Una semana antes de su boda, Amelia, de 25 años, descubrió que su prometido la engañaba con su mejor amiga Lisa… y que ella está embarazada, sintiéndose asqueada, decepcionada y traicionada, Amelia se negó a derramar una sola lágrima porque no les daría el gusto de verla rota, así que en silencio, trazó un plan: avergonzarlo públicamente el día de la boda y poner fin a una relación construida sobre mentiras y lo que comenzó como una humillación planeada se convirtió en el primer paso hacia una nueva vida, donde Amelia ya no será la víctima, sino la autora de su propio destino.
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Capítulo XX:Donde el espejo no mintió
Amelia se observaba en el espejo, esa llamada la descolocó un poco y a pesar de que se dijo a si misma que ya no se sentiría afectada por las acciones de Lisa era algo inevitable.
—¿Estás lista? — preguntó Miguel desde la puerta.
—Si, no podemos llegar tarde— respondió Amelia ajustándose un pendiente con manos temblorosas.
Miguel se acercó y le dio un beso en la frente como cuando era una niña
—No permitas que esas personas te sigan afectando
Amelia le sonrió con ternura.
—No te he dicho que te ves muy hermosa el día de hoy.
Amelia se dio la vuelta con orgullo.
—Gracias papá, pero lo dices porque soy tu hija—dijo Amelia muy conmovida.
—No lo digo porque eres mi hija—replicó Miguel con orgullos—Sino porque es verdad.
Lisa se quedó con su teléfono en la mano y observaba la pantalla negra con una expresión de incredulidad en su rostro porque no podía aceptar que Amelia se negara a ayudarla y en fondo esperaba que la llamara de vuelta como en el pasado.
—¿Cómo puedes ser tan cruel Amelia Hidalgo? — murmuró para sí misma mientras abría una página en su navegador— Al menos yo intentaría mostrar interés, aunque después no haga nada.
Lisa continuaba en su búsqueda de inmuebles para alquilar cuando se le acercó su supervisor y estampó sobre su escritorio una serie de documentos, y el rostro del hombre era una mezcla de hastío y hartazgo que no se molestaba en disimular.
—¿Me puedes explicar porque pierdes el tiempo cuando tienes tanto trabajo acumulado?
—Lo siento jefe, es que …
—Lisa no me importa nada de lo que tenga que ver con tu vida personal, ese es tu asunto, el mío es que tu trabajo está atrasado.
Lisa tragó saliva y se sentía humillada pero no podía hacer nada porque necesitaba el empleo, la desconcertaba el cambio de actitud de su supervisor en los últimos días, antes era amable con ella ahora apenas si la soportaba, lo que ignoraba es que su supervisor fue compañero de secundaria de Josefina y ella en consideración a la amistad de esta con su hermana la ayudó a conseguir ese empleo, gracias a que se mantenían en contacto pero cuando traicionó a Amelia no dudó en contárselo a su antiguo compañero y este por lealtad no dudó en ajustar cuentas.
—Voy a intentar ponerme al día —dijo con voz baja.
—No es que lo intentes es que lo hagas, y te lo digo claro, estar embarazada no te hace inmune, si sigues así puedes ser despedida por negligencia.
Lisa asintió con la mirada clavada en la pantalla sentía que el mundo se le encogía, no por el castigo sino que por primera vez nadie estaba dispuesto a ayudarla, estaba sensible, y contuvo sus lágrimas, y se mordió el labio, pero de igual manera se puso manos a la obra y entre descansos marcó el numero de una inmobiliaria que ofrecía “Alquileres baratos”, las fotos en la página de internet mostraban inmuebles de muy buena calidad y se promocionaban como de precios justos.
—Buenos días llamo para preguntar si el apartamento en la avenida Bolívar, el de la cocina blanca y un balcón con vista al mar aún está disponible para alquilar.
El tono de voz de la agente inmobiliaria sonaba amable y Lisa supuso que sería muy sencillo encontrar un inmueble.
