Por Favor Regresa

Louis iba a toda velocidad al departamento de Sylvie. No se perdonaría jamás que algo le ocurriera, ella era una mujer dulce y frágil a la que él había defraudado de la peor manera.

Pronto se encontró en el lugar y prácticamente se descolgó de su propio auto para correr al interior. Los minutos desperdiciados en Irina y sus berrinches habían sido demasiado valiosos y peligrosos para la frágil mujer que esperaba por él en ese departamento.

¡Sylvie! ¡Sylvie! entró gritando Louis, desesperado por la manera en la que ella lo había llamado.

Ingresó con pánico en la habitación de la joven y allí la encontró, llorando, acurrucada en su cama sosteniendo con sus brazos sus rodillas en posición fetal. La imagen era desoladora. El corazón del hombre se comprimió de golpe. Ella lo necesitaba, anhelaba su presencia y su ayuda.

¡Sylvie! ¿Qué ha pasado? preguntó abatido.

_ ¡Louis, estoy muy sola y triste, mi vida no tiene sentido! _lloraba a moco tendido aferrada al cuerpo del hombre.

Louis guardaba silencio, acariciaba con delicadeza la cabeza de la joven. Él quería protegerla y ayudarla. Se sentía responsable por ella, por todo lo que le había ocurrido y por la manera en la que él mismo había actuado en esos tiempos.

_ Sabes que no estás sola, yo estoy a tu lado y no me voy a apartar de ti mi Sylvie, siempre te voy a cuidar _contesto un poco contrariado por la situación. Sentía que la mujer no era capaz de ver que él dejaba siempre todo de lado para correr con ella si lo necesitaba.

_ Lo sé, pero siempre te estoy molestando, te causo problemas y te perjudico _agregó sollozando aún más fuerte.

Nunca me has causado ningún problema ni me has perjudicado, yo te voy a cuidar siempre y voy a estar si lo necesitas respondió tranquilo, aunque sabía que algo de eso si había ya que acababa de firmar el divorcio por las fotos que ella había mandado a su esposa.

Yo…yo aún te amo soltó como en un susurro te necesito y quiero a mi lado, pero sé que tienes tus obligaciones con tu esposa y yo estoy siempre en el medio de los dos. Creo que lo mejor será que desaparezca del mundo, yo ya no tengo lugar aquí, ya no tengo a nadie y… no pudo seguir hablando por que él la abrazó con fuerza. No quería escuchar más palabras de ese tipo salir de su boca.

Yo no quiero que desaparezcas del mundo, siempre has tenido y tendrás un lugar a mi lado dijo mientras acariciaba su espalda con pesar. Ella tenía una sonrisa de satisfacción en los labios pues estaba consiguiendo el efecto que buscaba.

Louis estaba pensando en algo, y esperaba que todo saliera como lo quería. Ahora lo importante era sacarla de esa situación lamentable en la que estaba, luego se ocuparía en hablar con ella sobre las fotos y la intimidación a su esposa. Esperaba que Irina no se enfureciera más con la decisión que acababa de tomar. Y es que Louis, a pesar de todo no creía que fuera posible que ella se divorciara, después de todo siempre lo había amado, y había prometido en el altar estar siempre a su lado en las buenas y en las malas. Era obvio para él que ella en este momento debía apoyarlo y cuidar de Sylvie porque ella estaba sola y necesitaba que la cuidaran.

_ Sylvie, creo que lo mejor es que te vengas a vivir a la Villa “La colina”, para que Irina te cuide mientras que yo no estoy _las palabras del hombre alegraron en gran manera a la intrigante mujer. Estar allí le permitiría intimidar con más fuerza a su enemiga y poder deshacerse de ella.

Louis tomó de la mano a la mujer para que esta se incorporara y llevarla al baño. Le preparó la tina y ella, sin ningún tipo de pudor, comenzó a desvestirse, acto que ocasionó que él saliera deprisa del lugar. A pesar de pasar tanto tiempo a su lado, ella no había logrado meterlo en su cama. Luego de su matrimonio Louis se mantuvo fiel a su esposa, no la amaba pero ella era su esposa.

