Isabella es una bella joven que nunca recibió el amor de sus padres quienes la vendieron al mejor postor, quien volvió su vida en un infierno hasta que decide que no más y encuentra al hombre que la ayudará a vengarse de todos los que volvieron su vida un infierno.
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CAPITULO #24.
Francesco: No tengo todo el día para esperar por su respuesta, ya que ustedes han venido a mi oficina sin previa cita yo espero que me den una en estos momentos de lo contrario se pueden ir despidiendo del negocio que ustedes quieren y tendrían que buscar otra manera de disculparse con mi cuñada.
Los padres de Isabella se miraron incrédulos.
Si estoy al tanto de lo que pasó, el hotel donde ustedes estaban yo soy el chef en jefe y el que maneja ese hotel, por lo tanto, estuve ahí cuando paso todo.
Tienen 10 minutos para salir de mi oficina ustedes deciden si va a ser con el negocio o sin el.
Los padres de Isabella se miraron.
Mamá de Isabella: Vamos a aceptar cariño, tener un socio como los Di Marco sería mucha suerte y también una gran entrada de capital.
Papá de Isabella: Si mi amor, pero es el 30% de la empresa no es cualquier cosa.
Francesco: Les quedan 7 minutos.
Papá de Isabella: Aceptamos señor Di Marco.
Francesco: Perfecto, haré el contrato y podrán venir mañana para firmar los papeles, mi secretaria les indicará a qué hora se hará.
Papá de Isabella: Gracias señor Di Marco.
Ellos iban saliendo de la oficina cuando Francesco volvió a hablar.
Francesco: ¡Ah! Y no quiero que vuelvan a venir sin cita previa de lo contrario su viaje hasta aquí será en vamos aun cuando seamos socios.
Aquí no hay preferencias.
Papá de Isabella: Si señor, nos vemos mañana.
Los padres de Isabella se fueron y Francesco llamo a Mateo para informarle lo que había conseguido.
Mateo: Hola hermano, ¿algún problema?.
Francesco: Nada de eso, por favor no dudes de mi inteligencia, más bien te tengo una gran noticia.
Mateo: Y eso que puede ser.
Francesco: Conseguí que los padres de Isabella me dieran el 30% de su empresa.
Mateo: ¿Como hiciste eso?.
Francesco: Bueno llegaron aquí con aires de que podían hacer lo que les daba la gana, sin cita y pues aproveché esa situación a nuestro favor, mañana vienen para la firma del contrato.
Mateo: Perfecto, que esas acciones pasen a ser de Sofía, eso será el inicio para enseñarle a esos bastardos que ahora ella no está sola.
Francesco: Hablando de eso, ¿como está mi cuñada?.
Mateo: Todo ha estado bien y se podría decir que hemos tenido un avance.
Nos quedaremos 5 días aquí en España y luego regresamos, quiero mostrarle un poco de esta ciudad.
Francesco: No hay prisa hermano, tengo todo resuelto aquí y en las noches paso por el restaurante para saber si todo está en orden.
Y tengo buenos trabajadores a mi cargo y no me defraudan.
Mateo: Siempre supiste escoger bien a tus trabajadores.
Por otra parte, yo he tenido 5 secretarias en un año.
Francesco: Bueno con Sofía a tu lado yo creo que vas a dejar de buscar.
Mateo: Eso espero, llámame cuando firmen el contrato y este todo listo, ¿cuánto es el capital inicial para el dichoso proyecto?.
Francesco: 2 millones de dólares, así que tenemos que estar como halcones encima de ellos, no quiero que ese dinero se vaya a la basura.
Mateo: Estoy de acuerdo contigo, vamos a poner a una persona para que esté pendiente de ese proyecto exclusivamente.
Francesco: Ok, te llamo mañana después de la firma, saluda a Sofía, adiós.
Mateo: Está bien hermano, adiós.
Colgaron la llamada.
Sofía: ¿Todo bien?.
Mateo: Todo de maravilla, tus padres se aparecieron allá en la empresa para poder negociar con mi hermano el proyecto que les dije que hablaría con ellos después, Pero se quisieron pasar de listos y mi hermano les pidió el 30% de su empresa y aceptaron, esas acciones van a ser tuyas Sofía, para que puedas empezar con tu venganza.
Sofía: Vaya, eso es mucho.
Mateo: No es nada, te dije que te ayudaría y es lo que voy a hacer.
Tú ahora estás por encima de cualquiera de ellos y no hay nada porque sentir miedo.
Sofía: ¿Qué hay de Federico?.
Mateo: Ese bastardo mando gente hasta aquí, Pero mi personal de seguridad no deja que se acerquen.
Esta noche vamos a ir a un lugar, quiero que te diviertas un poco.
Sofía: ¿A dónde vamos a ir?.
