Melissa quien vive una vida difícil desde pequeña, a los 16 años comete un terrible error, y tiene que enfrentarse a grandes desafíos, obligada en cierta forma por su madre a casarse tan joven con un hombre al que no ama, un embarazo que lo cambia todo y luego la desdicha de perder la custodia de su hijo, en medio de tanto dolor encuentra el apoyo y consuelo que necesita en un hombre maravilloso.
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El esperado nacimiento
Su madre subió a buscar a su hija que no bajaba, ya estaban tarde, al entrar la encontró en el baño vomitando, fue cuando se dio cuenta, que su hija estaba embarazada, en su cara se dibujó una enorme sonrisa, para ella fue la mejor noticia, sabía de qué con eso su hija tenía atrapado a Vicente, salieron del baño, le retoco el maquillaje y ayudo con el vestido, fueron a la iglesia, en el camino Melissa pensaba en que tal vez era un error, ella no podía estar embarazada, no lo podía creer, porque esto me pasa a mí, su mamá le saco de sus pensamientos su mamá diciéndole que eso era lo mejor que podía haber sucedido.
- Por fin hiciste algo bueno niña, ahora si Vicente jamás te dejara.
Melissa no contestó nada, solo miraba por la ventana la tarde, si antes no quería casarse ahora menos, estaba muy triste, pronto llegaron al registro civil de la boda, entraron y ya estaban esperándolas allí su papá, Jofree, Humberto y su familia y por supuesto Vicente, el juez les hizo firmar los documentos y quedaron legalmente casados, salieron a alistarse para la boda en la iglesia, para Melissa ya no había marcha atrás estaba casada, ella no quería casarse por la iglesia, pero la presión de su madre los llevo a eso.
Al llegar la noche, los hombres se adelantaron al altar, mientras las mujeres salieron más tarde, todo estaba preparado, sonó la clásica canción de las nupcias y la novia entró en compañía de su padre, el padre les dio la bendición y los declaro marido y mujer, salieron de la iglesia y fueron a la recepción donde como dijo Vicente solo pasaron poco tiempo y se retiraron a su casa.
En el camino Melissa iba muy nerviosa, ya que sabía que luego de la boda viene la noche de bodas, aunque ya había estado con Vicente, ese día estuvo tomada y casi no recordaba nada, esta vez era diferente pues estaba en sus cinco sentidos, pero sabía que no podía poner pretextos pues él era su esposo ahora, llegaron al departamento de Vicente y se bajaron del coche, les abrió la puerta su primo quien vivía allí todavía, entraron a la habitación y Vicente poco a poco se fue acercando a Melissa, ella estuvo muy nerviosa no quería tener relaciones con él, pero tampoco dijo nada, solo accedió y espero que todo terminará, ella no lo había disfrutado, pero se sentía bien pues su esposo había disfrutado por los dos, ella pensó que eso era normal en una pareja, pues nunca nadie le explicó nada, ni tampoco podía preguntar sobre ese tema en la casa.
Al día siguiente Melissa decidió hablar con Vicente, sobre las dudas de su embarazo, él se mostró muy contento, un hijo cambiaba muchas cosas, pero era más que bienvenido, fueron al médico para que confirmara el embarazo, le dieron vitaminas a la futura madre y le realizaron una ecografía, donde escucharon el corazón de su pequeño frijolito, todavía no se lo veía bien a que era demasiado pequeñito, pues solo llevaba seis semanas de embarazo, los futuros padres salieron muy contentos, estaban muy emocionados de ser padres, la felicidad salía por sus poros, Vicente estaba tan feliz que había olvidado el resentimiento que sentía por su suegra y fueron a contarles la buena noticia, Inelda y Michael se sorprendieron mucho, bueno ella solo fingió sorpresa, pues ya sabía lo del embarazo de su hija, se quedaron todos juntos a cenar.
Al día siguiente Vicente compró una casa para ellos solos, la casa era demasiado grande para los dos, bueno casi tres, pero era muy linda, llevó a Melissa a conocer la casa, fue una sorpresa muy grata para ella, le encantó mucho la casa, tenía muchas habitaciones, pero estaba acogedora, tardaron unas semanas en acomodarse, luego de que todo estaba listo, organizaron una gran cena, para la familia de Melissa y para los primos de Vicente, todos llegaron al caer la noche, felicitaron a la feliz pareja, cenaron mientras contaban las anécdotas de cada, luego se fueron a jugar cartas, pasaron un momento ameno, ya era muy tarde y todos se iban retirando, como siempre Melissa y Vicente se fueron a su habitación, para Melissa la convivencia con su esposo había sido buena, se llevaban bien, aunque no podía amarlo, se sentía bien con él.
Los meses pasaron, Vicente seguía trabajando, a Melissa se le iba notando la barriguita de embarazada, le habían dicho que tendría un niño, ya no tenía tantas molestias, ahora disfrutaba de su embarazo, llegó la hora del parto, Vicente quién no contaba con mucha familia aquí se refugiaba de alguna manera en sus suegros y cuñados ya que sus primos también tenían sus vidas un poco ajetreadas, entonces decidió llamar a Inelda, le dijo que Melissa estaba con dolores que viniera a acompañarla para llevarla a la clínica, ella fue con su hijo y esposo, una vez allí llamo a su hijo mayor para contarle que su sobrinito nacería pronto, el. Dijo que luego la iba a ver con su familia, todos estaban muy nerviosos llevaron a Melissa y el doctor la atendió de inmediato, le dieron una cama para que esperara pues los dolores recién empezaban y se iba a tardar mucho el bebe en salir, luego de varias horas y de unos dolores bien insoportables la llevaron a quirófano en donde atendieron su parto, el bebé era hermoso, un niño muy saludable y fuerte, lo atendieron y se lo pasaron a su madre, quien también fue atendida, luego de unas horas la pasaron de nuevo a su cama, ahí los familiares la pudieron ver tanto a ella como al bebé, Vicente estaba muy feliz con su bebé en brazos, los abuelo ni se diga y los tíos estaban más que emocionados, pasaron un tiempo con la nueva mamá y el bebé y luego se fueron para dejarla descansar.
