A Rey Muerto, Rey Puesto

Ya pasó una semana desde la competencia y esa princesita no deja de molestarme, está detrás de mi, según ella tratando de ser mi amiga, pero también está con Esteban, piensa tenernos a los dos comiendo de su mano, Esteban ya cayó, estoy seguro, pero yo no, yo voy a hacer qué paguen por lo que hicieron. Por cierto, a causa de todo esto, no he podido poner en marcha mi negocio, por ahora voy a concentrame en eso.

Alexis salió del palacio en compañía de Rafael, que no lo dejaba solo nunca, se dirigieron hacia el pueblo, Alexis estaba pensando en un lugar para abrir un consultorio médico, ya que pensaba en dar consultas a las personas del reino, especialmente a las personas de los barrios bajos, ya que a pesar de ser un reino próspero, no todas las personas pueden acceder a una consulta médica y él que estudió medicina y tiene la posibilidad de traer a ese mundo medicamentos más avanzados, va a ayudar al reino que ahora es su nuevo hogar, pero no sería un negocio si fuera gratis, así que estaba pensado en cobrarles precios bajos a las personas que no tienen mucho dinero, pero a los nobles podría cobrarles un poco más, no es que sea ambicioso o se alegre de las personas enfermas, pero está seguro de que puede tratar enfermedades que aquí se les puede complicar, el dinero que gane con eso planeaba utilizarlo o mejor dicho invertirlo en otro negocio, en algo que ayude a la economía del reino.

Alexis sabía que aunque el reino exportara piedras preciosas a otros reinos y ellos enviaran algunos de sus productos a cambio, entre ellos alimento, eso no ayudaba mucho, él sabe que se necesita más para sacar adelante el reino.

- Príncipe, disculpe, pero, ¿Qué es exactamente lo que estamos buscando?.

- Estamos buscando un lugar para abrir un consultorio médico.

- ¿Un consultorio médico?, pero ¿Quién lo va a atender?.

- Yo lo haré.

- ¿Usted?, pero… si todos lo conocen, como va a hacer eso.

- Tienes razón, pero no te preocupes, por eso vine con una capa encima, después ya sabré arreglármelas, ahora vamos a un lugar, según sé, hay una casa para alquilar o quizás este a la venta.

Al llegar a su destino, justamente iban saliendo del lugar tres personas, dos de ellas parecían ser nobles, lo poco que escuchó Alexis fue que el lugar les pareció horrible, así que al ver que se fueron se acercó hasta la persona que quedó, qué supuso era el dueño.

- Buenas tardes, disculpe, pero quisiera saber si el lugar está accesible para ser alquilado.

- Buenas tardes, señor, en realidad la casa está a la venta, pero como puedo ver nadie está interesado en ella, pues está un poco deteriorado y no está ubicado cerca del pueblo, así que si es para abrir un negocio no creo que le genere ganancias, además de que aquí no se puede ni siquiera sembrar, ya que nada crece.

- ¿Nada crece?.

- Así es señor.

- (Es una casa y no está en el pueblo, en sí no pienso sembrar nada, y al ser una casa podré atender a las personas sin que quieran averiguar acerca de mí, además quizás pueda averiguar del porqué no crece nada aquí).

Y, ¿Cuánto está pidiendo?.

- Solo pido 2 monedas de oro señor, sé que es mucho, pero realmente necesito el dinero.

- (¿2 monedas de oro?, según sé, si sería mucho dinero) Está bien, le daré lo que pide, disculpe que le pregunte esto, pero antes dígame para qué necesita tanto dinero.

- ¿En serio?, usted… ¿Me dará esa cantidad de dinero? (emocionado).

- Así es.

- ¡Gracias!, ¡En verdad!, pues verá mi esposa está enferma, nosotros vivimos en la pequeña casa que está detrás de esta, antes vivíamos aquí, pero cuando enfermó decidimos ponerla a la venta y si no es mucha molestia, la persona que la compra nos permitiría trabajar para él o ella y así poder seguir viviendo en la pequeña casa de atrás.

- Ya veo, y que es lo que tiene su esposa.

- Verá, mi esposa está embarazada, pero el médico que la atendió dijo que también corría riesgo de perder al bebé porque estaba débil, ya que mi esposa se cansa muy rápido, está tan pálida qué parece muerto, a veces siente que le falta el aire. He tratado de vender la casa, para poder comprar medicina que le ayude a mejorar, porque está muy cara y además de un médico para que venga a revisarla.

