Renaci En La Esposa Del Villano Sanguinario

Aylin estaba en sus entrenamientos de espadas descansando cuando noto a varios con armadura gruesa, miro alrededor la mayoría entrenaba así eso era algo nuevo se notaba que en el reino Varkel eran más que fuertes

– Quisiera que me traigan la armadura del Duque ‐ ordeno a un soldado

El joven levantó la mirada, estaban muchos alrededor entrenando

– Duquesa.. ¿Usted se lo pondrá?- pregunto sin creer el joven

‐ Sí, todos están entrenando así, no pienso quedarme atrás

Todos alrededor se miraron preocupados, negándose al principio pues notaron el afecto que Eric tiene hacia su esposa y si resulta lastimada rodarán sus cabezas

No pudieron persuadirla, Aylin miro la armadura de Eric era enorme ella quedaba una pulga adentro, su peso era un poco más que el de los soldados, entre dos la ayudaron entrar.

– Increíble.. ¿ Quién será el primero?- sonrió divertida, la mayoría dio un paso atrás solo un valiente el joven que preguntó primero la enfrento

– Duquesa.. Si se cansa por favor avísenos- dijo nervioso

Aylin asintió, ambos con armadura comenzaron a pelear, pero era grande que se le dificultaba, se le ocurrió sostenerla por dentro con lianas, El joven la miro sin entender por qué se detuvo

– Ahora si..

Atacó de una el joven que abrió los ojos, en un movimiento le sacó la espada..

– Muerto.. - sonrió junto a él – Siguiente ..

De apoco empezó a pelear con los soldados, todos miraban sus pasos, pero Aylin estaban más que emocionada, en su otra vida aparte del violin su hermano uno de los mayores en un tiempo le enseño Esgrima aunque el dejo ella siguió.

– Duquesa.. ¿Aún esta bien? - pregunto el joven Carlos al verla agitada

– Estoy bien.. Cansada pero me gusto, realmente los admiro chicos - dijo a todos,

Los hombres se sonrojaron alguien de cuña alta les dijo que los admiraba, sonrieron ladinos, muchos le pidieron que les enseñé a entrenar, con gusto acepto Aylin cuando vio de lejos en el rabillo del casco a Eric y fue directo, Carlos se infartó si la veía así lo mata.

Eric iba hacia la entrada con el recién llegado Príncipe Francisco, lo encontró al llegar y que bueno porque se notaba que venía por Aylin y no por el, cuando escucho un ruido a metal, frunció el ceño al ver que su armadura corría hacia el

– Esp...

Eric la apunto con su espada , pero Aylin reacciono rápido quedando contra espadas cruzadas

– Quién..

– Osito eres rápido pero no tanto - se burló Aylin mostrando su cara, Eric abrió los ojos, hasta el Príncipe quedo pálido al verla

– ¿ Qué haces así? Puedes lastimarte.. -

Soltó su espada de golpe sacándole el casco su cabello suelto salía junto a ella mostrando su larga cabellera y su gran rostro.

– Mi señor.. La Duquesa quería entrenar como los soldados, le dijimos que no pero insistió.. - decía apenado Carlos

– Bufón.. - Dijo Aylin

– ¿Cómo puede permitir que su esposa tome ese riesgo Duque?- dijo una voz detrás de ello

Aylin miró a Eric que ya tenía un tic en la frente, sintió su enojo

– Lamento llevar su contraria pero yo tuve la idea, Tengo muchas que son riesgosas, no iba a quedarme viendo como los demás entrenaban así y yo no, Y si que son fuertes como mi esposo - sonrió tomando la mano de Eric – Y disculpe no lo salude Príncipe- reverencia

Francisco estaba más que encantado por Aylin asintió a sus palabras al sentir un frío en la mirada de Eric, estaba celoso algo que le pareció más raro.. ¿ Porque dejo que tome su mano? Se supone que es un hombre despreciable ¿ Acaso el le gusta enserió?

– Sí me disculpa, ayudaré a mi esposa- dijo Eric

El mayordomo lo llevó adentro mientras que Eric llevó a la pieza para ayudarla a sacar su armadura, que aún no creía como pudo entrenar con lo grande que le quedaba

– ¿Estás bien? Segura que no estás cansada ¿cómo se te ocurre hacer eso? Pudiste haberte desmayado por el peso

– Estoy bien, además mira lo sostuve con lianas eso me ayudó, pero si es demasiado pesada

Eric suspiro negando, la miro bien para ver que no tena ningún rasguño o quemadura de la misma

– Ese soldado, como pudo dejarte hacer eso – miro su cara, Aylin sonrió dándole un beso

– Déjalo, yo lo obligué al pobre.. Además, se ve que les di una buena impresión quieren que les enseñé algunos movimientos míos

Eric sonrió, eso lo tenía que ver, porque también pudo sacarle la espada rápido al reaccionar, la alzó quedando a su vista siguiendo con sus besos

– Tu rico olor es más exigente sabías – Gruñó en su oído, Aylin largo una risita envolvió sus piernas a su cintura, poniendo su mano en su entrepierna – Cariño.. No me detendré si sigues así

– Tenemos unos minutos- sonrió pícara, fue suficiente para que Eric trabe la puerta acorralándola en contra el mueble de las armas, saco su masculinidad, saco su pantalón y la embistió sin más

– Estás tan mojada.. - jadeo en su cuello mientras ella lo apretaba más gimiendo en su boca – No podre contenerme si sigues así

Aylin mordió sus labios al sentir sus manos y la apretado de su masculinidad palpitar en su interior, Eric jadeo le gusto sentir ese dolor con sus jadeos y su mirada más que excitante

– Eric.. – jadeo – Más cariño..

Fue el clic par bajar su escote y morder su pecho en dónde estaba su marca, estaba más que rojo y perdido en ella , ambos llegaron al clímax en ese momento aún envueltos y agitados, se besaron hasta que su respiración se calmaba

– Debes soltarme esposa .. - sonrió colorado mientras levantó su remera

– Estás muy delicioso - lamió sus labios, Eric la beso más fuerte

– Seguiremos más tarde.. si no nunca sé ira ese niño

– Está bien- sonrió, Eric salió de ella haciendo que largue un jadeo, el sonrió ladino – Me iré a bañar, después tengo que ir con la modista

– ¿Quieres que valla? ya estoy libre, quiero verte con esos hermosos vestidos– Acaricio su mejilla , Aylin asintió besando su manzana de adán para luego salir juntos .

...

Eric llegó con el Príncipe que ya estaba molesto , Francisco pensaba que le habría dado un gran regaño a Aylin, lo miro con desconfianza, buscaba con sus ojos a Aylin pero no la vio.

– Mi esposa vendrá luego, Por favor..

Señalo a el té y galletas para que se sirva mientras tanto

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