Milena es una hermosa joven, buena hija, que sueña con un futuro prometedor en Italia. Las cosas no fueron fáciles al inicio pero salió adelante de la mano de un encantador piloto que la supo enamorar. Luego de cinco años de feliz matrimonio y dos hijos, un día ella descubre que su amado esposo le ha sido infiel desde el noviazgo. Luego de los primeros caóticos días, después de enterarse de las infidelidades, ella planea con mucha frialdad la manera de salir fortalecida de su divorcio. Ella le enseñará a Gabriele su esposo, la importancia de la fidelidad en un matrimonio. Le hará pagar el engaño que sufrió y lo hará vivir en la tristeza, el arrepentimiento y la soledad. No le quedarán más ganas a Gabriele de volver a burlarse de una mujer. Cuando quiera volver a recuperar a su esposa, ya ella no estará ahí más para él. Ella ahora le pertenece a otro que sí la hizo única y especial. ¿Podrá Gabriele recuperar su mujer algún día? ¿Fue domado el infiel? ¿Lo amará aún Milena?
NovelToon tiene autorización de Eleana para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
CAPÍTULO TRECE. SU PRIMERA VEZ
Entonces la limusina se detuvo frente a aquel inmenso salón donde se llevaría a cabo la ceremonia. Del brazo del elegante y guapo Manuel, entré en medio de las filas de personas que estaban sentadas esperando que todo iniciara.
Una marcha nupcial sonó suavemente. A través del velo que cubría mi cara pude ver la hermosísima decoración que adornaba todo el lugar. Todo me parecía un sueño, caminaba como sobre las nubes.
A medida que me acercaba a Gabriele quería llorar; estaba tan elegante, tan bello mi esposo. Su tierna sonrisa, esa sonrisa que me enamoraba cada día más, esa sonrisa era para mi, solo para mi. Extendió su mano, me atrajo hacia él, me quitó el velo y me besó.
Comenzó el Juez a decir las palabras debidas, ambos dijimos SI ACEPTO luego de haber pronunciado la promesa de que estaríamos juntos para siempre. Nos abrazamos y nos besamos. Lo miré a los ojos y le dije secretamente “ahora te pertenezco mi amor, te amo Gabriele“.
Él me respondió al oído “Yo he sido tuyo desde el día que nos tropezamos. Ese día me mostraste tus senos, saliste corriendo y entonces me dije a mi mismo “allá va mi esposa”. Te amo Milena, nunca lo dudes”.
Todos aplaudieron, luego se nos acercaron para abrazarnos y felicitarnos. Mis suegros se esforzaron por demostrar su aceptación. Sus tíos igualmente dieron su mejor versión. La familia más joven de Gabriele sí se veía sincera y feliz.
Sus compañeros de trabajo y demás amistades le hacían muchas bromas pero estaban contentos con el matrimonio. Mi madre, Manuel, Andrés y tu Omairita, eran los más felices y sinceros. Y eran en esencia con los que yo quería compartir mi boda, eran los que realmente a mi me importaban.
Gabriele me tomó de la mano y fuimos a saludar y compartir con todo el mundo. Algunos nos dieron de regalo de bodas, unos sobres con mucho dinero. El le pidió a mi madre guardar en su bolso ese dinero.
Sonó la música y fuimos a bailar. Gabriele me preguntaba cada rato al oído ¿estás feliz amore? ¿me amas? —Con todo mi ser te amo Gabriele, por favor que esto dure para siempre. De mi parte no tengas dudas mi amor. Nunca pensé que te llegaría a amar tanto.
Jamás imaginé Gabriele que esas palabras saldrían algún día de mi boca. Pero ahora lo puedo gritar: TE AMO CAPITÁN, SOY COMPLETAMENTE TUYA. DE AQUÍ HASTA EL INFINITO Y SIEMPRE A TU LADO.
—¡Qué me iba a imaginar en aquel momento, que esa felicidad solo duraría cinco años! Omaira lo siento, me prometí no llorar, pero es que duele demasiado recordar todo esto. 😭😭😭😭😭😭😭
—Milena, llora, llora todo lo que quieras. Te hará bien. Las lágrimas nos ayudan a aliviar el dolor. Yo, personalmente, creo que meditar en todos aquellos momentos te está haciendo ver una realidad. Gabriele pudo haberse equivocado mucho al engañarte, pero yo en este relato solo he visto un hombre enamorado.
—Milena es vital que tú lo escuches, que ustedes hablen, no tomes decisiones precipitadas porque se trata de la vida de cuatro o seis personas las que están envueltas en la decisión que tomes al regreso de Gabriele.
—Lo sé Omairita. Como ves, lo estoy tratando de tomar todo con calma. Continúo el relato aprovechando que mamá está con los niños. Mi pequeña Flavia apenas va a cumplir cuatro meses, mientras que Massimo ya cumplió dos añitos.
—Lo sé Milena y te puedo asegurar que son dos de los niños más hermosos que he visto en mi vida. Adoran a su papá y él los adora a ellos. No entiendo cómo los hombres no piensan en eso cuando se van por ahí con cualquier mujerzuela.
