Blanca Como La Nieve

Sonreí afirmando y juntando mis labios con los suyos. Su lengua se abrió paso entre mis labios saboreando cada parte de mi boca. Nuestras lenguas danzando juntas era un placer al que no podía resistirme.

—Deberíamos entrar—susurró pegado a mis labios.

Agarré su mano y nos encaminamos a la entrada del restaurante.

—Así que eres una especie de alcalde—

—Bueno, algo así. Ya irás conociendo todos los detalles. —

El resto de la cena pasó entre risas de mamá y Lina y miradas intimidantes de papá hacia Kai. El rubio ponía una sonrisa forzada cada vez que mi padre lo mataba con la mirada.

Estábamos ya con los postres cuando papá habló.

— Y ¿qué tienes pensado para vosotros Kai?, como bien sabes mi hija se ha criado como una humana y no está familiarizada con vuestras costumbres. No me gustaría que sufriera por todo esto de los mates y esas cosas de lobos. Además tú eres el Alfa de Ciudad Amatista, tienes un compromiso con tu manada, no puedes dejarlo todo y centrarte en mi hija— la dureza en la voz de papá me desagradó.

—Como bien dice, su hija no está familiarizada con las costumbres nuestras y lo último que deseo es que ella sufra así que haremos las cosas a la manera humana. Le he pedido que sea mi novia y ha aceptado así que nos lo tomaremos con calma —el rubio agarró mi mano por debajo de la mesa —En principio yo debo regresar mañana mismo a Ciudad Amatista porque pasado mañana tengo una reunión importante a primera hora. Estaré unos días resolviendo unos asuntos y volveré aquí para pasar el fin de semana con su hija — Kai volteó a mirarme— si ella quiere. —

Iba a contestar pero mi madre se adelantó.

—Es muy amable de tu parte tomarte tantas molestias. Se que para los lobos es difícil separarse de su mate,incluso doloroso, sobre todo cuando hace poco tiempo que se han encontrado así que agradezco tu comprensión con mi hija. —

—Como he dicho, lo último que quiero es que Samara sufra. Todo irá a su ritmo y como ella desee. —

Mi padre parecía conforme porque por primera vez en toda la noche relajó su mirada hasta que la camarera trajo la cuenta y apestó a testosterona por ver quien pagaba antes.

Mi madre se despidió del rubio invitándole a almorzar al día siguiente antes de su partida. Papá le volvió a estrechar la mano pero esta vez con una sonrisa de aprobación en su rostro.

Fuimos en el coche de Lina hasta el hotel, mi amiga se despidió de Kai y se volvió a meter en el coche para darnos algo de privacidad. La morena podía ser muy alocada pero sabía cuando tenía que retirarse.

—Así que te irás mañana—

—Sí, me encantaría quedarme pero no puedo retrasar la reunión. —

—Claro, está bien, es normal,eres un Alfa y todo eso— un pellizco se me instaló en el estómago

— Oye — el rubio me atrajo hasta él y me rodeó con sus brazos —no quiero que pienses que por ser el Alfa no voy a tener tiempo para tí como dijo tu padre. Arreglaré unas cosas, estaré aquí el viernes a más tardar y hasta el l lunes por la mañana seré todo tuyo—

Subí mi cara para encontrarme con esos ojos color miel que me volvían loca y sin pensarlo estampé mis labios en los suyos. Él los recibió de buena gana y pronto se adueñó de mí boca saboreando con su lengua cada rincón de ella.

Sus manos subían y bajaban por mi espalda provocando chispas a su paso. Era increíble lo que su tacto me provocaba. El beso fue subiendo de tono y juro que si no llega a estar Lina esperándome hubiera arrastrado a Kai hasta su habitación para terminar lo que habíamos iniciado.

—Creo que debería irme, Lina tiene que estar desesperada— dije cortando de mala gana el beso.

—Sí, claro. Te veo mañana— me dio un beso en los labios.

—Hasta mañana Kai—

—Hasta mañana muñeca—

Me monté en el coche con un cosquilleo en la entrepierna que había iniciado con el beso y continuado con sus labios llamándome muñeca. Lina me miró con una cara burlona.

