El Renacer De Una Tirana.

Al salir del restaurante, Misha le pidió a Roxane subir a su auto, pues la llevará a un lugar "interesante", Roxane no dudo en subir y conforme el auto avanza, van saliendo de los límites de la ciudad, llegando a un área donde solo se veían bodegas abandonadas, hasta detenerse ante una.

Al bajar, había un par de hombres cuidando la entrada y estos no pueden evitar ver a la chica que venía con su jefe, Andrei solo les hace una seña para que no digan nada, mientras que Misha le pide a Roxane seguirlo dentro. Al lugar parecía digno de una guarida de un demonio, al menos, eso pensó Roxane, pues en su mundo, estos solían esconderse en esa clase de sitios abandonados, incluso se pueden escuchar algunas voces murmurando en el lugar.

—¿asustada señorita?— pregunta con burla Misha.

— tigrillo, he visto y estado en lugares peores que este.— responde.

Misha solo sigue su camino hasta llegar ante una puerta, al abrirla, estaban dos hombres de rodillas, atados con las manos hacía atrás y se veían golpeados, cerca de ellos, estaban cuatro hombres de vestimenta común, pero llevaban en su cintura un arma, estos al ver a Roxane se sorprenden, así que Misha les dice que solo es una amiga que ha venido a observar.

—¿que es lo que ellos hicieron?— pregunta Roxane.

Misha le hace una seña a sus hombres para que respondan.

— r-robaron un cargamento importante y se lo dieron a alguien más, pero no quieren decir a quien.— responde. — ya hemos amenazado incluso su vida, pero no dicen nada.

—¿su vida?— ríe.— ellos saben que si hablan o no, estarán muertos.— se encoge levemente de hombros.

Los hombres se miran entre si sorprendidos por las palabras de la chica, incluso Misha no esperaba una respuesta así y menos ver a Roxane tan tranquila. Los prisioneros simplemente mantienen la cabeza hacía abajo, escuchando atentos y si, era justo como Roxane decía, ellos saben que aunque hablen, sus vidas están acabadas.

— jefe, ¿que hacemos?, si no hablan esa carga de pierde y no podremos reponerla para el día de entrega.— menciona Andrei.

— busquen con quien se han visto estos últimos días, revisen cámaras de seguridad, cuentas de banco, viajes, todo.— responde Misha.

No puede creer que hayan sido tan descuidados con una entrega tan importante y de gran valor. Roxane por su parte, observa a esos dos hombres que permanecen de rodillas.

— deberían de traer a su esposa, madre, hermana o hijos, arranquen sus dientes uno por uno ante ellos, si sienten un poco de empatia por su sangre, hablarán.— comenta Roxane.

Los dos hombres levantan la mirada mientras que sus cuerpos parecen temblar, por su parte Misha y los otros en esa habitación se sorprenden por las palabras de Roxane, pero al parecer, ha captado la atención de ese par de traidores.

—n-no por favor...mis hijos no...— balbucea uno.

— ¿por qué no?, el linaje de los traidores debe ser extinto o más traidores nacerán, el mundo no los necesita.— responde Roxane mirando fijamente a los ojos de aquel hombre.

Este puede sentir un escalofrío ante esa mirada dorada, incluso sentía una presión en su pecho y su cuerpo temblaba ante la presencia de esa mujer.

— po-por favor...no importa mi vida, pero no le haga daño a mis hijos, son unos niños...—

— ¿eso importa? No son míos y lo que no es mío, no me importa.— ríe.

— lo diré...hablaré...pero no toque a mis hijos...— suplica.

— habla...¿quien te pago para robar el cargamento?— pregunta Misha.

— f-fue Smith...él lo tiene...— responde.

— buen chico.— menciona Roxane.— y tus hijos estarán mejor sin ti, que los expone el peligro.

Roxane sujeta del cuello al hombre y aprieta con fuerza, este se queja y el otro a su lado, se espanta al ver lo que la joven hace, incluso Misha y sus subordinados se han pasmado ante esto, Roxane sonríe cuando escucha el crujido del cuello al romperse dejando que la vida de aquel hombre se escape.

— había olvidado el extasis que se siente al quitarle la vida a una escoria.— observa su mano y cierra el puño mientras sonríe con malicia.

— si pretendía asustarla, me temo que el asustado soy yo...— murmura Andrei a Misha.

Incluso puede ver que los cuatro subordinados se han quedado blancos ante la crueldad de Roxane. Misha, no era la excepción, aunque más que asustado, estaba impresionado, ha conocido mujeres que se mueven en esa clase de ambiente, pero ellas no llegan a ese nivel de crueldad, al ser mujeres, la mayoría evita lo relacionado con asesinar directamente o usar métodos tan crueles como amenazar a los hijos de sus víctimas, ya que suelen tener empatia por los niños.

— ya escucharon...averigüen donde tiene Smith mi mercancía.— ordena Misha.

Roxane se acerca al pelirrojo con una gran sonrisa.

— ha sido una noche emocionante, debo decir, la mejor cita que he tenido en mi larga vida.— pasa su mano sobre el pecho de Misha.

Misha se sobresalta por el roce de las manos, esa misma que ha roto el cuello de aquel traidor. Misha sujeta la mano observando fijamente esta, se veía tan delgada, suave y delicada, ¿como puede romper el cuello de un hombre tan fácilmente?, esa mujer ante él, era un verdadero misterio.

— Andrei te llevará a casa.— responde.

— deberías llevarme tú, podríamos terminar la noche con mi cama.—

— no estoy de humor.— niega.— Andrei, llévala.

Andrei le pide a Roxane seguirlo y así lo hace, ya tendrá otra oportunidad de tener al pelirrojo en su cama otro día, por el momento se da por bien servida ya que la trajo a un evento muy divertido.

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Zarina llego muy temprano a la oficina para saber como le había ido a Roxane en su cita o más bien estaba preocupada de que ese hombre no le haya hecho daño, sabe que Roxane suele ser una mujer conservadora, por algo siempre le pidió a Scott esperar hasta la boda. Al entrar a la oficina, Roxane se veía bien, tranquila y trabajando como si nada.

—¿y bien?, ¿como estuvo la cita?— pregunta directamente.

— la mejor que he tenido en mi larga vida.— sonríe.— ahora más que nunca, quiero tener a ese tigrillo.

En la mirada de Roxane se podía ver la emoción que sentía, quería formar parte del mundo que rodea a Misha, pues era un nuevo desafío y eso, a ella le encanta.

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