Sylvie se sentía frustrada, recordaba los apasionantes momentos vividos antes de que a ella se le ocurriera abandonarlo e irse con su amante, el hombre del que ella estaba locamente enamorada y que la abandonó. Aún amaba a ese hombre, pero Louis era su boleto a la buena vida a la que ella estaba acostumbrada y que tanto le gustaba.

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Ya en su casa Irina se había preparado su plato favorito. Comería tranquila y feliz, sintiendo como una nueva vida estaba a punto de comenzar para ella y eso la llenaba de entusiasmo y alegría. Había pasado por la oficina de Harry para dejar el acuerdo ya firmado, era importante que lo antes posible todo quedara concluido.

A su alrededor estaban todos los hermosos recuerdos de su amada familia. Los muebles, los retratos, los objetos sin valor comercial, pero con un profundo valor emocional para ella. Todo eso la llenaba aún más de paz y allí no se sentía tan sola.

Estaba comiendo cuando recordó que debía buscar un nuevo lugar para vivir, esa casa era su refugio, pero no podía vivir allí. Si quería salir a la luz como la empresaria exitosa que en realidad era, debía vivir en un lugar que le brindara la protección que ella necesitaba, esa seguiría siendo siempre su casa de niña y la conservaría y cuidaría con  todo su amor como lo había hecho hasta ese momento.

Había encontrado la Villa indicada. Solo le hacía falta trasladar sus cosas y listo. A primera hora de la mañana se comunicaría con el agente de bienes raíces para pactar un acuerdo y adquirir el lugar.

Un nuevo día la esperaba y junto con ese día nuevo ella comenzaría su nueva vida. La nueva Irina Ivanova había renacido como el ave fénix de entre las cenizas, siendo una mujer renovada, que no permitiría nunca más ser humillada ni maltratada por nadie. Ella no había nacido en cuna de oro, pero se había forjado su propio camino sin depender de nadie y hoy ella era una mujer exitosa y con poder aunque se había mantenido en las sombras hasta ese momento era hora de que el mundo conociera a la poderosa CEO y dueña de Systelec. La oportunidad que necesitaba se hizo presente más temprano de lo que esperaba, cuando su teléfono comenzó a timbrar.

“Natacha, ya soy una mujer libre”. Dijo apenas contestó la llamada. La joven del otro lado emitió un chillido estridente de placer al escuchar eso.

“Es una de las mejores noticias que he recibido mi linda amiga”. Soltó realmente feliz la joven del otro lado de la línea.

“Sí, lo sé, creo que tardé demasiado en darme cuenta de que era una idiota sin amor propio, pero ya abrí los ojos. Creo que he aprendido mi lección y nadie puede amarte si no te amas a ti mismo primero”. Cerró de manera reflexiva.

“Bueno, yo te tengo una noticia maravillosa. Hemos sido seleccionadas para el premio de empresarios del año. Obvio que nadie sabe quiénes somos, pero creo que ese evento será fabuloso. Ya me imagino la cara de todos esos estirados en cuanto nos vean ahí”. Aunque no la viera Irina sabía que su amiga estaba con una sonrisa de oreja a oreja, y no era para menos, esa era una oportunidad única e increíble para ellas, ahora podían presentarse con la frente en alto y estando entre las mejores. Salir de las sombras en un evento de esta envergadura era algo que no podían desaprovechar.

Muy pronto todos se verían las caras y algunas caretas comenzarían a caer.

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Pido disculpas por tanta demora, mi trabajo es muy demandante y realmente hay días en los que se complica poder acceder a la plataforma. Escribo con mucho amor, este ha sido mi sueño desde que era una niña y hoy tengo la posibilidad de compartir esto que siento con ustedes. Les pido un poco de paciencia y por supuesto que no me dejen sola.

Me he inscripto en un concurso y me ayudaría mucho que compartan mi historia y le den me gusta y comenten y vote, claro que si ven que vale la pena hacerlo.