Alexandra fue engañada creyendo que firmaba un contrato laboral y acabó siendo uno matrimonial.
En tanto que para Christopher la situación también ha sido complicada, ya que como presidente de la empresa familiar, al momento de firmar los papeles para asumir el cargo de manera oficial, dos cláusulas cambiarían su vida para siempre: casarse y ser padre.
Por obligación ambos debieron aceptar la situación; sin embargo, jamás pensaron que la llegada del otro cambiaría muchas cosas para ellos.
¿Podrá el amor surgir con base a un contrato dado por mentiras?
¿Pueden dos personas, con perspectivas de la vida tan distintas, llegar a llevarse bien?
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Capítulo 8 EN OTRO CONTINENTE
Alexandra
Estoy preocupada porque éste estúpido matrimonio durará tiempo y con lo reconocido que es mí jefe seguro mis padres se enteren. ¿Como les explico que me casé engañada y que debía tener un hijo al cual entregar para obtener el divorcio?
Tendría que discutir varios puntos de los futuros acontecimientos porque si el creía que se llevaría todo fácil y yo seguiría sus órdenes estaba muy equivocado.
Cuando el lunes fui al trabajo subí por el ascensor al último piso y me dirigí a su oficina inmediatamente.
-Señorita no puede... pasar
-Tú jefe me atenderá si no quiere que tire abajo su maldita oficina
Entré y lo vi comiéndose a besos a una modelo famosa.
Me senté en su sofá mientras él estaba en su silla con ella encima, así que me puse cómoda. Esperé acostada en el sofá con mis piernas estiradas hasta que puse una canción en mí teléfono
-¿Quien es ella bebé?
-Kiara luego te llamo
-¿Por estar con esta empleaducha? Que se vaya y continuamos
-Continuen con lo suyo, tengo todo el tiempo del mundo- subí el volumen del móvil
-Vete Kiara, luego te llamo
Ella se fue enfadada y él se acomodó su traje azul mientras yo esperaba ya sentada que me escuchara el infeliz
-¿A qué debo el honor? Impaciente por la boda seguro
-No, más bien me gustaría aplazar la fecha un poco
-¿Cuándo?
-En unos cincuenta años
-La fecha no es negociable, ¿Qué más?
-No quiero que mis padres se enteren, sin prensa
-¿Te avergüenza que sepan que su niña se casa?
-Si, me aterra que piensen que me casé con un sugar daddy
-Soy mayor que tu doce años, casi trece
-Demasiado mayor, tienes la edad de mí tío- una pequeña mentira que le quitó la estúpida sonrisa arrogante del rostro
-Si solo viniste aquí a decirme viejo puedes irte
-Como te decía sin prensa, ni sueñes con tener noche de bodas, mucho menos luna de miel, a menos que tu vayas a un destino y yo a otro continente
-¿Algo más?
-Si, cuando nos casemos quiero mí propia habitación lejos de ti- me pare y fui hacia la puerta pero me detuvo
-Serás mí esposa, que no se te olvide. Puedo esperar para consumar el matrimonio pero eventualmente pasará y deberás cumplir, ya verás que los años que tanto me criticas te hacen disfrutar
-Cuando eso suceda te odiaré profundamente, aléjate me das asco- intentó besarme
-Ya verás como no me rechazas después
-Si fueras quien tanto me gusta no lo haría, tenlo por seguro
-Si ese pobretón, ¿No te das cuenta que conmigo no tiene comparación? Dime una sola cosa en la que es mejor que yo
-Eso no necesito ni pensarlo, él no tiene que recurrir a engaños para tener a una mujer a su lado ni valerse de contratos para acostarse con alguien. Adiós, que tengas un mal día tal como los que tengo yo desde que firmé el contrato.
-Adios, también te adoro
Le mostré el dedo medio ante la mirada de asombro de su asistente y el muy estúpido sólo rió en respuesta. Disfruta sacarme de quicio, a ver si disfruta como su ego se reduce a la nada misma junto con su estúpido orgullo.
Yo jamás lo amaré ni me entregaré por voluntad, Si quiere sex hay muchas que lo harían con gusto pero conmigo que no cuente
Creí que mí primera vez sería por amor con el hombre adecuado, Soñé en grande.