—Aún está disponible, ¿Le gustaría verlo? — preguntó la agente con entusiasmo.
Lisa sonrió porque en las fotos del inmueble todo lucía con acabados de primera.
—Si, pero antes me gustaría saber las condiciones de la negociación.
—En el caso que le guste para reservarlo necesita dos meses de depósito, uno por adelantado, un mes de comisión por gastos administrativos y pagar los honorarios del abogado por la firma del contrato.
Lisa tragó saliva porque esto era más de lo que tenía estimado gastar para mudarse, y el problema era que no disponía de esos recursos.
—Le aviso en los próximos días para coordinar una visita—dijo Lisa más por compromiso que por convicción.
—Gracias por llamar, que tenga un excelente día —respondió la agente inmobiliaria.
Colgó la llamada y suspiró sintiendo el alma en vilo porque la situación para ella era muy complicada, continuaba haciendo su trabajo de forma casi autómata y por momentos se distraía, volvió a revisar los anuncios y encontró uno que le llamó la atención.
—Hola, estoy interesada en el apartamento de la calle El Sol, el que tiene rejas de seguridad y aire acondicionado.
—Está disponible pero no aceptamos mascotas ni niños.
—¡Excelente!, no tengo mascotas.
El rostro de Lisa se llenó de emoción pensando en que tal vez había una posibilidad de encontrar un lugar al cual mudarse.
—¿Y niños?
La alegría momentánea que sentía en ese momento se desvaneció y su subconsciente la traicionó.
—Bueno … aún no ha nacido.
—Lo siento, señora, pero no aceptamos niños.
Colgó otra vez y se dejó caer en la silla y se llevó las manos al rostro sintiendo una profunda desesperación.
—¿Por qué no nací siendo rica?, ¿Por qué todos me odian?, ¿Por qué nadie me trata bien?, ¿Por qué todo lo malo me pasa a mí?
Lisa no paraba de quejarse mientras que su compañera de oficina no paraba de suspirar y poner los ojos en blanco.
—Todo lo que te pasa es karma—dijo con molestia
Lisa levantó la cabeza.
—¿Karma?
—Si, por tus malas acciones
—Nunca he hecho nada malo.
La compañera enarcó una ceja en tono de burla.
—No, solo rompiste el corazón de varias mujeres porque eres una pretenciosa coqueta y eso se paga.
Lisa se quedó sin palabras porque era una verdad muy incómoda desde adolescente le encantaba el reto de conquistar lo prohibido sin importarle las consecuencias, el resto de las llamadas para alquilar terminaron de la misma manera, sintiendo en su interior mucho desánimo.
Entre tanto Amelia luciendo un outfit muy exquisito el cual realzaba sus atributos y mostraban lo buena que era en su trabajo, se encontraba reunida con el cliente que usaría sus imágenes para una de sus líneas de productos, y este no paraba de hacerle elogios.
—Srta. Hidalgo, las fotos no le hacen justicia porque en persona usted se ve… sencillamente hermosa.
Amelia se sintió un poco avergonzada y desvió la mirada, y era cierto lo que todos le decían y es que tenía una autoestima tan lesionada que le costaba aceptar halagos.
—Me honra que su empresa quiera usar mi imagen—respondió con voz serena.
—Srta. Hidalgo, su imagen representa una con la cual muchas mujeres pueden sentirse identificadas, real, fuerte y elegante y es lo que queremos mostrar.
Amelia firmó con entusiasmo el contrato, por supuesto iba en compañía de su protector padre el cual veía con mucho orgullo como su tímida hija comenzaba a desplegar sus alas y era reconfortante que los demás finalmente notaran lo maravillosa que era.
—Gracias por esta oportunidad — dijo Amelia estrechando la mano del cliente.
Miguel y Amelia salieron del lugar de la reunión muy satisfechos porque el acuerdo era muy ventajoso para Amelia además de que abría la posibilidad de futuras colaboraciones, se abría un abanico de posibilidades para ella y se comenzó a gestar la idea de independizarse de la agencia de modelos.
