Anastasia Y El Gran General

Mi fiesta de mayoría de edad resultó bastante bien, muchísimos regalos, joyas y vestidos, la mayoría la guardaré y quizás las vendería después. Me quedé con el de mis padres, con lo de mis hermanos y con una hermosa pulsera de lágrimas Azules y pequeños botones rojos de Rubí, quizás en esta época el ego se me subió a la cabeza, pero el oro como mi pelo, azul por mis ojos, Rubí como mis labios, Jajaja, cuando llegué al Club, me di cuenta que había mucho revuelo, todos discutían Ciro y su secretario Daniel se veían más estresados que de costumbre, me contaron que las muchachas de los shows principales estaban enfermas, al parecer habían ido a comer juntas y algo les cayó mal o algo así dijeron.

 Así que se me ocurrió una grandiosa idea yo haría el show esa noche, obviamente no podía salir así como estaba, así que hablé con Ciro y me dio la ropa más recatada posible, créanme o no, ya me había acostumbrado a andar muy tapada y pedí que me trajeran una máscara y una peluca negra, era muy conocido que el pelo claro, Rubio, solo era de la aristocracia Así que para evitar malentendidos me puse una hermosa melena negra, me veía igual de Fabulosa, use una hermosa máscara rosada y me presentaron como la dama enmascarada, no me gustó mucho el nombre, pero ya trabajaría en eso; No había preparado nada, pero como me gustaba decirme a mí misma que el timbre de voz era de Cristina Aguilera me puse en ese plan, acapela y un poco más lento que la versión original pero con unos sensuales movimientos, para la época, comencé a cantar la canción...

Oh-uh-ah-ah

(Vamos, vamos)

(Ah)

Un siglo llevo en soledad

Atrapada, queriendo escapar

Soñando que alguien

Me libere

Me lanzas un beso y yo te quiero amar

Pero hay un precio que tendrás que pagar

Para que me entregue (para que me entregue)

Oh-oh-oh-oh-oh (mi cuerpo dice "Quiero")

Oh-oh-oh-oh-oh (pero mi alma tiene miedo)

Si me quieres junto a ti

Frota bien y ya verás

Como un genio liberado (de mi lámpara)

Haré tus sueños realidad

Si me quieres junto a ti

Gánate mi corazón

Tres deseos te concedo (oh yeah)

Si me juras tu amor

Bailando nos domina la pasión

Nuestros impulsos fuera de control

Es tan difícil

Contenerse (ehh)

Piensas que hoy tal vez sucederá

Pero yo sé que nada pasará

Tienes que quererme (tienes que quererme)

Oh-oh-uh, oh-yeah-yeah-yeah

Oh-oh-oh-oh-oh (mi cuerpo dice "Quiero")

Oh-oh-oh-oh-oh (uhh) (pero mi alma tiene miedo)

Si me quieres junto a ti

Frota bien y ya verás

Como un genio liberado (como un genio liberado)

Haré tus sueños realidad (ohh)

Cuando terminé de cantar, hubo un pequeño silencio y me sentí morir, pero después todo se levantaron y aplaudieron y boté el aire que no sabía que estaba conteniendo, así que me retiré como una ganadora, incluso había gente que pedía otra canción, pero no quería abusar de mi buena fortuna, asi que mejor retirarme cuando iba ganando.

 Volví a mi camerino, cuando nuevamente escucho bulla, ahora era una discusión, una pelea, antes habíamos tenido algunos caballeros que querían conocer a nuestras bailarinas, pero dependía de ellas si aceptaban su invitación a un trago, jamás las obligaríamos a nada, obviamente yo no quería conocer a nadie, aunque no pude decidirlo, porque en ese momento, entro al camerino un hombre joven, alto, fornido, con el uniforme militar, cabello corto, ojos grises, el ceño fruncido y una espalda ancha, mirándome furioso...

- De dónde sacaste esa pulsera responde

Me di cuenta que aún tenía la pulsera que me habían regalado mi cumpleaños sabía que ahí llegarían los guardias que solo tenía que hacer tiempo.

- me la regalaron

- eso es imposible, ese diseño es único

- creo que no galán, por favor retírate

- Devuélveme esa pulsera

- no te atrevas a tocarme...

Como era más baja que él, logré pasar por debajo de su brazo, pero el muy idiota tenía fuerza, así que me sujeto de los hombros y aunque intenté usar mi magia no pude y en un movimiento rápido, me quito la máscara...

- tú...

- más vale que te quedes callado soldadito

- O sino qué...

Le di un golpe con el tacón directamente en sus partes nobles y aproveché de salir por la puerta trasera y dirigirme a toda velocidad a la mansión.

 [Ese estúpido soldadito, sé que me traerá problemas necesito tener una coartada]

 Con ese pensamiento en mente estaba cuando me puse mi pijama y llamé a una de mis doncellas, ella se sorprendieron porque generalmente, yo nunca las molestaba, pero le dije que había tenido un mal sueño y que quería comer algo y a pesar de que estaba muy cansada estuve con ellas en la cocina de la mansión [con esto nadie le creera al soldadito espero que el muy idiota sepa mantener el silencio]