Herederas Leone. Amor Y Venganza.

En algún lugar de Rusia se encontraba la pareja de recién casados, Donato y Madison siempre se han considerado personas del mismo carácter y lo suficientemente maduras para llevar un matrimonio normal y sin conflictos.

Ambos habían hablado de los términos solo llevarse bien, cero fallas de respetos como otras personas en su hogar y que mientras no se dejará en mal al otro públicamente podían tener cuánto amante quisieran, esto solo era negocios, Donato amaba a alguien más y Madison lo sabía, al menos el hecho de que existía más no su nombre.

Donato era un hombre capaz de tener a sus pies a cualquier mujer, pero eran muy frívolas o simplemente mujeres fuertes de esas independientes que no necesitan de la compañía de un hombre, sino solo para la cama, Donato soñaba con despertar con su reina al lado, pero era imposible uno, él no era bueno para ella y dos ella ya amaba a otro por eso buscaba en otras mujeres el placer más jamás no lo conseguía.

La pareja había llegada a Rusia como a las cinco de la mañana y de inmediato Donato debía salir a resolver un problema con una mercancía.

# Quédate y descansa Madi yo iré a ver la mercancía y luego regreso# El beso que le dio Madison en la boda lo había aturdido, por eso sintió la necesidad de acercarse y besarla antes de irse.

#Adios Madi# dijo y le dejo un beso en sus labios, Madison lo abrazo y le dijo.

# Ten cuidado sí, ven Temprano para la comida# Donato la miro a los ojos y se fue, aquello era extraño, pero le gustó, él iría a resolver todo lo más rápido que pudiera, a lo mejor su padre tenía razón y la convivencia ayudaría a que su matrimonio de verdad funcionara.

Donato salió de su mansión hasta llegar a una enorme bodega otro robo había ocurrido y cada vez los daños eran más grandes, como no podía seguir confiando en nadie el mismo fue a resolverlo sabía que era su noche de bodas, pero había hablado con Madison tanto sobre este matrimonio que ellos eran solo amigos más, si debía haber intimidad entre ellos como esposos que eran, pero los celos de pareja y esas salidas juntos no las tendrían.

Madison y Donato sabían lo que querían y era sus puestos y una gran alianza, él siempre vio a Madison como una mujer normal, pero hoy algo había cambiado él quería estar con ella y no le gustaba dejarla sola, pero conocía a su esposa ella no era de esos sentimentalismos y eso era precisamente lo que evitaba amarla a ella o cualquiera.

Donato a pesar de ser despiadado y frío no le gustaban las mujeres independientes de esas que no necesitas llamar ni nada, él le gustaban las mujeres como su amada le encantaba ser el príncipe para ella y ahora casado con Madison, esa posibilidad había muerto.

# ya estoy aquí qué demonios pasó # preguntó muy molesto y comenzaron a darle parte de lo que había sucedido, pasaron todo el día resolviendo los daños, después de haber arreglado casi todo el lío le mostraron en dónde estaba el hombre que habían atrapado, Donato camino hacia el sujeto que había querido escapar y no pudo, fue a sacarle información, él estaba todo formal aún con su traje de novio.

# Vaya que tenemos aquí una rata… verás seré breve, hay una princesa esperando por mí, te preguntaré una sola vez, si no me contestas te trozaré una pierna con esta hacha# soltó riendo al llegar al sujeto amarrado en una silla.

# Pregunta fácil quién te mando, quién es tu jefe# el sujeto contestó.

#Pudrete# Luego de eso se escuchó un grito desgarrador por el hombre amarrado cuando sintió como el hacha trozaba su pierna.

#Volvere a preguntar quién es tu jefe# el hombre solo lloraba y duplicaba que parará

#Por favor no siga#otro grito se oyó al tiempo que también se escuchó como su hueso crujió por el hachazo en la otra pierna.

