One Night In Dubai

"Perdón por hacerte esperar", Kaylin se sentó con gracia y elegancia en el sofá, mostrando a Alex que se había convertido en una mujer madura. No como la antigua Kaylin. La pegajosa, terca e imprudente Kaylin.

"No hay problema, solo una hora. Porque una vez esperé a alguien por más de tres horas".

Suspiro.

Kaylin luchó por tragar su saliva mientras Alex se burlaba casualmente de lo que solía hacer cuando aún eran pareja.

"¿En serio? ¿Quién fue esa increíble persona que hizo esperar a un Alexander?" Kaylin respondió sarcásticamente a su examante.

Alex se quedó en silencio con una expresión inexpresiva en su rostro, levantando ligeramente una ceja al escuchar la pregunta de Kaylin. Una pregunta que lo hizo reír cínicamente en su interior, porque la mujer parecía haber olvidado el incidente que lo había enfurecido hasta el extremo.

"¿Por qué estás en silencio? ¡Dime quién es!" Kaylin miró a Alex de arriba a abajo, observando la apariencia de su examante, que desafortunadamente se estaba volviendo aún más guapo y noble, haciendo que su corazón latiera más rápido. "Recuerda Kay, no te dejes llevar por el encanto de Alex! Puede ser guapo, pero su corazón es tan frío como el Polo Norte," se recordó a sí misma, apartando la mirada.

"Olvidé su nombre".

"¿Qué?" Kaylin exclamó sorprendida, pero al siguiente momento mostró una cara indiferente. "Es una pena que hayas olvidado su nombre. Pero es comprensible, considerando tu edad ahora, debe ser difícil recordar cualquier cosa".

"Pido disculpas, señorita. ¿A qué te refieres?" Alex no apreció el comentario mordaz que Kaylin le lanzó. Dio la impresión de que ya era muy viejo.

"No, olvídalo" Kaylin sonrió. "Regresé aquí solo para decirte una cosa, ¡te rechazo!".

"¿Rechazo?"

"Sí, te rechazo como mi guardaespaldas personal. ¡Entiéndelo!" Kaylin sintió una abrumadora sensación de felicidad en este momento, ya que finalmente pudo experimentar cómo se sentía rechazar a un hombre. Especialmente a un hombre como Alexander, quien había rechazado su amor varias veces antes de aceptarlo a regañadientes por necesidad.

"Muy bien, señorita. Me retiraré entonces".

"¿Qué? ¡Espera!" Kaylin incluso se levantó de su asiento, mirando a Alex incrédulamente. ¿Cómo podía estar de acuerdo tan rápidamente con su solicitud, sin siquiera pensarlo primero? "No-no puedes simplemente irte así".

Alex, quien había tenido la intención de irse, cambió de opinión y miró intensamente a Kaylin, haciéndola sentir incómoda.

"No malinterpretes. No te estoy impidiendo que te vayas porque quiero que te quedes aquí, eh... quiero decir..." Kaylin estaba confundida sobre cómo explicarlo, porque ella misma estaba confundida sobre sus propios deseos. "La cuestión es que tienes que hablar con Kenan primero, no quiero que mi hermano se enfade porque te eché".

Alex se mantuvo en silencio, sin responder a las palabras de Kaylin en absoluto, mostrando solo una mirada afilada hacia ella.

"No-me mires así..." Kaylin bajó la cabeza, incapaz de soportar la intensa mirada del hombre que seguía haciendo latir fuertemente su corazón.

"¿Por qué?" Alex se acercó, sin romper el contacto visual con Kaylin. "¿Tu corazón sigue acelerándose cuando te miro?" susurró cuando estaba justo frente a la mujer llamada Kaylin Meyer. No le importaba si lo que estaba haciendo ahora podía ser visto por Kenan Meyer; de hecho, eso era lo que esperaba, para que Kenan lo despidiera como guardaespaldas de la familia Meyer.

"Ugh... eres demasiado confiado. Escucha bien, Alexander ¡No solo mi corazón no se acelera, sino que incluso olvidé que alguna vez exististe en mi vida. Incluso olvidé tu nombre", dijo Kaylin bruscamente, apartando a Alex.