Amor Intenso

Gerardo puso su mano en el mentón de Silvana. Ejerciendo tanta fuerza como si lo quisiera romper en dos.

La chica no mostró ni un solo gesto de dolor, estaba acostumbrada a ser maltratada por su abuelo desde que su padre murió.

Ver la sonrisa victoriosa en los labios de su nieta. Hacía que Gerardo sintieras más odio por ella.

Durante mucho tiempo había buscado a Estefanía, sin embargo, la chica había logrado desaparecer con los niños.

_____ Pudiste darles unas horas de libertad a esos bastardos. ¿Hasta cuando podrán escapar de mí?

______ Soy un hombre muy poderoso. ¿A caso lo has olvidado? _____ Dijo Gerardo.

_____ Je, Je, Je.

_____ Fernando y Diana podrán ser libres. Tendrán una vida lejos de ti y de la zorra, mentirosa de ¡LORENA!

El deseo de matar a Silvana se fue haciendo más grande en el corazón de Gerardo. Si no fuera porque ahora ella se convirtió en la esposa de Carlos Armendáriz, no tendría ninguna piedad con ella.

______ ¡Traigan el látigo! _____ Ordenó Gerardo sin ninguna piedad.

Uno de los guardias le llevó el látigo a Gerardo. Llevaba una sonrisa malvada en sus labios.

_____ ¡Arranquen su blusa!

De inmediato los guardias acataron las órdenes de Gerardo. Sostuvieron con fuerza las manos de Silvana, y rompieron su blusa en mil pedazos.

_____ Te voy a enseñar lo que le sucede a las traidores. _____ Exclamó Gerardo, mientras le daba con furia sobre la espalda a su nieta.

Silvana se esforzó mucho para contener sus lágrimas. Eso hizo que Gerardo Monte mayor, sintiera hervir su sangre por dentro. Golpeo, una y otra vez a Silvana. Hasta que su piel se abrió en dos.

______ ¿Eso es todo? ¡Ya eres un anciano! _____ Silvana todavía continuaba burlándose de Gerardo.

Gotas de sudor cayeron por la frente de Gerardo. El hombre agarró con más fuerza el látigo en su mano, y lo volvió a dejar caer sobre la espalda de Silvana.

La chica sintió perder todas sus fuerzas. Desvaneció, arrodillándose al suelo. La espalda de la chica estaba destrozada, sin embargo, eso no le importó a su abuelo.

______ No te alegres tanto, Silvana. Pronto encontraré a esos bastardos y los traeré de regreso a esta mansión, te juro que van a correr con la misma suerte que tú...

_____ ¡Ojalá y no sea así!...

______ No merece un hombre como tú, es la dicha de ser bisabuelo de ellos.

______ ¡Eres un monstruo asqueroso! Deberías morir...

Gerardo soltó el látigo de sus manos, para volver a darle otra fuerte bofetada a Silvana... La sangre empezó a salir también de los labios de la chica.

______ ¡Soy este monstruo por tu culpa!. Tú fuiste la culpable de mi infelicidad. Si no hubieras provocado el accidente dónde murió tu padre.

Antes de que Gerardo terminara de hablar. Sintió un fuerte dolor en su pecho. De inmediato, llevó su mano a su brazo, cada segundo se hacía más fuerte.

Lorena se había enterado de todo, y fue a ver a su abuelo castigar a su hermana. Cuando entró al sótano, escuchó con claridad las últimas palabras de Gerardo...

La sonrisa se borró de sus labios. Ya que, Silvana podía decir que no fue ella la que ocasionó el accidente, al contrario, que fue Lorena la causante de todo.

Lorena apareció en silla de ruedas antes de que todo fuera descubierto...

______ ¡ABUELO!

_____ Abuelo. ____ Gritó, para luego caer de la silla, y arrastrarse por unos centímetros.

Lorena era una mujer muy astuta. Por ahora no le convenía que Gerardo muriera. Todavía la herencia que su padre dejó estaba en manos de Silvana. Aunque ella no lo sabía.

El padre de las dos niñas dejó como heredera principal a Silvana. Ya que consideraba que Silvana al crecer sería la mejor candidata para manejar las empresas que él tenía.

Al morir su padre. El abuelo se quedó con todo el control de las empresas. Escondiendo el secreto de que cuando Silvana cumpliera la mayoría de edad, todo pasaría a sus manos.

Mientras tanto, ya muy lejos de la mansión Monte mayor. Estefanía logró llegar a la casa de su pariente.

______ Estefanía, ¿qué haces aquí? _____ El hombre abrió la puerta, para que la chica pudiera entrar.

_____ Hola, Pablo. ____ Estefanía saludó a su primo con un beso en las mejillas.

Pablo de inmediato le ayudó con Fernando. Vio el cansancio reflejado en el rostro de Estefanía.

______ ¿De quién son estos niños? ____ La pregunta de Pablo, sorprendió a Estefanía.

_____ Los niños son míos. _____ Contestó la chica con seguridad.

______ No mientas, he trabajado para el ejército desde hace años.

Estefanía bajó la cabeza, avergonzada por ser descubierta, luego dijo.

______ Son hijos de una amiga mía. Por favor, ayudame a esconderlo...

Al ver las lágrimas caer de los ojos de su prima. Pablo estaba confundido. Y contestó.

______ ¿Qué has hecho, Estefanía?

______ Pablo, déjame explicarte.

Estefanía terminó de explicarle a su primo como habían sido las cosas. Pablo no podía creer todo lo que Gerardo le ha hecho a Silvana.

______ Estefanía, debes mudarte a otro sitio. El primer lugar en donde ese hombre va a mandar buscar a los niños, es este. _____ Dijo Pablo.

_____ Por favor, Pablo ayudame a esconder a estos niños. Silvana ahora debe estar viviendo una tortura en manos de ese maldito viejo. Por piedad, no hagas que su sacrificio de madre sea en vano.

Estefanía le suplicó a su primo. Pablo no sabía como ayudar a la chica. Estefanía había ayudado a cometer un crimen a Silvana. Ya que por lo que entendió, los niños no estar registrados a su nombre, sino al nombre de su hermana Lorena.

Ante la ley, Lorena era la verdadera madre de Diana y Fernando. Así que Silvana y Estefanía acababan de cometer un crimen al robarle a los niños.

Después de pensarlo por un largo tiempo, Pablo contestó.

_____ Te ayudaré a buscar un trabajo en una casa de un hombre poderoso. También deberás cambiar de nombre, y debemos conseguir acta de nacimiento falsas a cada uno de los niños. Eso les va a costar un poco más de trabajo a ese hombre. Y lo más importante, le dará tiempo a tu amiga de demostrar que ella es la madre biológica de ellos. De lo contrario, ustedes irán a la cárcel por robo infantil.