Dara siente en secreto algo por el nuevo alumno de su escuela, pero él ya tiene novia, una estudiante popular del colegio.
Sin embargo, una noche fatídica cae sobre Dara Jelita, justo en la noche de la gran despedida: una tragedia que cambia su vida, trastoca su mundo y destruye sus sueños. Esta tragedia también deja en ella un profundo rencor hacia Sagara, el joven que arruinó su vida.
Pero, ¿quién lo hubiera imaginado? Ambos se reencuentran ya siendo adultos.
Un encuentro inesperado entre dos personas que desentierra un secreto que había estado guardado en lo más profundo de sus corazones.
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Capítulo 6
Dara pasó los días siguientes con un temor en su interior. Temía que sucediera algo como resultado de aquella noche fatídica. Incluso todos los días Dara compraba piñas o simplemente salía a trotar por la mañana o incluso realizaba trabajos pesados. Lo hacía para que no le sucediera nada malo.
Pero por mucho que Dara se esforzara, aquella pequeña criatura ya se había formado en su vientre. Varias veces Dara intentó convencerse de que la prueba de embarazo que había comprado estaba equivocada, pero todo fue en vano, la prueba de embarazo siempre mostraba dos líneas, lo que significaba que era positiva. Las piernas de Dara se debilitaron sin poder hacer nada.
Una idea tonta surgió en la mente de Dara. Incluso se subió al transporte público para ir a una clínica que estaba lejos de donde vivía, su objetivo era simplemente satisfacer su incredulidad y convencerse una vez más de que su cuerpo estaba bien.
Por mucho que Dara lo negara, aquella pequeña criatura ya vivía en su vientre. La clínica que visitó incluso le dio la seguridad de ello, incluso el médico de la clínica también le dio algunas vitaminas debido a la condición del cuerpo de Dara que estaba cansado y débil.
Dara salió de la clínica con pasos vacilantes. Estaba perdida. Caminaba sin un rumbo fijo. Su mundo se derrumbó por completo, sus sueños también se derrumbaron.
Cansada de caminar, Dara optó por sentar su cuerpo en un banco de un parque que estaba desierto de visitantes porque no era fin de semana.
Su cabeza se levantó mirando el cielo nublado de aquella tarde. Todos los malos pensamientos se arremolinaban en su cerebro.
El cielo había dejado caer su agua como si supiera la inquietud y la tristeza que sentía Dara.
Dara incluso seguía sentada allí a pesar de que su cuerpo ya estaba empapado por el agua de la lluvia.
Llorar bajo la lluvia era la única forma de liberar su corazón.
Dara se quedó en silencio por un momento porque había un hombre adulto que la protegía con un paraguas en el momento en que otras personas se mostraban indiferentes hacia ella.
Dara levantó la vista. Conocía a aquel hombre. Su corazón se lamentaba aún más de tristeza.
"Con que te mojes bajo la lluvia de esta manera, no resolverás el problema, sino que crearás un nuevo problema más adelante", dijo el hombre.
"¿Esa persona le ordenó a usted que me espiara?", dijo Dara con cinismo.
El hombre respiró hondo.
"Gara no tenía la intención de dejarte sola, se vio obligado a hacer esto por el bien y la seguridad de tu familia", respondió el hombre.
"No lo defiendas. Y dile, que no tiene que hacer nada por mí", dijo Dara cada vez más molesta.
"Ra... ¿Cuáles son tus planes para el futuro?", preguntó el hombre ignorando la actitud grosera de Dara.
Una vez más, Dara miró con enojo al hombre que desde hacía un rato no movía su paraguas de Dara e incluso seguía de pie frente a Dara.
"¡¡Voy a abortar a este bebé!!", dijo Dara mientras se levantaba para irse de allí.
El hombre tiró de la mano de Dara para explicar lo que significaban sus palabras.
"Estás loca Ra, él no tiene la culpa...", dijo.
Dara, que estaba enfadada, inmediatamente refutó las palabras del hombre. "¿Entonces qué debo hacer eh?? ¿Debo aceptarlo, no!!!! Él lo arruina todo, él destruye mi sueño y mi vida", gritó Dara con emoción.
"Pero no con añadir un nuevo pecado", respondió el hombre.
Dara se quedó en silencio sin refutar. Estaba cansada.
"Cásate conmigo, yo los cuidaré", sentenció el hombre, lo que dejó a Dara atónita.
"No nos conocemos, así que no te hagas el héroe en mi vida sólo porque quieres encubrir las acciones bestiales de alguien", respondió Dara que estaba realmente molesta.
Ella no era un trofeo rotatorio que se pasaba de un lado a otro. Ella era sólo una chica normal cuya vida fue destruida por un hombre cobarde llamado Sagara Adyaksa.