—Papá … ¿Crees que debería emprender por mí misma?
Miguel la miró con ternura.
—No solo lo creo, sino que siento que es momento de que lo hagas, además de que cuentas con mi apoyo.
—Tengo mucho que planificar, pero antes necesito poner en su lugar a una arpía.
Miguel sonrió con complicidad.
—¿Quieres que te acompañe?
—No es necesario papá, esto es algo que debí hacer desde el principio.
Isabel tamborileaba la mesa con sus dedos los cuales lucían una delicada manicura y esperaba en un restaurante de moda por Amelia sintiendo cada vez más impaciencia.
—¿Qué se cree esa ballena haciéndome esperar por ella?
Isabel revisaba el menú pensando en que no deseaba hablar con esa mujer, estaba enojada cuando la vio llegar y se sorprendió porque debía admitir que se veía muy hermosa … a pesar de su talla plus.
—Lo siento por llegar tarde … suegra — dijo Amelia con una elegancia muy abrumadora.
La palabra suegra le resultaba muy irritante, pero se contuvo y esbozó una sonrisa forzada.
—Al menos llegaste —respondió Isabel.
Amelia se sentó con elegancia y la observó con frialdad.
—Dejemos de fingir y dígame para que me llamó — dijo Amelia.
Lisa en medio de su crisis decidió llamar a Tomás para pedirle ayuda, era su quinto intento en menos de una hora cuando él estaba a punto de perder la paciencia.
—¡Contesta Tomás! —murmuró con impaciencia—Estoy embarazada y ¡A punto de quedarme en la calle! … prometiste que no me dejarías sola.
Sin embargo, Tomás no le contestaba y no era por capricho lo que ella ignoraba era que Tomás se encontraba en su oficina reunido con su nefasto cliente Vicente Rodríguez hijo de un mafioso local el cual estaba acusado de golpear a su novia Herminia Pérez y producirle lesiones graves, era el año 1995 y la violencia de género aún no se penaba tan severamente pero a nivel mundial se venían tomando varias acciones para corregirlo y por eso este caso era tan apestoso para muchos abogados no solo por el tema jurídico sino por su alta connotación de tipo moral.
—Entonces Vicente … ¿Me puede explicar porque la señorita Pérez terminó con tres costillas rotas y un ojo hinchado como una berenjena?
Vicente acostumbrado a salirse con la suya se encogió de hombros y esbozó una sonrisa un poco desafiante.
—Abogado fue un accidente, ella me abofeteó primero, y yo la empujé después y por mala suerte lo hice con mucha fuerza.
Tomás se frotó la frente porque este cliente era una pesadilla para un abogado con una carrera incipiente como lo era él y verse involucrado en un caso como este no solo era muy complicado, sino que, a pesar de que no quisiera admitirlo era una forma de castigo y de frenar su ascenso.
Isabel si con ese sueño te levantaste vuélvete a dormir para que sigas soñando ya Richard está viendo otro rumbo y anda con Clara aunque son amigos quien sabe cómo terminen.
Richard y Clara terminarán como pareja y se entienden muy bien.
Miguel veremos qué pasará con tu vida sentimental.
Josefina tu sospechas, te lo imaginas o ya sabes que estás en la dulce espera se adelantaron los planes me imagino tu esposo, tu papá y Amelia cuando lo sepan.
Por fin Amelia cerraste ese ciclo en tu vida ahora a seguir para delante y sin mirar atrás.
Lisa otra ilusa que creé Tomas la está defendiendo por ser su esposa que fuera de la realidad está otra más que cuando caiga de la nube el trancazo será durísimo.
Tomas ya piso tierra y sabe o se imagina lo que le espera con todo lo que hizo.
Mientras Amelia, Josefina y Kate salen de vacaciones felices yo creo que la acidez de Josefina es un bebé a bordo 🚼 veremos si la deja disfrutar de esas vacaciones.
lo que van a vivir ambos es un infierno