hombre como mi padre, algo torpe en su paternidad, pero considerando la época en la que estamos, no podría echarle toda la culpa, bastante rompió los esquemas con los que fue criado.
Pues, estuve averiguando la historia de mi familia, resultó que mi padre viene de una familia de Duques, era el primogénito, heredaría todo y como se reveló contra sus padres, ya que deseaban que se case por un arreglo político y que tome a mi madre de concubina, si la quería. Este hombre torpe se fue lejos con unos ahorros que había hecho en privado y armo su propia familia, el emperador le tenía aprecio, ya que se conocían desde pequeños, luego de ver como construyó sus negocios de a poco, lo ayudó mucho e incluso le dio el título de Barón, que hoy posee.
Mi padre fue muy bueno en los negocios, hasta el día que falleció mi madre, por lo que calculo que la que realmente se ocupaba, era ella. Luego de su muerte, se casó con esta mujer que no tenía honor ni título, creyendo que me cuidaría, ya que la saco de la mala vida. También me enteré que mi hermana, no es mi hermana de sangre, la mujer la trajo con ella, cuando se casó con mi padre, él juró darle lo mismo que a su propia hija y la querría de la misma forma. Por lo que es un hombre de palabra, ya que no abandonó a la niña, cuando otro hombre se hubiese desecho de las dos.
Al saber cómo es mi padre, me dirijo a su oficina, como se me hizo costumbre irrumpo en su lugar de trabajo, pues él nunca me regañó, aunque más de una persona me ha llegado a mirar mal, pero es una costumbre que no puedo sacarme. Ya entendió que si entro así, es porque vengo emocionada por algo o a regañarlo, sino suelo ser educada y golpear.
-¡Padre, Padre!-
-¿Qué pasa cariño?-
-Quiero entrenar con los soldados-
-¿Qué?-
-Piénsalo, tanto mi hermana como yo, podemos estar en peligro en cualquier momento, ¿no sería mejor aprender a valernos por nosotras mismas?-
-Pero para eso estoy yo, para protegerlas-
No quería recurrir a esto, pero… pongo mi cara de pobre niña desamparada y mirándolo fijo a los ojos
-Pero padre, de la madre de mi hermana no pudo hacer nada hasta que casi no vivo para contarlo-
Mi padre suspiro profundo y sabía que era una discusión que no ganaría, por lo que llamó a su mayordomo y le ordenó que avise al comandante de sus tropas, que debían enseñarnos todo lo que podamos aprender, sin que nos esforcemos mucho.
Fui corriendo a buscar a mi hermana, quien estaba terminando sus clases de matemática.
Cuando llego veo al profesor, era diferente al que imparte mis clases, el que me educa, no solo me da matemáticas, sino historia, geografía, literatura, economía y arte. En realidad antes del accidente, el profesor solo se limitaba a dar lo básico, pero esta emocionado con lo rápido que aprendo, por lo que comenzó a aumentar poco a poco la exigencia.
Espero a que salga y le grito
-¡Hermanita!-
Mi hermanita se encoje de hombros y me mira asustada, la tomo de la mano
-Ven vamos con los soldados, vamos a aprender cosas interesantes-
-¿Qué? Pero padre no nos deja que nos acerquemos a los soldados-
-Pues a partir de ahora si podremos, ven vamos, nos enseñarán a pelear-
-¿Por qué necesito aprender a pelear?-
Me giro y la miro a sus grandes ojos celestes, mientras esbozo una sonrisa
-Porque es divertido-
No dijo más nada solo corrió tras de mí. Al llegar al campo el comandante se vio sorprendido por el pedido de mi padre
-Buenas tardes señorita-
Hace una pequeña reverencia y vemos que los soldados que estaban cerca hacen el mismo gesto, por lo que respondemos con una reverencia.
-Mi padre ya les mando a avisar que nos daría clases-
-Así es, espero que me avisen cuando estén cansadas-
-Así lo haremos-
Por lo que nuestros días entrenando comenzaron, mi vida fue así sencilla, procuraba desaparecer de la vista del Duque Borní cuando visitaba a mi padre, ya que su hijo será uno de los perros de la protagonista y no quiero verme involucrada, lo malo que lo visita seguido ya que son amigos de la infancia y tienen negocios juntos.
Estoy criando a mi hermana con mucho amor y le enseño todas las cosas necesarias para defenderse, es más planeo hacerla heredar a ella el título de mi padre, ya que prefiero ser la sombra que maneja, a la cara visible. Eso me daría más tiempo para seguir mis días pacíficos.
Todo marcha bien….