El hombre gritaba desesperado mientras sus piernas yacían tiradas en el suelo, la cara de Donato era imperturbable, su ropa y cara cubierta con sangre, pero esto solo sonreía macabramente.

# Jefe, ya sabemos quién lo envió # hablo su fiel hombre de confianza, Donato lo miró y sonrió ampliamente.

# Eso lo sé, pero quería que me lo dijera él# el hombre suplicaba llorando.

# Por favor basta, hablaré, lo prometo # rogó, pero Donato contestó.

# Ya es tarde para eso# y de un solo movimiento con el hacha la cabeza de aquel sujeto rodó por el frío suelo.

Donato soltó el hacha y se limpió sus manos con un pañuelo para dar la vuelta y decir.

# Saquen la basura de aquí y quiero al responsable del ataque en esa silla o sus cabezas serán las que rueden.

Donato se dirigió a su auto, pero antes de llegar se presentó una balacera, él sacó su arma para defenderse y mató a varios, el hombre no se dio cuenta de un hombre en las sombras y lo hirió en un brazo.

# Maldición# grito para luego matar al sujeto, una vez la balacera termino Donato subió a su auto y fue llevado a su mansión donde Madison lo estaba esperando.

Él había pasado todo el día en ese lugar, ni siquiera había comido más que un café en la mañana, en el camino agradecía que fuese Madison la que estuviese en casa, ya que ella no se asustaría por su estado, quizá ni le importe, es un simple balazo.

Madison no había querido irse a dormir, ya eran las doce de la noche y él no llegaba, la rubia estaba sentada esperándolo cuando la puerta principal se abrió, la rubia ojos azules al ver a su esposo así se sorprendió mucho y corrió hacia él.

# Pero que pasó ustedes están de adorno, llévenlo a una habitación de prisa# llevaron a Donato y ella corrió por cosas para limpiarlo, ordenó llamar a un doctor de inmediato, una vez estuvieron solos lo empezó a atender primero cortando su ropa.

# Donato no te muevas y aguanta por favor# él solo se reía de ella, era un balazo en un brazo, la sangre no era de él.

# Dios mío que hago, no cierres los ojos y quédate conmigo# la chica estaba desesperada.

Madison Limpió el cuerpo de su esposo sin evitar embobarse con su cuerpo.

# Estás… Digo no estás herido aquí solo en el hombro# él se dio cuenta de lo roja que se pudo y sonrió.

# Madi soy tu esposo, no sientas vergüenza de ver# ella se puso nerviosa y respondió mientras le hacía un torniquete.

# Donato, déjate de chistes, estás herido# dijo mientras tocaba su brazo.

# Él estaba encantado con esto, realmente un balazo la asustó, no entendía, pero se iba a aprovechar de eso.

El hombre cerró sus ojos girándolos hacia arriba haciendo que Ángela cado se desmayara.

# Donato, despierta, cariño, despierta, no te duermas mírame # el hombre abrió los ojos y al mirarla algo en él se conmovió sintió algo inexplicable pero lindo.

Ella al verlo despierto se alejó nerviosa

# no te duermas Donato por favor# el médico llego un poco tarde y Madison casi lo golpea.

# Si a mi esposo le ocurre algo a usted también le pasará# la joven tomo la mano de su esposo y se negó a salir, el médico no la contradijo, estaba furiosa.

# Bueno, ya está, solo debe reposar, yo me voy allí, están las indicaciones y, disculpe por favor# el médico se fue y ella bajó a buscar su cena, la calentó y subió.

# Traje tu comida siéntate para que comas# dijo la rubia.

# A esta hora# pregunto ceñudo.

# Cuando comiste por última vez# le pregunto ella.

# un café en la mañana # la cara de Madison cambio a una cara de disgusto y él sonrió se veía hermosa así

# Abre y no estoy bromeando Doni# Antes el apodo, el hombre quedó pasmado, pero le gustó, lo sintió conocido y le encantó.

Madison atendió a Donato toda la noche y el otro día también, aunque él quería pasarse, no lo dejo.