El Albor De Los Desalmados: Crónicas De Una Ciudad Perdida*

En lo alto de las montañas, donde el frío cortaba la piel y el aire escaseaba, se encontraba la base de "Los Perros", un grupo que emergió de las cenizas del apocalipsis.

^^^Esta fortaleza improvisada no era más que una antigua prisión abandonada, rodeada por un muro caótico de tablas de madera, troncos cortados a mano, y retazos de metal oxidado. Al caer la noche, la luz artificial iluminaba el perímetro, sirviendo como la única advertencia para los intrusos que osaran acercarse.^^^

^^^La prisión, con sus altos muros de piedra y barrotes corroídos, albergaba un pasado oscuro. Antes de ser ocupada, estaba infestada de zombis, reclusos que murieron durante los primeros días del brote.^^^

 Las historias decían que los muertos vivientes fueron exterminados, sus cuerpos quemados en hogueras nocturnas que aún impregnaban el aire con el olor a muerte.

Sin embargo, la sensación de que algo maligno persistía entre esas paredes nunca desaparecía del todo.

Los "Perros" habían encontrado aquí su refugio, liderados por un hombre tan frío como las cumbres nevadas que rodeaban su base.

Su nombre verdadero se había perdido, pero todos lo conocían como "El Anfitrión". Era un maestro de la manipulación, alguien que sabía cómo fingir empatía mientras utilizaba a los demás para sus propios fines. Bajo su mando, el grupo había crecido a 20 miembros sin incluir a los niños, cada uno más endurecido y desconfiado que el anterior.

...("EL Anfitrión")...

^^^El Anfitrión se movía por la prisión con la calma de quien se siente dueño del lugar. Sus ojos, siempre alerta, observaban cada rincón, cada gesto de sus hombres, buscando cualquier signo de debilidad o traición.^^^

 Sus aliados lo respetaban, algunos incluso lo temían, pero ninguno sospechaba que eran simples peones en su juego. Cada acción que tomaba estaba calculada, cada palabra medida para mantener el control sin revelar sus verdaderas intenciones.

^^^Fuera de las murallas, el mundo se había convertido en un infierno. Las ciudades cercanas eran trampas mortales, habitadas por supervivientes que se habían vuelto tan peligrosos como los zombis.^^^

Había hombres y mujeres que fingían necesitar ayuda, solo para atraer a los incautos y asesinarlos por sus provisiones.

^^^Bandas de mercenarios recorrían las carreteras, gente que había dejado atrás cualquier vestigio de humanidad y era capaz de cualquier atrocidad, incluso de comerse a un bebé vivo si era necesario para sobrevivir.^^^

^^^Aún quedaban destellos de humanidad entre los escombros. Algunos grupos pequeños, escondidos en los lugares más improbables, mantenían la esperanza de reconstruir algo parecido a la sociedad.^^^

... Eran personas que todavía creían en la bondad, que compartían lo poco que tenían y ayudaban a los necesitados, aunque eso les costara la vida. Estos eran los verdaderos héroes en un mundo donde la línea entre el bien y el mal se había desdibujado casi por completo....

...🌀...

^^^El Jefe de los "Perros, el Anfitrión" sabía de ellos, pero para él no eran más que soñadores condenados. En su mente, el apocalipsis había redefinido las reglas del juego, y solo los más fuertes, los más despiadados, tendrían alguna oportunidad de sobrevivir.^^^

Mientras el frío azotaba las montañas y las noches se volvían cada vez más largas, "Los Perros" seguían preparándose, acumulando recursos, esperando el momento en que el Jefe decidiera que era hora de hacer su jugada.

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Etham Voss, un hombre de 26 años con una personalidad reservada, es el novio de Ali Rredington. Su cabello es rizado y de un vibrante color azul, al igual que el de Ali, lo que crea una conexión visual y simbólica entre ellos.

^^^Ethan es callado y distante con personas que no conoce o en quienes no confía, pero en un ambiente de confianza, muestra su lado más relajado y gracioso, riéndose solo cuando se siente seguro.^^^

^^^ Aunque su naturaleza es algo introvertida, Ethan es extremadamente útil y valioso en su grupo de sobrevivientes. ^^^

Cuando no está luchando contra zombis, dedica su tiempo a ayudar en la base donde fue acogido al inicio del apocalipsis, demostrando su lealtad y dedicación a la comunidad.

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El capítulo sigue a Ethan, Eddy Arris mientras toman un atajo en su travesía por un paisaje desolado, buscando recursos en una ciudad devastada. Tras días de caminata agotadora, encuentran un coche con la pintura desgastada, pero aún funcional.

^^^ Deciden utilizar el vehículo para avanzar más rápidamente, y durante las siguientes tres horas, atraviesan lo que queda de la ciudad, observando los restos de edificios y cualquier recurso que puedan aprovechar.^^^

Durante este viaje, la conversación en el coche se torna personal y profunda. Eddy Arris, con quien Ethan ha comenzado a construir una tenue confianza, comparte un doloroso recuerdo: la pérdida de su hijo meses antes del apocalipsis.

^^^ Eddy revela cómo esa tragedia lo hundió en una profunda depresión, llevándolo a perder su trabajo. Arris, su pareja, fue quien sostuvo el hogar en ese tiempo oscuro. La situación fue tan difícil que casi se divorciaron, pero antes de que tomaran esa decisión, el apocalipsis los golpeó, dejando su futuro y relación en un estado incierto.^^^

Etham, sintiéndose más cómodo, decide abrirse también. Les cuenta cómo él y Lia, se vieron obligados a escapar debido a la oposición de sus familias, que desaprobaban su relación.

^^^Sus familias incluso intentaron forzar a Ali a un matrimonio arreglado, pero el amor entre Etham y Ali era tan fuerte que no podían ser separados. Se conocen desde que estaban en la primaria y comenzaron su relación cuando Ethan tenía 17 años. ^^^

Ahora, con 26 años él y 24 ella, han vivido juntos desafíos que pocos podrían imaginar.

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