Flora, una doctora que trabajaba en un Instituto, fue transportada por un extraño libro, ingresando de forma 'accidental' en una novela que le resultaba desconocida.
Una voz sonaba en su cabeza de vez en cuando ¿Ayudar al protagonista? ¿Hacer que la protagonista lo vea y que ambos se reconcilien?
¡No puede quedarse con el hermoso protagonista ¿Porqué debería ayudarle a su hermana mayor?!
Es la villana de la novela, la tipa cruel a la que todos odian, sin embargo ¿Porqué el protagonista la busca tanto y parece interesado en ella? ¿No debería pasar tiempo con la persona que amaba?
¡Sus tareas se están saliendo de control!
NovelToon tiene autorización de Karla Aragón para publicar esa obra, el contenido del mismo representa el punto de vista del autor, y no el de NovelToon.
Segunda nieta de Julio Chang.
Entre la penumbra, un grupo de soldados se dirigió al lugar donde Flora yacía dormida, y aunque su sueño siempre había sido ligero, estaba tan cansada que no escuchó a los hombres aproximarse.
Y sobre todo, no vio como estos pusieron un incienso justo al lado de la tienda, haciendo que ella cayera inconsciente.
Solo afectaba a los humanos.
-Avisen al General Tong que hemos encontrado a Su alteza.- Ordenó el líder del escuadrón, enviando rápidamente a uno de sus soldados en busca de su General.
Cuando el General Tong escucho la noticia, se apresuró al lugar y bajando del caballo, revisó a su maestro, viendo que este tenía los ojos cerrados y parecía estar dormido, soltó un pesado suspiro de alivio, efectivamente era Su Cuarto Príncipe.
Sus ojos recorrieron los alrededores, viendo el agujero que había sido escarbado, el vestido sucio de la chica y sus manos lastimadas.
Además, Su Alteza también parecía haber sido tratado. La canasta con hierbas medicinales estaba medio vacía justo al lado de la chica, por lo tanto, supo lo que había pasado, o al menos se hizo una idea aproximada de ello.
-Lleven a Su alteza al carruaje y también a la chica.- Ordeno el hombre con voz profunda, pensado seriamente en quien podría ser la mujer desconocida.
-No es necesario.- Una voz extremadamente fría sonó desde un lado, haciendo que el General Tong se estremeciera, viendo como el hombre que parecía dormido se levantaba como un muerto viviente.
Era espeluznante.
El hombre se puso en cuclillas, levantando a la chica en sus brazos, salió de la tienda improvisada. Fue extremadamente cuidadoso al sostenerla, y sin mirar a nadie, agitó una de sus manos, haciendo que de repente una puerta negra apareciera delante de él.
-Prepárate para el castigo.- Le dijo al General Tong, mirándolo de reojo con sus ojos indiferentes.
Al momento siguiente, su figura desapareció en la extraña puerta negra.
El General Tong se estremeció al escuchar las palabras del Cuarto Príncipe, su rostro se puso pálido y se preparó mentalmente para lo que le tocaría después.
Probablemente sufriría mucho dolor.
..................💞
...................💞
...................💞
Cuando Flora abrió los ojos, la luz del sol la golpeó con fuerza, sus cejas se fruncieron con disgusto.
Estaba tan acostumbrada a los medicamentos que aquel incienso no la afectó a como debería, tan solo la hizo dormir dos horas. Pero debería agradecerle al culpable, le ayudó a dormir muy bien.
¿Donde estaba? Se sentó al borde de la cama suave, mirando con ojos entrecerrados la habitación de decoración sencilla, pero elegante, muy de acorde con sus gustos personales.
Ella estaba por ponerse de pie cuando escuchó un par de voces venir desde afuera de la habitación, ellas ni siquiera se molestaron en tocar la puerta cuando la abrieron, ya que creían que Flora estaría dormida.
Sin embargo, a diferencia de lo esperado, vieron a la joven sentada en la cama con el rostro limpio y un vestido blanco como la nieve, resaltando aún más su increíble belleza.
Flora tampoco supo cuando el sistema cambió su ropa, pero se alegraba por ello.
Sus cejas se fruncieron -¿Su Maestro nunca les enseñó cómo tocar la puerta?- Cuestiono con un tono tranquilo y perezoso, talvez porque acababa de despertar.
-Mi nombre es Flora Chang, segunda nieta del Doctor Imperial Chang, quiero que me lleven con mi abuelo.- Dijo ella con un tono autoritario y dominante, poniéndose de pie, mirando con ojos tranquilos a las dos mujeres.
Una sonrisa cálida apareció en su hermoso rostro.
-Lo siento, pero no es algo que nosotras podamos hacer, además ¿Como puede probar que él sea realmente su abuelo? El doctor Chang no es alguien a quien pueda llamar cualquiera.- Se burlo con desprecio la sirvienta más joven, sonriendo con saña a Flora.
Había visto al Cuarto Príncipe dejarla aquí personalmente, así que no pudo evitar sentirse envidiosa.
La expresión de Flora no cambió, su mano se movió suavemente hacia su cintura, sacando un pequeño colgante con forma de pez Koi de su bolsillo y lo mostró ante las dos sirvientas.