- (Por los síntomas me parece que es anemia por deficiencia de hierro, al no tener suplementos de hierro y ácido fólico, además de una buena alimentación ha causado qué padezca de eso), yo puedo ayudarlo con eso, le voy a comprar el terreno y los voy a contratar a su esposa y a usted, además, ¿Me podría llevar con ella?, me gustaría revisarla.

- ¿Usted es médico?

- Así es, por cierto permítame presentarme, mi nombre es Alexis, por favor déjeme revisar a su esposa, tal vez yo pueda ayudarla.

- ¡Claro!, mi nombre es Martín señor, por favor síganme.

- Señor, ¿Es cierto?, ¿Usted sabe de medicina? (lo dijo cerca de Alexis para que nadie más escuche).

- Sí, un poco, estudié un poco sobre ello (no puedo decirle que en realidad fui un médico genio).

Martín guio a Alexis y Rafael hasta la pequeña casa qué se encontraba un poco lejos de la casa principal, al llegar, Martín los dejó pasar y los llevó hasta la habitación donde se encuentra su esposa.

- Pasen por favor, mi esposa está adentro descansando.

- ¿Qué pasa Martín?, ¿Quienes son ellos?.

- Tranquila, el señor quiere comprar el terreno y está dispuesto a darnos trabajo y la cantidad de dinero que estamos pidiendo, señor ella es mi esposa María.

- Buenas tardes, señora María, mi nombre es Alexis y si estoy aquí es porque su esposo me contó de su salud y le pedí que me permitiera revisarla.

- En primer lugar, gracias por estar dispuesto a comprar el terreno a ese precio, nadie está dispuesto a pagarlo, pero como ve, necesitamos el dinero y en segundo lugar, gracias por querer revisarme, ¿Acaso usted es médico?, nunca habíamos escuchado de usted, verá usted, solo existe el médico de la familia real y otro médico que vive a las afueras del pueblo y está muy lejos, una vez me revisó el médico real, fue muy amable, me dio medicamentos y en cuanto al otro médico, sus honorarios son muy costosos y si no tenemos dinero, no nos atiende.

- Ya veo, lo que pasa es que no soy de aquí, recién me voy a establecer.

- Ya veo, ¿recuerda que le hable del médico que atendió a mi esposa?.

- Sí.

- Fue el médico real, él nos dijo de la condición de mi esposa, cuando vino a revisarla fue porque el príncipe Alexis le pidió que lo hiciera al yo estar desesperado, buscando dinero para que el médico de las afueras la revisara, me encontró pidiendo prestado, pero nadie me quería prestar, él muy amablemente mandó llamar al médico real para que viniera a revisarla.

- Ya veo, pero ¿acaso el rey sabe de esto? (según sé, el rey hace qué un médico atienda a las personas del pueblo y barrios bajos).

- Bueno… la verdad es que el médico que vive a las afueras es el médico para el pueblo, el rey le ordenó al ministro Soto qué se le pagara al médico para que regularmente revise a las personas del pueblo y barrios bajos, pero entre el ministro y el médico son corruptos y no viene nadie a revisarnos señor, si no le pagamos no nos atiende y a las personas de los barrios bajos ya ni siquiera se molesta en ir a verlos.

- (Esto no se decía en el libro, no sabía que hasta en la salud había corrupción, hay ministro Soto, ya cavaste tu propia tumba) y, ¿el príncipe no sabe nada?, cuando lo encontraste, ¿no le dijiste?.

- No señor, le dije que el médico me pidió dinero para poder comprar medicamentos muy caros qué él no tenía a la mano y que por eso necesitaba el dinero.

- (Ahora que recuerdo, eso fue lo que dijo) bueno, no perdamos más tiempo, permítame.

Alexis revisó a la esposa de Martín y como supuso si era anemia por deficiencia de hierro, así que agradeciendo qué trajo su capa, por debajo de esta pudo sacar suplementos de hierro, este medicamento contenía vitaminas y ácido fólico, así que le dijo que debía de tomárselas diariamente durante lo que reste el embarazo.

- Gracias doctor, pero, ¿Qué son estas medicinas?.

- Son medicamentos nuevos, no se preocupe, no son dañinos, ni para usted, ni para el bebé, es más le va a ayudar a sentirse mejor, tómelo por una semana antes de cada comida y después me dice como se siente, ¿está bien?.

- Si doctor, pero ¿cuánto cuesta?.

- No se preocupe, es un regalo de mi parte.

- Pero doctor, no podemos aceptar eso (dijo Martín).

- Hagamos esto, si le hace efecto, entonces hablamos del precio, ¿les parece?.

- Si (dijeron ambos).

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Aquí está el siguiente capítulo, espero les guste, gracias por su apoyo, 💖🤩💖.