Sin Importar La Edad

Afuera de la habitación estaba Verónica bebiendo una taza de café y unas galletas de chocolate.

Me extraña que ella no se haya dado cuenta del abuso que esta sufriendo mi hija. Ya que, ella es quien la ha cuidado desde que nació.

_____ Buen día, señor Cervantes.

______ ¿Ya sabe que tiene la niña Ester?

Me quedé en silencio, observando a Verónica. En este momento sospechaba de todos al rededor de mi hija.

______ Entraré a ver a mi hija. Vuelve a la casa y cuida a Mariela.

Verónica cede a irse, termina de beber la taza del café y se marcha.

Empujó la puerta, mirando a mi pequeña acostada con los ojos cerrados.

Al escuchar los pasos, abre los ojos; dibujando una gran sonrisa entre sus labios.

______ Hola, Cariño... _____ Saludé a mi hija, acercándome a ella.

______ Hola, Papi...

______ ¿Cuándo me van a dar de alta? No me gustan los hospitales... Son muy deprimentes.

Tomé asiento a lado derecho de la cama, acariciando el cabello de mi princesa.

______ ¿Cómo te sientes? _____ Le doy un beso en la frente.

______ Bien... Pero ya me quiero ir de aquí. Extraño a mi hermana. _____ Solo me contesta eso, y notó sus manos moverse continuamente.

Estaba muy nerviosa, como si tratara de ocultar algo.

______ ¿Tienes miedo de algo? ¿Alguien te ha hecho daño?

Ester guardo silencio, eso me confirma que algo grave le sucede.

______ El médico me dijo que estás bajo mucha presión. ¿Sucede algo que no quieras contar a papá?

Ester inclinó la cabeza, intentando no tocar el tema.

______ Cariño, soy tu padre. El hombre que siempre te protegerá.

______ No tengas miedo de contarme que te pasa. Yo haré pagar a quien se atreva a dañarte.

Ester se muerde el labio inferior. De inmediato, notó el temor en sus ojitos... Sus lágrimas comienzan a caer, mojando sus mejillas.

______ Vamos, Cariño, cuéntale a papá lo que pasa. Si no lo haces, no podré ayudarte.

______ Papi; en la escuela hay una maestra que me hace sentir muy mal. Me humilla delante de los demás compañeros.

______ Me grita e insinúa que soy huérfana de madre, porque yo la mate.

Mi niña rompe en llanto, apreté mis puños para contenerme, en este momento era capaz de todo.

¿Cómo había seres tan repugnantes como para humillar a una niña tan buena y dulce como lo es mi princesa?

Esa maestra. Si es que se le puede llamar así. No tiene idea de con quien se acaba de meter.

Haré que se arrepienta hasta de lo que no ha cometido. Sabrá porque me dicen el demonio de los juzgados.

______ Cariño, que te parece si vamos a visitar a la tía Estela al extranjero y te quedas unos días con ella.

______ ¡¿En verdad iremos a ver a la tía, papá?! _____ Ester estaba feliz de volver ir al extranjero a ver a mi hermana mayor.

Estela era lo más parecido a una madre para mis dos hijas. Sin embargo, desde que su marido se mudó por trabajo al extranjero, mis hijas dejaron de verla.

_______ Claro, Cariño.

______ Hablaré con mi hermana y le dire que vamos para allá.

Ester se puso inmensamente feliz de saber que volverá a ver a su tía. Si hubiera podido levantarse sobre la cama, y saltar, lo hubiera hecho sin pensar.

A la semana de lo sucedido y haber llevado a mis hijas al extranjero con mi hermana; volví a la ciudad para hacerme cargo de la maestra y del divorcio de Marcela.

______ Buenos días, Directora Aria... Soy el abogado Cervantes, padre de la alumna Ester Cervantes.

Me presenté en la oficina de la Directora del plantel, donde estudia mi hija, o más bien, donde estudiaba mi hija, ya que, no pienso volver a enviarla a esta escuela donde humillan a los alumnos.

_______ Señor Cervantes, ¿a qué debo su visita?

______ He puesto una demanda en contra de esta escuela y de la maestra Juana Ávila, la cual a maltratado a mi hija, física y psicológicamente.

Aquellas palabras de mi parte, pusieron pálida a la Directora de la escuela.

______ Señor, no entiendo lo que me dice...

______ Dudo mucho que no entienda, señora... Usted, como los demás profesores, estaban a tanto de lo que sucedía en las aulas.

_____ Solo que se hizo de la vista gorda porque su maestra es hermana de la nuera de Rafael Méndez.

Por la expresión de miedo en la cara de la nefasta mujer. Me doy cuenta de que nunca se imaginó que yo lograra saber todo en tan poco tiempo.

______ La hundiré y a cada uno de los profesores que trabajen en esta escuela.

Al terminar de hablar, me doy la vuelta y salgo de ahí.

_______ ¡Señor Cervantes! _____ Solamente escuché ese grito detrás de mí, mientras me alejo.

...Mientras tanto....

...Narra Marcela...

Pasaron unos días desde que fui dada de alta del hospital. He mejorado mucho, también ordene que mudaran la ropa de Rafael a otra habitación.

No quería seguir durmiendo con él. Cada noche antes de dormir, cierra la puerta con llave. No puedo dormir tranquila ni en mi propia casa.

Hablé con el abogado de Pamela y me dijo que por ahora no puedo salirme de esta casa. Ya que, eso Rafael lo podría usar en mi contra.

Estoy siguiendo cada recomendación del abogado. Para mi buena suerte, Rafael se fue de viaje y estará lejos por más de una semana.

Eso me hace sentir tranquila, ya que, no debo preocuparme por discusiones.

Argelia y mi hijo se mudaron a otra casa. Rentaron un departamento de lujo en el centro de la ciudad.

No sé como Mario va a pagar algo tan caro, como lo es ese departamento. El trabajo que tiene en la empresa de Rafael, no le da para pagar algo tan lujoso como eso.

Tal vez, Argelia con su belleza y juventud logre hacer que Rafael le dé un poco más de dinero a nuestro hijo.

Y, siga llevando la vida a la que está acostumbrada, ya que, no veo otra manera en la que Mario logré darle todo lo que Argelia le pida.

Estoy segura de que Rafael y Argelia son amantes; sin embargo, no tengo pruebas... Nadie va a creerme y se lo digo a Mario o a mi otra hija.