Las expresiones de las mujeres cambiaron y palidecieron casi al instante. Ambas cayeron de rodillas delante de Flora sin poder evitarlo.
Después de todo, el estado del Doctor Imperial estaba solo un escalón por debajo de los Príncipes. Además, el Emperador y la Emperatriz viuda le tenían una alta estima.
Y una de ellas ya había ofendido a su nieta menor, quien se suponía, era la nieta favorita del Doctor Imperial.
-¡Ahora mismo!- Exclamaron ambas al mismo tiempo, antes de salir corriendo fuera de la habitación, sin esperar toparse con el General Tong, quien venía justamente a ver si Flora había despertado para llevarla ante el Cuarto Príncipe.
-¿Qué demonios sucede con ustedes?- Grito enojado el General Tong, su humor no era bueno, pues a primera hora de la mañana recibió 50 palos en la espalda como castigo.
Y ciertamente se lo merecía, sino fuese por la chica que el Cuarto Príncipe trajo con él, probablemente hubiese muerto.
Además, Su Alteza lo había enviado a buscar a la joven para conversar con ella.
Las sirvientas hicieron una reverencia, deteniendo de golpe su andar, sus ojos mostraban miedo cuando dijeron -¡La señorita tiene el colgante blanco del Pez Koi! ¡También dice que es la Segunda Nieta del Doctor Imperial Chang!
La sirvienta más joven rompió en llanto, pues ella fue la primera en ofender a la joven.
El General Tong frunció el ceño al escuchar esas palabras y justo cuando estaba por hablar, la voz de Flora vino desde la puerta -¿Es necesario tanto alboroto por un simple colgante?
Marcos Tong no pudo evitar mirar a la chica con gran atención.
Los ojos de la joven eran de un extraño color rojizo, como un par de rubíes, ese color único de ojos pertenecía a la familia Chang. Su largo cabello negro tenía muchos mechones blancos que la hacian lucir misteriosa y elegante, tal como la esposa del Doctor Imperial.
Su piel era pálida, con un toque lechoso y sus labios eran de un color rojo natural que combinaba perfectamente con el color de sus ojos.
Sin una sola pizca de maquillaje, la mujer poseía una apariencia incomparablemente hermosa difícilmente encontrada en esta época.
-Su Alteza desea verla.- Dijo el hombre con frialdad, pues aunque la mujer era toda una belleza, no le encontró mucha diferencia.
Para él, las mujeres y los hombres eran iguales, un simple trozo de carne andante.
-Qué casualidad, yo también quiero verlo. Ya extraño su hermoso rostro.- Expreso Flora, sonriendo elegantemente, sus ojos rubíes miraron en un dirección determinada.
Solo ella podía ver la hermosa mariposa blanca volar en dirección a aquel hombre.
Su tercer tarea: Obtener el favor del protagonista.
Flora no estaba segura de cómo sería la personalidad del joven, pero esperaba que no fuese mala. Sino, su tarea se volvería complicada.
-Sigame.- Dijo Mario Tong con frialdad, sintiéndose disgustado por el descaro de la mujer. Guió a Flora hasta el patio del Cuarto Príncipe.
La chica se mostró increíblemente tranquila mientras avanzaba, a pesar de estar en el Palacio Imperial, no sentía presión en lo más mínimo.
"El Sistema a creado a este personaje con una personalidad fría y alienada, es un artista Marcial excelente y en algún momento fue un General del Ejército Imperial. Sus tácticas militares son impredecibles para el país y su forma de comandar es impecable..."
Flora escuchó muy atentamente la información proporcionada por la voz en su cabeza, al ser del protagonista, ese hombre tan apuesto, no pudo evitar prestar atención.
"Hay algo más que deberías saber, el sistema creo al protagonista con un ligero problema en su cuerpo, sin embargo, se podría decir que es un tipo de bendición. Cada luna llena su cuerpo cambia y se convierte en algo muy distinto, pero cada vez que eso sucede, sufre..."
"Además, eso le ha creado problemas de comunicación hacia las personas y normalmente no sale. También se ha vuelto alguien muy peligroso."
"Oh, y el protagonista es un ser de fantasía, recuerda no relacionarte mucho con él." Dijo la voz antes de quedarse en completo silencio.
¿Un ligero problema en su cuerpo?¿Qué tipo de problema? El ceño de Flora se frunció en confusión.
Flora fue llevada hasta el otro extremo del patio, en un jardín apartado de los demás jardines. El lugar no tenía más que un pequeño bosque de bambú donde uno podría perderse con gran facilidad.
Además, las plantas medicinales era muy frecuentes y entre ellas las que más abundaban eran las que se utilizaban para relajar los nervios.
-Su Alteza, la Señorita está aquí.- Dijo Mario, el General Tong arrodillado sobre una rodilla delante de la puerta de la habitación.
-Bien, retírate.- Una voz profunda vino desde el interior de la habitación, llamando la atención de Flora.
Esa voz era tan profunda y especial, resultando terriblemente sexy con un mal que llamaba a la tentación. Recordando ese increíble rostro, sumado a esa voz tan varonil, Flora sintió sus orejas arder.
-Como ordené.- Expreso el General Tong con respeto.