Mateo: Eso es sorpresa, lo único que te voy a decir que te vistas casual.
Sofía: Está bien.
Ellos siguieron trabajando a las 5 de la tarde.
Mateo: Sofía anda a arreglarte, termino aquí y me voy a arreglar.
Sofía: Ok.
Ella fue hasta la habitación y se arregló casual, se colocó unos pantalones de mezclilla, una blusa de color negro junto con unos zapatos deportivos.
Se maquilló y se arregló su cabello, ya estaba lista cuando Mateo llegó para ducharse y cambiarse.
Al igual que ella se puso ropa casual, unos pantalones de mezclilla con una camisa manga corta y zapatos deportivos.
Mateo: Bueno vámonos.
Bajaron al lobby del hotel y ya había un auto esperándolos, el recorrido fue hermoso, las calles de Madrid eran una maravilla, todo era hermoso de ver.
A la hora de viaje, el rostro de Sofía se le iluminó como el de una niña, Mateo la había traído a un parque de diversiones.
Sofía: Esto es mágico.
Mateo: Y nos vamos a montar donde tú quieras.
El primer juego fue la montaña rusa, no pararon de gritar y reír, después se montaron en los carritos chocones.
Mateo: Sofí, tengo hambre, vamos a comer algo.
Sofía: ¿Por qué me dices Sofí?.
Mateo: Quiero tener un apodo cariñoso contigo y ese me pareció adecuado, pero si no te sientes cómoda está bien.
Sofía: No, solo quería preguntar, vamos a comer también tengo hambre.
Ellos buscaron un lugar para comer y después de un rato de caminar decidieron comer en un puesto de tacos.
Los dos devoraron sus tacos con mucha emoción, después Mateo llevo a Sofía a un lugar donde si disparas a los patos de aluminio te llevas un gran peluche él quería ganar.
Le pago al señor y Sofía estaba emocionada dándole porras.
Sofía: ¡Vamos Teo!.
Mateo se emocionó ella buscó un apodo romántico para él y obviamente ganó y el premio fue un gran conejo de peluche.
Sofía: Gracias es hermoso.
Y se puso de puntillas y le dio un beso en la mejilla.
Mateo de verdad estaba contento, ella estaba poniendo de su parte para ser feliz a su lado y él no iba a perder esa oportunidad de enseñarle que la vida puede ser divertida.
Se siguieron montando en más juegos y se diviertieron mucho, comieron helado de chocolate cuando se dieron cuenta ya eran las 2 de la mañana y regresaron al hotel, cada uno se bañó y arreglo, como cada noche pusieron su barrera de almohadas, Pero cada mañana sus manos amanecían entrelazadas.
Los días en España fueron maravillosos, Mateo llevo a Sofía al acuario, al zoológico, a comer en una de las mejores cafeterías donde Sofía comió un delicioso pastel de chocolate y en un momento en que Mateo se descuidó le puso un poco de chocolate en el cachete.
Mateo se echó a reír como nunca, ambos se hacían olvidar cualquier mal, Sofía cuando estaba con Mateo se olvidaba de Federico y sus padres, Pero sabían que al llegar de nuevo a Italia empezaría con su plan de venganza.
Mateo por su parte se dio cuenta de que ella nunca tuvo una mascota y pensó en hacerle un regalo cuando llegaran a Italia aunque a él no le gusten mucho se daría la oportunidad para que Sofía tenga la experiencia.
Mañana regresaban a Italia a primera hora, ya todo en el hotel estaba funcionando correctamente y no había razón para quedarse más tiempo.
Esa última noche en Madrid Mateo la llevo hasta la azotea del hotel donde una cena romántica los esperaba y la vista de la ciudad sería su paisaje.
Sofía: Esto es maravilloso, tú eres maravilloso.
Mateo: Tú me haces querer ser maravilloso.
Ambos cenaron y conversaron del trabajo, al terminar unos fuegos artificiales decoraron el cielo dando así por terminada su estadía en la ciudad.
Mateo abrazo a Sofía por la espalda y sus brazos estaban fríos porque la noche estaba fresca.
Sofía se dio vuelta y miro a los ojos de Mateo dándole un pequeño beso en los labios, no fue intenso ni nada por el estilo, pero el solo roce de sus labios hizo que sus cuerpos sintieran la electricidad pasando.
Mateo decidió que ese beso sería suficiente, ella había pasado por mucho y no la iba a hacer sentir incómoda besándola de más y en respuesta a ese hermoso beso, la abrazo fuerte y le dijo al oído.
Mateo: Ese es el beso más maravilloso que he recibido en mi vida y lo atesoraré por siempre.
Al rato regresaron a la habitación dónde se acomodaron como siempre, mañana tendrían que salir bien temprano para Italia.