Prometida Ao Don Salvatore

Salen a saludar a los miembros.

Melissa (madre de Marco): No sabía que Elizeu tenía una hija tan bonita, bienvenida querida, soy su madre.

Ella sonríe y se saludan.

Vitor: En efecto, mucho gusto, soy su hermano.

Ella los saluda pero no dice nada.

Continúan saludando a todos, Elizeu se queda apartado y no quiere acercarse mucho, se siente culpable por haber hecho esta tontería.

Luego, los dirigen a otro lugar donde se les serviría el almuerzo a todos, no deja de llegar gente para saludarlos y todos la tratan muy bien y con reverencia, se pregunta si fuera una persona común si la tratarían tan bien, seguramente no. Ya había investigado al respecto y sabe que en la mafia una persona común que no forma parte de ella no es bien aceptada, así que debe ser por eso que todos la aceptaron tan bien.

El almuerzo continúa, ella ya estaba aburrida e impaciente, Marco también lo estaba.

Marco: Basta de fiesta, vámonos...

Marco se levanta y la lleva hacia la salida, ella no dice nada, él la coloca en el coche y se dirige a su mansión. Al llegar, es enorme, Sofia queda impresionada con el tamaño. Marco abre la puerta y entran.

Al llegar a la sala son recibidos por una señora muy amable.

Elisa: Bienvenida, soy la ama de llaves de la casa, cualquier cosa estaré a disposición.

Sofia: Gracias, mucho gusto, me llamo Sofia.

Marco: ¿Están listas las prendas?

Elisa: Sí, señor, están todas en el vestidor.

Marco: Acompáñame.

Marco dice y sale de la sala subiendo las escaleras, Sofia lo sigue y llegan a una habitación con colores oscuros y un aire masculino.

Marco: Después Elisa te mostrará la casa, este es nuestro cuarto, tus nuevas prendas están en el vestidor. Y déjame ser bien claro con las reglas. Tu papel aquí es solo satisfacerme, darme herederos y acompañarme como mi esposa, no preguntes nada sobre mí, no quieras saber nada de mi vida.

Sofia: No voy a aceptar ninguna regla, primero que no voy a dormir en esta habitación contigo, segundo que no tengo la obligación de satisfacer a un ogro como tú y tercero, nunca me entregaré a ti ni te daré ningún heredero.

Marco: Mira, chica insolente, yo tampoco quería este matrimonio de la misma manera que tú, así que es mejor que colabores y te comportes, estoy seguro de que si colaboras viviremos en armonía y bien. Cumple tu rol de buena esposa, y más te vale hacerlo muy bien, no suelo golpear mujeres, pero sé muy bien cómo torturar.

Él habla sujetándola de los brazos y presionándola contra la pared.

Sofia: No tengo miedo de ti.

Marco: Deberías tenerlo, voy a salir y será mejor que estés lista cuando regrese, porque hoy mismo consumaré el matrimonio.

Sofia: Nunca me entregaré a ti, idiota.

Marco: Es mejor que midas tus palabras conmigo.

Sofia: Si quieres hacerlo, será a la fuerza, ya que arruinaron mi vida no tengo mucha elección, pero debes saber que nunca haré nada contigo por voluntad propia.

Marco la suelta y sale golpeando la puerta.