"Ser una perdida"
Ser una perdida es más que estar sin rumbo en un lugar desconocido; es dejar de seguir el camino que la sociedad, el tiempo que nos toca vivir, o nuestra propia comunidad impone. Tradicionalmente, "perderse" significa no tener dirección, estar en un espacio sin referencias. Pero también puede ser una decisión inevitable: romper con las normas y expectativas de los demás, avanzando a pesar del miedo a las etiquetas, cuando ya no queda otra opción más que buscar un camino propio.
Estar perdida es ser vista como una “loca” o incluso una “puta,” etiquetas que pocas veces se dicen en voz alta, pero se cuchichean en secreto.
Es una especie de ataque hacia las mujeres que eligen por sí mismas, que buscan libertad y autenticidad. Estar perdida es atreverse a tomar decisiones propias, aunque el mundo no las entienda. Es un acto de rebeldía y una afirmación de independencia frente al juicio de los demás, en el fondo solo buscan ser aceptadas y queridas,con sus elecciones
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capitulo 3 novedades en la Colonia
En el camino a casa encontró a varios vecinos reunidos frente a la tranquera de un predio lindante.
Algo había ocurrido estaban también los pastores de la congregación y lo llamaron a que se acercase.
—Buen día.. —saludaba en forma amable,no entendía que hacían todos juntos.
— Maslov,venga con su esposa a una reunión en mi casa.
Apareció un hombre en la entrada de la Colonia y queremos definir que hacer con el.
No se puede quedar durmiendo debajo de un árbol.— le explicaban.
No era común ver una persona por esos lados así, en esa situación.
Lo tomaban como algo que solo habían visto en contadas ocasiones y en grandes ciudades.
—Pastor ...¿ya tienen idea de quien es??.— preguntaba curioso.
—No,parece que bajó del tren y se vino hasta acá caminando, venga con su esposa.— insistía con su presencia.
—Si...no tengo problemas, entonces voy a buscarla . — se montó en la bici y emprendió nuevamente el camino preocupado con lo que habia escuchado.
Raquel sacaba agua de la bomba para lavar algunas ropas cuando regresó apurado y entró a hablar con su mujer.
Después fue por el caballo para ponerlo en el sulky .
—¡¡ Raquel ven!!.—la llamaban para que no mojara la ropa que cargaba.
— Si mamá.—dejaba el agua en donde la almacenaban dentro de la casa y la ropa sobre una silla.
— Vamos a salir con tu padre, quiero que me cuides el dulce que está en el fuego .— le pedia mostrándole hacia que lado lo estaba revolviendo.
—Se va a cortar,mejor lo sacamos y voy con ustedes.— si era para salir siempre estaba dispuesta, eso la sacaba de la monotonía.
—Raquel no puedes vivir pegada a nosotros ,te quedas cuidando el dulce.— Sara se quitaba el delantal y se lo entregaba.
Estaba demasiado contestadora su hija,pero no tenía edad ya, para darle un par de nalgadas.
—No es hora de rebeldía, apareció un hombre en la entrada de la Colonia y vamos a una reunión con el pastor.— le explicaba su padre ,sabía lo obstinada que podía ser cuando no quería obedecerlos.
—Con más razón debería ir y no quedarme aquí sola.— sentia que si convencia a su padre se saldria con la suya.
—¡No me irrites!,que no se te queme el dulce o me vas a conocer.— le advertia nuevamente su madre.
—Prende la radio hija, necesito saber si llegó la semilla de trigo,escucha todos los telegramas .
No cambies a otra emisora ,sabes que estamos apurados por sembrar. —le advertía su padre mientras Sara envolvía la mayoría del pan que habia horneado más temprano en un repasador nuevo para llevarle al pastor Luis y cumplir la promesa de mostrarle sus dotes culinarias.
—Está bien me quedo entonces... cuidando de todo. — respondía resignada encaminandose hasta la cocina y ocupándose del dulce a medio terminar.
Cuando se marcharon ,se encerró en la casa enojada , sentía miedo de quedarse sola y más cuando rondaba gente extraña por el lugar.
Esa no era la primera vez y no sería la última, hasta los viajeros que vendían mercadería dentro de la Colonia ,le daban miedo.
De a ratos ,miraba por las ventanas esperando el regreso de sus padres.
Sin dudas le tocaría cocinar también, no le agradaba que estuvieran tan misteriosos.
Revolvía el dulce y preparaba el almuerzo con lo que tenía a mano,ni muerta salía para afuera de la casa hasta que sus padres no regresaran.
Volverían más tarde de lo esperado y un hombre mayor los acompañaba.
Estaba curiosa en saber quién era ,pero el dulce se estaba aprontando y no podía dejar de revolver.
—Raquel llegamos..— le decía su madre entrando directamente a la cocina.
—Está casi pronto mamá, y no se me cortó.
Preparé un guiso de lenteja para el almuerzo.— lo decía con orgullo,esperando la aprobación de doña Sara.
— Gracias querida ,deja que lo termino,ve a poner la mesa.
Tenemos un invitado.— le explicaba
—¿Quien es el señor que está con papá?,¿algún pariente lejano?.— no lo conocía de nada.
—Es el hombre que estaba en la entrada de la Colonia.
Con tu padre accedimos a darle un abrigo temporal,nadie podía colaborar con eso y como buenos cristianos es nuestro deber.
Vivirá en el galpón por ahora, coloca otro plato.
Obedeció a su madre aprontando la mesa toda curiosa con ver más de cerca al señor.
Su padre entró a la casa,después de soltar el caballo, haciendo pasar al extraño.
— Hija el es don Tolentino,va a vivir con nosotros un tiempo y ayudarme en lo que sea necesario.
