Luisana Salvatore una multimillonaria empresaria del ramo automotriz, quien quedo huerfana a los 23 años, cuando asesinaron a sus padres, saco su compañia adelante y termino de criar a su hermano Miguel Salvatore, se enfoco tanto en su trabajo y hermano, que descuido su vida personal, ahora con casi 40 años se siente muy sola.
Paul Rodriguez un estudiante universitario de segundo año de medicina, deportista destacado con 20 años, tiene un futuro prometedor.
Por azares des destino sus caminos se cruzan, naciendo en ellos el amor, un amor que sera puesto a prueba por su diferencia de edad, lograran ser felices o sus diferencias desvaneceran su amor.
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Cap 9: Salvador sin nombre
Tranquila estas a salvo Paúl acariciaba suavemente su espalda.
El entrenador y los demás atletas se acercaron para constatar que sus compañeros estuvieran bien.
Miguel llegó junto a varios guardaespaldas armados y al ver a Luisana llorando se asustó mucho.
Vio cómo se llevaban a Rodrigo y antes de que lo subieran a la patrulla corrió y le dio un certero golpe en el rostro.
Infeliz te metiste con lo más valioso para mí, mi hermana y por eso te podríras en prisión, haré que no vuelvas a ver la luz del sol en lo que te resta de vida, expreso furioso mientras era contenido por dos de sus guardaespaldas.
Fue donde estaba Luisana abrazada a Paul.
Lu hermanita, está bien.
Ay Miguel tuve tanto miedo creí que ese bastardo se saldría con la suya, quería abusar de mí, me lo dijo no sabes el asco que sentí, dijo llorando en su pecho.
Ya pasó la acariciaba suavemente afortunadamente habíamos llamado a la policía antes de la junta y todos estaban atentos si no esto hubiera sido un desastre.
Ven vamos a casa.
Hermano él me salvo, gracias a él estoy bien, le dijo señalando al hermoso joven de ojos cielo y sonrisa de ángel.
Gracias en verdad no tengo cómo pagarte lo que has hecho por mi hermana, tomó una tarjeta y se la entregó; si necesitas algo cualquier cosa no dudes en llamarme, estoy en deuda contigo.
Nada que agradecer lo haría de nuevo sin dudarlo dijo tomando la tarjeta y estrechando la mano de Miguel.
cuídese y descanse coloque la crema y tome las pastillas le dio el pomo y una caja con el medicamento.
Luisana agradeció con una sonrisa para luego marcharse junto a su hermano.
Después que se fueron fue que cayó en cuenta que ni siquiera sabía el nombre del apuesto joven que se arriesgó a salvarle la vida.
En su mente agradecía al Salvador sin nombre, Dios griego formado en el olimpo, seguro se llamaría Hércules o el nombre de algún semidiós.
El autobús con los atletas colombianos siguió su camino llegaron al gimnasio donde entrenaron.
Todos comentaban la gran hazaña de Paúl y era catalogado el Héroe.
La noticia no salió en la prensa porque los Salvatore eran influyentes y Miguel le prohibió a la prensa que el nombre de su hermana fuera mencionado.
Luisana fue examinada por un médico y le recomendó lo mismo que Paúl mucho descanso y Diclofenaco para el dolor.
Decidió seguir aplicando la pomada en su mejilla golpeada y cada que lo hacía recordaba los suaves toques del joven adonis que la salvó.
Miguel no le permitió volver a la empresa en los siguientes días y si así lo permitiera Luisana no iría no quería salir de casa y que todo apreciaron el horrible moretón que tenía en su tan cuidado rostro.
Dos días después de ese incidente las competiciones comenzaron en todo Madrid no se hablaba de nada más que de las eliminatorias de las olimpiadas.
Rodrigo estaba detenido a la espera del juicio.
Miguel buscaba más pruebas para que su estadía en prisión fuera muy larga.
La tía de Luisana se encontraba angustiada y acorralada, el amor de su vida y cómplice de todas las bajezas que había cometido estaba en prisión y se abría la boca ella también lo estaria.
Para ella eran dos cosas que no podían pasar, nada de esto estaban los planes de ambos o en los de ella porque Rodrigo estaba obsesionado con Luisana.
Por años intentó que ella lo aceptara y si lo hubiera hecho la tía de Luciana sería historia.
La desesperada mujer llamaba a su abogado para saber cómo iba la defensa de Rodrigo, pero la respuesta del abogado no era nada buena.
Rodrigo estaba como loco gritando que lo sacaran que tenía que estar aunque fuera una sola vez con Luisana, estaba perdiendo la cordura, bueno si es que tenía.
Lo tenían aislado porque representaba un peligro para todos.
Los cargos que presentan en contra del señor Rodrigo son fuertes no le permiten fianza y no tenie permitida las visitas, le comunico el abogado.
No hay manera de que pueda verlo preguntó la angustiada mujer.
No lo siento ya hablé con él por ser su abogado, no tuve inconveniente, pero está en un área apartada porque es peligroso.
El Señor está fuera de sí le recomiendo prepararse mentalmente porque es probable que pase mucho tiempo en prisión, le explicaba de la mejor manera, pero era logico que no lo tomara nada bien.
Cómo puede decirme eso, no te pago por tus estupidos consejos; haga algo y sácalo de ese lugar, Le grito molesta.
Lo siento, hago lo que puedo y si no busque a alguien más, no arriesgaré mi carrera peleando con los Salvatore, dijo furioso el abogado había perdido la calma que siempre lo caracterizaba, esa mujer era un dolor de cabeza.
Idiota le grito y colgo, lanzando el telefono contra la pared con ira.
El abogado lamentaba profundamente haber tomado el caso.
Su esposa masajeó sus hombros déjalo cariño no vale la pena que te estrese de esa manera, ese hombre está perdido y tu reputación quedara por los suelos.
Su esposa tenía razón, llamo al fiscal y presento su renuncia como abogado defensor.
Eran muchos años de esfuerzo para graduarse no los arrojaría a la basura.
Margot después de destrozar su celular, expreso furiosa.
Esta me las pagas Luisana Salvatore no tienes idea con quien te metiste, tomo su bolso y salió del lujoso hotel.
Tomo el celular de su chofer y llamó a varios abogados y todos le dijeron que no, nadie en su sano juicio se enfrentaría a los hermanos Salvatore.
Luisana era una mujer temida y su hermano Miguel no se quedaba atrás, todos los respetaban y sabian que meterse con ellos era firmar su sentencia de muerte o quedar en la misma ruina.
Entre la espada y la pared no tuvo más remedio que comprar otro celular y llamar a su abogado para pedirle disculpas.
No entiende contra quién están peleando, además el juez que lleva el caso es uno de los jueces más correcto que hay en este país.
Todo el mundo tiene un precio, ofrescale una buena cantidad y ya.
Hágalo usted yo quiero seguir teniendo empleo y conservar mi libertad, ya notifique al fiscal que estoy fuera del caso, no me llame más señora, colgó y bloqueo el número.
Margot maldecía a su sobrina.
Se sirvió un trago que bebió hasta el fondo.
Esto es solo un bache en el camino, sé que lo superaré y pronto todo será mío, como siempre debió ser.
Si tan solo me hubieras amado Leonel nada de esto estaría pasando, pero tenías que enamorarte de la estúpida de mi hermana, dijo mirando una foto del padre de Luisana y Miguel.