—Tampoco lo entiendo Omairita, para mi primero que todo están mis hijos. Pero seguramente hay hombres que eso no los detiene a la hora de caerle encima a una cualquiera.
—Como te venía contando Omairita, Gabriele y yo estábamos viviendo nuestra noche más feliz desde que nos conocimos. A las dos de la mañana quisimos escaparnos, pero en cuanto los amigos nos descubrieron, cargaron a Gabriele y nos impidieron salir.
Lo intentamos de nuevo a las cuatro de la mañana pero igualmente lo atraparon y se lo llevaron a la pista de baile en medio de gritos y risas. Me pidieron que bailará con él, porque de la pista no nos dejarían salir.
Gabriele reía y me decía que no lo podía creer. Sus amigos sabiendo que él nunca había estado conmigo, lo querían hacer sufrir. Le dije al oido: “No solo estás sufriendo tú, también me están haciendo sufrir a mi jajajajajajaja “
—Jajajajaja traviesa. ¿Y qué me quieres hacer?
—Lo que me dijiste la primera vez que bailamos: “Me encantaría conocerte mejor, en todos los sentidos. Quiero besarte. Este hotel tiene una excitante habitación que nos está esperando. Ven conmigo, te haré todo lo que quieras hermoso muñeco. Te quiero besar, chupar, morder todo completico” Jajajajajajaja
—¿Te dije todo eso? Jajajajaja
—Sí, lo recuerdo perfectamente. Y ahora soy yo la que te quiere hacer todo eso.
—Vamos principessa, son casi las 6 de la mañana y ya quedan muy pocas personas. Ahora si creo que podemos escapar.
Y finalmente nos pudimos escapar. Me despedí de los míos y salimos corriendo.
Lo que quedaba de ese día lo pasaríamos en nuestra casa, allí teníamos las maletas preparadas pues en la noche saldríamos para Tailandia. Tendríamos para nosotros menos de diez horas porque luego debíamos llegar al aeropuerto.
Al salir del carro Gabriele me cargó, me llevó a la habitación en medio de apasionados besos. Al entrar vi que alguien la había decorado de una manera muy romántica. Sobre la cama había un corazón ♥️ hecho con rosas rojas. Habían globos dorados y blancos por toda la habitación. Habían fresas, chocolates, champaña, copas, ramos de flores de muchos colores, velas encendidas y todo estaba a media luz.
—¿Tú preparaste todo esto mi amor?
—¡Por supuesto mi reina. Será tu primera vez y quiero que la recuerdes toda la vida!
Dicho esto, Gabriele desabotonó lentamente mi traje de novia y me lo quitó, también me quitó mis pantys, me dejó desnuda. Cuando quise cubrirme los senos, él apartó con cariño mis brazos. Él solo se quitó el saco, el corbatín, las medias y los zapatos. Se quedó con su pantalón y su camisa.
Bebimos champaña y luego me dijo “voy lento porque quiero disfrutar cada segundo de este día “. Bailamos muy junticos una suave música que sonaba al fondo, mientras sus manos recorrían todo mi cuerpo desnudo. Era tan delicioso sentir sus manos en mi cuerpo, una sensación indescriptible y excitante para mi. Mi primera vez.
Después se sentó en una silla y me puso sobre sus piernas. Las acariciaba, sin dejar de besarme. Devoraba y acariciaba mis senos. Me dijo: “¿Sabes mi reina cuánto deseaba hacer esto?” “Me tuviste padeciendo por dos largos años “ “Eres tan hermosa, pero lo que más me enloquecía era tu rechazo” “Te lo dije, un día serás mía y ese día ha llegado, ven”
Me llevó a la cama, él se desnudó, me atemoricé un poco. Vino sobre mi y me llenó de caricias y de su desenfrenada pasión. Todos mis sentidos colapsaron, el mundo exterior desapareció. Era como estar en medio de un tornado, él me giraba, me levantaba, me sentaba, me doblaba. Yo solo le decía: “Gabriele mi amor ve con cuidado por favor “
Pero él no escuchaba, me besaba completica, me mordía, me chupaba, me arañaba. Y entonces me dijo: “Amore, voy a entrar en ti, seguro te va a doler, iré muy lento”
En efecto, ¡cuánto dolor! Le pedía detenerse. Él se detenía pero luego volvía y lo intentaba, me llenaba de besos, besaba mis senos, acariciaba y frotaba mi intimidad una y otra otra vez pero el dolor siempre estaba ahí.
Finalmente después de varios intentos, Gabriele entró completamente en mi. La habitación se lleno entonces de nuestros gemidos de placer. Al principio su vaivén fue lento y pausado pero luego vino una sensación muy intensa de placer en mi bajo vientre y en todo mi cuerpo . Ese movimiento de sus caderas con las mías me enloqueció de placer, de satisfacción y de orgasmos igual que a él.
Muy agitado me dijo —Principessa amada mia...
—Dime mi amor...
—Gracias por permitirme ser tu dueño y por darme tu primera vez. Eres fantástica, ahora me siento más enamorado que nunca. Te amo esposa, te amaré toda la vida.
—Vamos bella, ¡una isla en Tailandia nos espera!
😭😭😭💔💔💔🤢🤢🤢