¿Escuchaste la radio??.— le preguntaba impaciente.
—Ya llegó la semilla,preparé el almuerzo.
Buenas tardes don Tolentino.— lo saludaba con respecto y curiosidad.
Podía sentir el olor a alcohol junto al tabaco impregnado en la piel.
Ese señor ,era el tipo de persona que su madre no aprobaría en la casa, si su padre o el pastor no se lo pidieran.
—Boa tardes.— le devolvía el saludo con la mano.
Se sentaron a la mesa y su madre ya les entregaba los platos del guiso de lentejas humeante.
Una buena dosis de calorías para aliviar el frío y alimentar los cuerpos hambrientos.
Se habían perdido la hora de la comida que siempre era servida a medio día ,puntual como un reloj cucu.
El dulce ya estaba pronto para ser envasado y mientras los frascos se hervian para esterilizar en agua caliente, la familia almorzaba en silencio después de agradecer por los alimentos.
—¿De donde dijo que era don Torentino??.— preguntaba la señora Sara.
—Du Brasil .— era de pocas palabras y hablaba un portugués mezclado con español.
Pero se lo entendía.
—¿En que trabajaba allá en Brasil? .— indagaban queriendo saber más de la persona que albergarian en su casa.
— En muita cosa.
Posso ayudar com cualquer tareia ,no precisa me pagar, solo queiro um canto pra durmir.
Sei arrumar calderas, panelas ,fazer lonjas además de arreios si hay cuero ,né *.— afirmaba con miedo de pedir un poco más del guiso delicioso que compartían con el.
Llevaba días que apenas comía unos pedazos de pan duro que traia en una bolsa de tela que cargaba al hombro.
—Tengo algunos en el galpón, para arreglar la montura del caballo del sulky .— explicaba el papá de Raquel.
—Eu arrumo señor .— se mostraba de buena voluntad .
—Bueno venga que le muestro donde va a dormir.—lo llevaba al depósito de las raciones y le acomodaba un viejo catre con bolsa de arpillera que solo el lo usaba cuando se iba de pesca con algunos vecinos.
No le agradaban las tiendas ,ni dormir en el suelo.
En caso que lloviera el agua viajaría por debajo y encima evitaría algunos animales ponzoñosos que se quisieran colar en su cama.
Regresó a la casa y mientras Raquel se iba a lavar la ropa que su madre le había dado más temprano ,sus padres hablaban del futuro.
—Necesito el dinero Sara,vamos a quedarnos con la tierra de los Ferreira.
Mire todo el lugar,los galpones son buenos ,espaciosos,los alambrados están enteros,los corrales también,tiene embarcadero, la casa es más grande y te va a gustar el jardín.
Y la tierra, es tierra negra de la buena , es un bajo en el que se puede plantar cualquier cosa o criar animales.
Los pocos que quedan en el pasto entran en el negocio y no tendríamos que preocuparnos por comprar mas bichos por ahora.
Cuanto antes digamos que si mejor,la semilla ya está, ¿ a ti te parece bien??.— preguntaba su opinión, antes de cerrar el negocio.
—¿Que hacemos con el hombre que trajimos?.— se refería a Tolentino, el verso de buen cristiano se terminaba con sólo sentirle el olor a alcohol.
—Lo dejamos acá, ésto no puede quedar solo y no creo que quieras que tire la casa abajo para sembrar.— Sara miraba las paredes a su alrededor.
Odiaria ver la casa que construyeron con gran esfuerzo desaparecer.
—Lo que tu digas viejo,¿quieres ahora el dinero. ?—le preguntaba para dejarlo pronto .
—Voy a cerrar el trato primero, entonces, si estas de acuerdo , hay demasiados interesados.
Ya regreso querida,¡¡que dia movido!! .— se lamentaba ,no le gustaba pasarse sólo en la calle.
Tomo nuevamente la bicicleta y salió rumbo a la casa de los Ferreira.
El hombre no podía creer que el Ruso había regresado tan rápido.
¿Que querría ahora?, no lo sabía, encima estaba interrumpiendo su amada siesta.
—Maslov,aqui nuevamente. — se cruzaba de brazos resignado con su presencia nuevamente.
—Ferreira , vamos a hacer el negocio.
Hable con un escribano de confianza y hacemos los papeles enseguida.— estaba incrédulo.
—¿Está seguro Maslov??.— aún no creía que tenía el dinero para pagarle.
—¿Que tal mañana eso de las dos?, tengo que levantar una semilla y de paso hacer algunas compras para la casa .— le explicaba sus quehaceres.
—Está bien,le aviso que no puedo bajar el precio y por el agua no se preocupe ,estoy seguro que si le vendo a alguien más, no se la va a negar.— tenian un acuerdo verbal de compartirla con él.
—No me gusta correr riesgos, digame quien es el escribano que buscará. — esperaba atento una respuesta.
—Justo Barnada ,el siempre me hace los papeles.— era el más conocido en San Benito.
—Bien...¿ le queda bien a la hora que le dije??.— preguntaba impaciente.
—Si no hay problemas,ahora mismo voy por el.— de todas maneras si no tenia la plata era bueno que el documento quedara pronto,porque estaba seguro que lo vendería tarde o temprano a alguien más.
—Nos vemos mañana entonces. — le dio la mano y salió nuevamente rumbo a su casa.
Ferreira se rascaba la cabeza , aún tenía dudas que tuviera el dinero,pero no dejaria de buscar al escribano por las dudas que su percepción fuera equivocada.
(*"né ",es una expresión en portugués que tiene varios significados como está bien,de acuerdo,es eso, o solamente si, es una jerga popular.)
Hasta empleo le dio a la muchacha amiga de Raquel..