Apolo Becker, director general viudo y padre en solitario, vive en Alemania.
Conoce a una mujer pensando que sería la tía de su hijo, pero un accidente cambió la vida de dos personas, el destino trajo un nuevo amor a su vida.
Abigail Miller tiene un accidente y es llevada a otro país por error.
Tendrá que elegir entre su pasado y su presente.
En el pasado, dejó a un prometido que cree que no sobrevivió al accidente.
En el presente, conoce a un padre con su hijo, donde vivirá una hermosa historia de amor.
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Capítulo 8
Abigail Miller
Miro a Apolo riendo y hablo.
-¿Y si no voy a tu habitación?
Apolo Becker
-No hay problema mi amor, te ayudaré con eso.
La recojo, me la pongo al hombro y la llevo a mi habitación.
Abigail Miller
Qué locura, Apolo me lleva como si fuera un objeto a su habitación y me suelta dentro, cerrando la puerta.
-La próxima vez déjame usar mis propias piernas para venir aquí.
Apolo Becker
-¿Vas a decirme que no te gusta que te lleven?
Digo tocando su boca.
Abigail Miller
-No soy un objeto que puedas tomar, cuando quieras y donde quieras.
Apolo Becker
-No te trato como un objeto, porque lo que te voy a hacer no se lo haría a un objeto.
Abigail Miller
-¿Y qué me vas a hacer?
Apolo Becker
-Te amaré y te haré la mujer más feliz Abigail.
👏👏👏
Doy una palmada y las luces de la habitación se apagan.
-Abigail aplaude para volver a encender las luces, por favor.
Abigail Miller
👏👏👏
Aplaudo y cuando las luces se encienden Apolo está arrodillado sosteniendo una caja.
Apolo Becker
-Abigail, sé que todo pasó muy rápido y entiendo que aún no te sientas segura de lo que siento por ti.
Te amo y no puedo dejar que el tiempo me gane, por eso no quiero esperar para darte todo, quería no ser egoísta y no permitirme enamorarme de la hermana de mi difunta esposa, pero desde el día que te vi en el hospital, en coma, frágil y durmiendo por días sin despertar, dejé que mi corazón te permitiera ser parte de mí, sólo quería que estuvieras bien y viva.
Y verte aquí todos estos días, a mi lado y dándole tu amor a mi hijo, solo me volvió más loca por ti, y a tu lado me vuelvo loca, queriendo darle una nueva oportunidad de ser feliz, dándole espacio a mi vida que solo era yo y mi hijo, ocupas la mejor parte de mí, porque cuando estoy a tu lado siento la felicidad de mi hijo por que tanto él como yo te tenemos a ti.
Sé que hice la petición en el restaurante, pero aquí, los dos solos, puedes dar la respuesta que realmente quieres, sin sentirte forzado, delante de otras personas. ¿Aceptas casarte con un hombre que tiene un hijo y que está a punto de entregarse y volver a vivir una historia de amor a tu lado?
Abigail Miller
-Apolo, no puedo recordar mi pasado, por el accidente que tuve, pero si amé a alguien, no fue suficiente, te amo y amo a Adam.Es una locura para mí también, estar amando al hombre con el que mi hermana estuvo casada, siento todo el dolor que tú y Adam han pasado y las heridas que son difíciles de sanar.
Me arrodillo frente a Apolo y continúo hablando:
-No soy la madre de Adán, ni fui su primer amor, pero estoy aquí, arrodillada, mirándote para decirte que te prometo que no importa el tiempo, las cicatrices y las heridas que hayas tenido a solas, estoy aquí para ti y para tu hijo, entera, sin miedo y sólo quiero una cosa mientras respire, y es amaros a los dos y traer la felicidad a vuestras vidas.
Apolo Becker
Arrodillado, escuchándola, dejé caer mis lágrimas, nunca imaginé que podría continuar mi vida al lado de otra mujer, pensé que ya no podría sentir la felicidad de amar a otra mujer que no fuera mi esposa que falleció hace años.
Abigail llegó a mi vida, quitándome el peso que llevaba de todas las cicatrices, el dolor de ser un hombre viudo, con un hijo que extraña a su madre, no solo gané una nueva oportunidad de amar, mi hijo ganó una nueva persona que también lo amara y que superó todas mis expectativas que eran diferentes a lo que imaginaba para mi futuro.
Abracé fuertemente a Abigail, seguíamos arrodillados, ella me miró y me secó las lágrimas.
Me pongo de pie junto a ella y le pongo el anillo en el dedo.
Nos besamos y la llevo a mi cama, le quito los tacones, el vestido y ella me quita la camisa, me pongo sobre ella en la cama y le digo:
-¡Vean eso! El objeto no puede quitarme la ropa y usar mi cuerpo, como tú estás haciendo ahora.
Abigail Miller
-¿Es serio que quieras hablar ahora?
Apolo Becker
-Sé que me quieres Abigail, pero yo también te quiero a ti.
Abigail Miller
Me besa la boca y baja con sus labios, lo alejo dejando su boca en mis labios y nos amamos de una manera tranquila y ligera, como si fuéramos dueños del tiempo y todo a nuestro alrededor estuviera en cámara lenta.
Apolo Becker
Después de unas horas, cansado, tumbado en la cama, me doy cuenta de que se estaba levantando para ir a la otra habitación, así que le hablo:
-Esta habitación es tan mía como tuya, ¿por qué no la compartimos?
Continua...