La Villana Y El Príncipe De Las Rosas.

Veronika observa como los pétalos la rodean y no duda en atrapar algunos, era sorprendente como esas pequeñas y frágiles cosas pueden en realidad causar daño, sin duda la magia de Cassian era hermosa y letal.

Veronika deja ver una sonrisa ladina y al momento de extender los brazos, una especie de ventisca se deja sentir expandiendo los pétalos lejos de ella, Cassian no esperaba ese ataque y en la distracción ve como la albina comienza a correr en dirección de la salida de aquel jardín. Cassian no duda en perseguirla, yendo por otro camino y al tenerla a la vista, salta para alcanzar su brazo, pero esto solo causa que Veronika se sorprenda y debido a esto tropieza.

La chica sostiene con fuerza el brazo a Cassian y la jala con ella. Ambos ruedan por la pequeña colina que hay al salir del jardín adentrandose entre los arbustos que afortunadamente no son las plantas de la rosas. Al final Cassian había quedado abajo de la chica y ella estaba montada sobre él cuando se reincorpora.

—¡carajo! — se queja Veronika.

Estaba por reclamar a Cassian, pero nota que hay alguien cerca y al levantar la vista, una bella mujer de cabello dorado y profundos ojos azules la mirada con curiosidad. La rubia baja la mirada, detallando aquella escena, la falda de Veronika estaba levantada, dejando ver sus piernas y su mano estaba sobre el pecho de Cassian, tocando directamente su piel ya que por la caída, la ropa se había desgarrado. Cassian observa a la mujer delante de él y sonríe.

—que gusto verla, madre...— ríe nervioso.

—¿madre?, ¿la r-reina?— balbucea Veronika.

—no es que estemos en desacuerdo con que haya una relación, pero, no creo que el jardín sea el lugar adecuado para expresar su afecto.— comenta una voz masculina.

A lado de la mujer rubia, estaba un hombre de cabello oscuro y ojos dorados, quien solo sonríe divertido ante aquella situación. Veronika al escuchar sus palabras baja la mirada observando el estado en el que se encuentra, así que rápidamente se aparta y acomoda su vestido haciendo una reverencia.

—me disculpo majestades, no es lo pueden llegar a creer, todo es un malentendido.— se excusa Veronika.

Cassian se reincorpora para sentarse sacudiendo su cabello.

—lo lamento padres, pero ustedes también fueron jóvenes y ya saben, la pasión se desborda en donde sea.— se encoge de hombros.

—¡¿que?!, e-eso no es así...no mienta alteza.— reclama Veronika.

Cassian solo le sonríe con burla, mientras que la chica le aprieta el brazo pidiendo que diga la verdad.

—señorita Silverless, ¿cierto?— pregunta Valerian.

—así es su majestad y lamento que al volver a verla sea en esta clase de situación...vera...

—no se preocupe, como dijo su majestad el rey, entiendo que sean jóvenes, pero espero no se deje llevar por la rebeldía de mi hijo, en cuanto a su relación, no debe preocuparse, no tengo porque intervenir en las decisiones de mi hijo, a menos que estas sean malas, lo cual no parece ser el caso.— Valerian se veía tranquila, sin enojo.

Veronika pudo notar la expresión serena de la reina y no había señal de desprecio de su parte, pero ahora, ¿como explica esa situación tan bochornosa?, lo peor de todo es que los reyes parecen creer que ella y Cassian están en una relación. Veronika ya no pudo decir más, solo escucha como Valerian reprende a Cassian por hacer esa clase de "actividades" en el jardín donde todos podrían verlos, que lo más apropiado sería hacerlo en una habitación donde ambos puedan tener la privacidad que corresponde y sin más, los reyes se marchan, y Veronika no pudo explicar nada.

Cassian se veía bastante divertido por aquel momento y se notaba por la gran sonrisa en sus labios, sonrisa que en ese momento, Veronika desearía borrar de un puñetazo, pero, hacerlo la llevará al calabozo, lo cual no desea, porque lo único que quiere es irse del palacio. Sin decir nada, fulmino a Cassian con la mirada y se dio la media vuelta para regresar a la residencia, quiere comer algo y después encerrarse en su habitación por lo que resta del día, nunca en su vida había pasado tanta vergüenza, ahora los reyes creen que es la amante de Cassian.

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—debería hablar con el Barón Silverless, decirle que Cassian sería perfecto como esposo de su hija...— comenta Callisto.

—no aceptaría algo así, por algo envió a su hija como candidata, además acordamos que nada de matrimonios forzados para nuestros hijos...— responde Valerian.

—lo sé, solo era una sugerencia, aunque es inesperado, a nuestro pequeño le gustan mayores.—

Callisto ríe un poco por su propio comentario y comenta que fue divertido ver aquella escena, por supuesto ellos vieron cuando los dos chicos cayeron, solo fue divertido jugar esa pequeña broma a la joven, aunque el regaño a Cassian fue real, pues no sería justo si alguien más lo viera, porque la reputación de la joven es la que quedaría manchada.

—la diferencia no es mucha, y Cassian es mayor de edad.— abre una carpeta donde viene la información de Veronika, la chica tiene 22 años, mientras que Cassian 19.

Si no fuese por la nueva ley, esa pobre chica seguramente ya estaría casada con cualquier hombre que incluso le triplicara la edad, pues desde hace ya un tiempo, Valerian logró que la corte aprobara que ninguna mujer puede ser obligada a casarse mientras no pase de los veinte años, si la familia la obliga a un matrimonio teniendo menos de veinte, estos serán juzgados por prostitución un crimen que humillaria a toda la familia y llevaría a los padres o abuelos a la cárcel, aunque los ministros estaban en contra de aquel castigo severo, Valerian no se mantuvo firme ante su decisión. Y en cuando a los matrimonio arreglados, los jóvenes deben conocerse primero en un lapso de un año y si estos no terminan por gustarse, matrimonio no se lleva a cabo. Por supuesto al inicio la mayoría pensó que ambas leyes eran absurdas, por lo que no las cumplieron y esos hombres acabaron en prisión por desafiar a la reina.

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Otra mañana llegó, las cinco jóvenes estaban en la biblioteca escuchando la clase de historia y política, pues era importante que la futura reina tuviera conocimiento al respecto. Veronika solo anota algunas cosas, pero ya estaba aburrida de escuchar las clases.

Tras una larga y eterna hora, finalmente las clases han acabado, aunque deben esperar en sus lugares porque pronto comenzaría otra. Marion presume ente las Irem y Lina, que ella dejo impresionada a la princesa Tamara por su talento en la magia, contrario a Veronika que solo se escapo para coquetear con el segundo príncipe. Larisa escucha preocupada por las palabras de Marion, y se acerca a Veronika.

—solo ignora sus palabras, lo dice para hacerte enojar.— le aconseja.

—deja que hable, esta celosa porque a ella, ni el segundo, ni el primero le harán caso.— comenta con toda intención de ser escuchada.

Marion se pone de pie golpeando su escritorio con las manos. Pero antes de decir algo más, el siguiente profesor había llegado, este se encarga de darles clases de economía. Las chicas tomaron sus lugares, pero Marion estaba molesta por las palabras de Veronika.

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