—¡Estás cachonda! — dijo la morena poniendo el coche en marcha.

—¿Qué?, ¡No! —expeté.

—¡Oh, sí!, puedo oler tu excitación. —

—¿Qué?, ¿En serio? —

—Sí, los lobos tenemos el olfato muy desarrollado. Desde que me transformé a los 18 he podido oler cada vez que te ponía cachonda un chico. —

—¡Eso es asqueroso! —

—No creo que Alfa Kai opine lo mismo—

—Espera, ¿él también lo habrá olido?. ¡Oh, dios, claro que lo habrá olido! — me encogí en el asiento del coche queriendo que la tierra me tragara. Tenía que aprender muchas cosas de los lobos.

—Tú también puedes saber muchas cosas por los olores, solo que todavía no los reconoces. Te falta practica. A ver, ¿reconocerías el olor de Kai? —

—Fresas y chocolate, me encanta— solo de pensarlo se me hizo la boca agua.

—Vale y cuando estabais en la puerta del hotel dándoos el lote ¿cambió su olor? —

Pensé por un instante y asentí.

—No cambió exactamente, seguía siendo su aroma pero más dulce, más atrayente—

—¡Exacto!, esa nota dulce es la excitación sexual. Ya irás aprendiendo poco a poco —

La morena condujo atravesando el pueblo hasta que llegamos a mi calle.

—Lina, ¿es cierto lo que dijo mi madre? —

—¿Qué cosa? —mi amiga paró el coche en la puerta de mi casa.

—Que para los lobos es doloroso separarse de su pareja—

—Cuando un lobo encuentra a su pareja destinada es algo mágico. Es algo que no todos los lobos tienen la suerte de experimentar ya que, hoy en día, por desgracia, hay muchos lobos que no encuentran nunca a su mate.

Separarnos de nuestra pareja es algo impensable para nuestra parte animal, sobre todo cuando hace poco tiempo que hemos encontrado a nuestro mate. Nuestro lobo puede estar inquieto, molesto y básicamente ser un grano en el culo si no estamos en contacto físico todos los días, o más bien todas las noches, con nuestra pareja — la morena hizo una pausa — si sumamos a eso que tú pareja es un Alfa y su lobo es más fuerte y más posesivo con su pareja que la mayoría de lobos... Sí, posiblemente para Kai sea doloroso y su lobo le de problemas. —

—Y ¿porqué no me lo ha dicho? ¿Porqué no me ha pedido que me vaya con él? —

—Creo que tu padre lo hubiera aniquilado si te dice en la cena que te vayas con él—las dos nos reímos por el comentario de la morena porque llevaba razón —Pero creo que la verdadera razón es que es un cielo y no quiere forzar las cosas entre vosotros. Te ha dicho que llevaréis la relación a la manera humana para que estés más cómoda así que imagino que intentará mantener a su lobo controlado hasta el fin de semana. —

—¿Piensas que debería irme con él? —

—Aquí lo importante es lo que pienses tú. Dime, ¿qué sientes? —

—Si lo pienso creo que es una locura irme con un hombre que he conocido hace solo unos días pero, por otro lado, siento que mi lugar está con él. Con solo saber que va a estar lejos de mí y no lo voy a ver hasta el viernes se me coge un pellizco en el corazón — le expliqué sinceramente a mi amiga.

—Creo que tú ya sabes lo que quieres hacer—

Nos dimos un abrazo y prometí contarle todo lo que pasara al día siguiente.

Esa noche no pude dormir. Estaba muy inquieta, no paraba de dar vueltas en mi cama y me di cuenta de que lo echaba de menos. Mi cuerpo echaba de menos dormir abrazada a él inhalando su aroma.

Por la mañana era un zombie,pero un zombie con las ideas claras.

Me duché y me vestí con unos shorts azules y una camiseta blanca. Bajé hacia la cocina para desayunar con mis padres preparando lo que les iba a decir y visibilizando las distintas opciones por donde podría salir mi padre. Por supuesto, en todas habría gritos y la negativa por su parte a que me fuera. Sin embargo, ninguno de los supuestos que había hecho mi mente daba cabida a lo que pasó en realidad.