Una Guerrera Muy Caprichosa

La tan esperada reunión tuvo lugar dos días después de que su padre le dijera sobre esta, por lo que Marcel se encontraba arreglándose para ver a la joven.

La reunión tendría lugar en la casa del marqués Deyrnas, en donde serian acompañados todo el tiempo por un miembro de la servidumbre, para así no dañar la reputación de la señorita Rayza.

Emocionado por dicha reunión, Marcel llego hasta la mansión Deyrnas, en donde fue recibido por el marqués y su hijo.

El marqués Lance Deyrnas era un hombre imponente, su cabello rojo como la sangre y su ojos azules como el hielo lo hacían lisiar poco amigable, y su siempre semblante serio no ayudaba a cambiar esa imagen.

Por su parte su hijo lucia la misma expresión que su padre en el rostro, y al tener los ojos del mismo color que su progenitor, el parecido entre ambos innegable, lo único que diferenciaba a Kaan de su padre era el color de su cabello, el cual era de un tono lila, herencia de su madre.

- Es un placer para mi recibirlo en mi casa, joven Zoragarria, estoy seguro de que encontrara a mi hija muy encantadora, Rayza es una joven muy habilidosa, estoy seguro de que será una gran duquesa – le dice el marqués Lance a Marcel, mientras lo recibe con extrema cortesía.

Para Marcel las intenciones de este hombre eran muy obvias, se notaba que solo deseaba unir su familia a la familia Zoragarria para así elevar su estatus, algo sumamente despreciable para Marcel, ya que este hombre pensaba lograrlo a costa de su hija y no por merito propio y era muy probable que a este poco le importara la opinión de su hija.

- El placer es mío, uno no siempre tiene la oportunidad de poder reunirse con una hermosa mujer como lo es su hija, ahora si me disculpan me reuniré con la señorita Rayza, que es lo que vine hacer – le dice Marcel al marqués y a su hijo, para posteriormente retirase, siguiendo a una de las sirvientas de la casa, que es la encargada de llevarlo hasta la señorita Rayza.

Marcel fue guiado por la sirvienta por los pasillos de la mansión Deyrnas hasta los jardines del lugar, en donde una joven lo esperaba y detrás de ella una mujer mayor se encontraba a una distancia prudente y respetuosa.

Al ver a la señorita Rayza, Marcel queda realmente impactado por su belleza, y es que si bien se hablaba mucho de Rayza, nunca se habla de lo hermosa que es, sus ojos rojo sangre, herencia de su madre, destacaban en su blanca piel, y su cabello, también de color rojo, herencia de su padre, hacia destacar su apariencia, ofreciéndole a la joven una belleza exótica, pero lo más inusual en Rayza era el efecto de degradado que había en su cabello, que iba del blanco en las raíces, hasta el rojo en las puntas, efecto que como el color de sus ojos había heredado de su madre.

- Es un placer para mi conocerla señorita Deyrnas, mi nombre es Marcel Zoragarria – se presenta Marcel.

Ante la voz del Marcel, Rayza levanta la mirada y observa fijamente a Marcel para posteriormente hacer una mueca de desagrado, algo que no paso desapercibido por Marcel, quien se sintió ofendido por la acción de la joven.

- Me gustaría decir lo mismo, pero no es así, no se porque mi padre insiste en casarme con un montos de fracasados – le contesta Rayza con una cara de fastidio.

- Señorita Deyrnas, yo en ningún momento le he faltado al respeto, y espero que durante esta breve reunión usted tampoco lo haga – le dice Marcel, intentado mantener la calma.

- No dije algo que no fuera verdad, digo paso años en el extranjero entrenando, para que un guerrero más pequeño que usted lo haya derrotado sin la mayor dificultad – le contesta Rayza con altanería.

- Usted no debería opinar de temas que no entiende del todo, y aun si tiene los conocimientos para hacerlo, uno nunca debe expresarse así de los demás, eso demuestra una gran falta de empatía – le dice Marcel a Rayza, para posteriormente levantarse – vine aquí para poder conocerla, y si en usted no encontraba a una futura esposa tal vez si poder encontrar a una amiga, pero veo que no será posible, y como mi presencia parece molestarle, me retiro, con su permiso señorita Deyrnas, que tenga un buen día – termina de hablar Marcel, quien se levanta y sale del jardín con dirección a la salida, en donde es interceptado por el marqués Lance.

- ¿Ya se va?, creí que su reunión con mi hija seria mas larga – le dice el marqués a Marcel.

- Yo también lo creí, pero la señorita Deyrnas y yo tenemos muchas cosas en común, así que creo que lo mejor para ambos será tomar caminos separados – le responde Marcel al marqués y sale de la mansión con la certeza de que no volverá.

Mientras Marcel abandonaba la mansión, su mente o deja de pensar en Rayza, ella era la primera joven que había conocido que parecía verlo a él y no a su titulo, era una lastima que fuera tan grosera, al parecer lo rumores que había sobre ella tenían algo de verdad, o la joven era la mejor actriz que había conocido en su vida, sea como sea, lo único que había quedado en claro ese día era que Rayza Deyrnas no tenia interés en él, por lo que lo único que podía hacer era olvidarla y seguir adelante con sus planes.