"Ok... No nos conocemos, pero ese bebé es mi futuro sobrino. Sangre Adyaksa corre por su cuerpo y no puedes negarlo. Y el hermano sólo quiere salvar a la descendencia Adyaksa, ¡eso es todo!", respondió el hombre que no era otro que el hermano de Gara, Fardhan Adyaksa.
Gara pidió intencionadamente a su hermano que cuidara y protegiera a Dara de su propio padre, el señor Robi Adyaksa.
Dara se rió con cinismo.
"¿Así es como la gente rica resuelve los problemas?" Dara se quedó en silencio por un momento.
"¿Tenéis miedo de que os demande, eh? Tranquilos, por mucho que os demande, vosotros, la gente rica, nunca podréis ser tocados por la ley y los que siempre seremos culpados somos nosotros, los pobres", continuó Dara verdaderamente sarcástica e insinuante.
Dara iba a irse de allí, pero una vez más su mano fue tirada a la fuerza por el hombre y la obligó a entrar en un coche SUV que estaba aparcado no muy lejos de allí.
Aunque se resistió un poco, finalmente Dara obedeció. También estaba cansada de luchar contra su destino.
"Van.... Llevemos a Dara a casa", le pidió al hombre cuya edad no era muy diferente a la del hombre.
"Ra... Aunque no lo creas, nosotros te protegeremos a ti y también a la futura descendencia de Adyaksa", una vez más el hombre convenció a Dara de que no estaba sola.
Dara simplemente se quedó en silencio y miró a la calle que estaba inundada de agua. No importaba, luego pensaría en una manera de deshacerse de los dos hombres que siempre la seguían con el pretexto de que Gara se lo había pedido.
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Después de llevar a Dara a casa, los dos hombres adultos regresaron a la residencia Adyaksa.
"¿De dónde vienes Fardhan, desde la mañana no estás en la oficina, incluso Renita te ha llamado, pero nunca has contestado a su llamada. ¿Qué es lo que quieres en realidad eh? Recuerda, vuestra boda es en dos meses. Así que no te metas en problemas", dijo su padre, el señor Robi Adyaksa, que al parecer le estaba esperando desde hacía un rato.
"Acabo de proteger al futuro nieto de la familia Adyaksa, a cuyo padre biológico mi padre envió al extranjero", respondió Fardhan.
El señor Adyaksa apretó los puños. Incluso las venas de sus manos eran claramente visibles.
"¿Qué queréis, eh.... Por qué sois tan tercos protegiendo a esa chica de clase baja...?", dijo el señor Adyaksa con emoción.
"Yo debería preguntarle a mi padre, ¿qué quiere? ¿Por qué tiene que sacrificar a Gara? ¿No es suficiente con que Karina y yo hayamos cumplido las peticiones de mi padre todo este tiempo? ¿No es suficiente con la pérdida de mi madre, padre...?", gritó Fardhan que estaba verdaderamente emocionado.
Plak....
El sonido de una bofetada resonó en el salón de aquella lujosa casa.
"Señor..." llamó el hombre que era el hijo adoptivo del señor Adyaksa.
"Cállate Evan, los tres sois iguales. Incluso tú proteges las vergonzosas acciones de Gara", dijo el señor Adyaksa a su hijo adoptivo.
"Gara no tiene la culpa, sólo le dieron a beber una bebida que había sido drogada", respondió Evan defendiendo a su hermano adoptivo.
"Padre... Por favor, esta vez deje que Gara elija su propio camino en la vida... Basta con que nosotros seamos marionetas de su imperio empresarial", dijo Fardhan en tono más suave.
"Una vez que no, seguirá siendo no y no podréis cambiar la decisión de mi padre. Si tenéis lástima de esa chica, entonces alejaos de ella o destruiré la vida de esa chica hasta que se olvide de cómo respirar aire fresco", la última amenaza del señor Adyaksa les dio y eso realmente sería llevado a cabo por su padre porque él era una persona cruel con sus enemigos.
El señor Adyaksa salió del salón seguido por su asistente personal.
Mientras tanto, Fardhan se sentó débilmente en el sofá.
"Van, siento lástima por esa chica. Incluso su pequeño cuerpo es cada vez más delgado de lo que la vimos por última vez", lamentó Fardhan.
Evan respiró hondo.
"Hermano, no os entrometáis más en los asuntos de Dara. Dejad que yo me encargue de ella. El señor Adyaksa no se enterará", propuso Evan que indirectamente quería asumir la responsabilidad de Dara.
"Van..." susurró Fardhan. Como segundo hermano de Gara, se sentía completamente inútil.
Desde pequeño, él y también su hermana, Karina, nunca habían sido libres de determinar su propio camino en la vida. Todo estaba organizado por su padre. Tanto la educación, los amigos e incluso la pareja.
Continuará....