TU AMOR EGOÍSTA.

...N. Tobías....

La marcha nupcial comenzó a sonar, veo a Raquel entrando del brazo de su padre.

No puedo evitar sonreír.

Se ve hermosa, tiene una sonrisa en el rostro pero en sus ojos solo puedo ver tristeza, no tiene ese brillo del que me enamoré la primera vez que la ví.

Caminan hasta donde estoy.

— Te entregó a uno de mis tesoros más preciados, cuídala mucho. — Me da la mano de Raquel.

— Lo haré, no se preocupe. — Tomó su mano.

— Te ves hermosa. — Le digo en un susurro.

Raquel no me mira. Se concentra en las palabras del sacerdote.

Después de la ceremonia...

— Tobías Lombardi, ¿aceptas por esposa a Raquel Castellano y prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y en la enfermedad, amarla y respetarla todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?.

— Si, acepto. — Nos estamos tomando de ambas manos y mirando directo a los ojos.

— Raquel Castellano, ¿aceptas por esposo a Tobías Lombardi y prometes serle fiel en lo próspero y en lo adverso, en la salud y la enfermedad, amarlo y respetarlo todos los días de tu vida hasta que la muerte los separe?.

Ella me miraba y no respondía.

Eso me puso un poco nervioso.

— ¿Que pasa mi amor?, ¿quieres ver a tu padre en la cárcel de nuevo?. — le susurré al oído.

Raquel me miró y está vez había miedo en sus ojos.

— Raquel Castellano... — El sacerdote iba enleode nuevo.

— Si, acepto. — Dijo ella.

— Lo que Dios ha unido que no lo separe el hombre. Puedes besar a la novia.

Tomé a Raquel de la cintura con una mano y con la otra tome su nuca, la besé durante mucho tiempo. Desde que la besé hace un tiempo he anhelado besarla sin que ella ponga resistencia. Y está ves no lo hizo. Sólo se quedó quieta hasta que la solté.

Los invitados aplaudieron.

Una lágrima salió de sus ojos. Los limpié rápidamente.

— No llores mi amor, te voy a hacer la mujer más feliz del mundo. — La abracé y después salimos de la iglesia.

Llegamos a la hacienda, partimos el pastel y después bailamos el vals.

Mientras bailamos la besaba en cada oportunidad.

— Ya basta, deja de besarme. — Dijo enojada.

-- Ahora eres mía y puedo hacer contigo lo que yo quiera.

— ¿Puedo bailar con mi hija.?

— Claro suegro. — Le di la mano de Raquel.

Henry me llamó para un asunto de negocios, fueron solo 20 minutos, cuando volví a la fiesta Raquel no estaba.

Me llegó un mensaje de Layla.

— ¿Sabes dónde está mi hermana? — Abajo estaba un vídeo. Por el ruido no escuchaba nada así que entre al despacho.

— Ayúdame por favor. — Le pedía Raquel a Justin.

— ¿Qué necesitas?, ¿quieres seguir burlándote de mi?.

— Nunca me he burlado de ti, te amo, eres el primer hombre de mi vida. — Lo abraza.

Apreté mis manos.

— Te casaste con el y sigues diciendo que me amas. — Dijo con ironía y burla.

— No es lo que parece te juro que todo tiene una explicación.

— Ve a darle explicaciones a tu esposo, yo no quiero volver a verte nunca en mi vida. —Se quitó sus brazos y salió.