LA FIERA LATINA Y EL SEXY RUSO (3)

Mientras tanto, Dayanne se despertaba con un gran dolor de cabeza y corrió hacia el baño a vomitar ni siquiera se percató de que Dimitri estaba acostado a su lado ingreso al baño y se dio una larga ducha sus lágrimas se mezclaban con el agua. Su mayor temor se volvió realidad, ahora se había quedado completamente sola, con su corazón roto y un matrimonio arreglado que también la dejaba con un fracaso más en su vida amorosa y con apenas dieciocho años ya era el ex- amor de un hombre y la exesposa de otro.

Al parecer estaba destinada a ser desdichada, una vez más solo su superhéroe estaría para ella, había decidido regresar a Rusia y sincerarse con su padre, le solicitaría apoyo para anular su matrimonio y se convertiría de nuevo en su campanita.

Al salir del baño se consigue con la imponente figura de Dimitri, está recostado en el marco de la puerta que da hacia la terraza.

__ ¿qué demonios haces aquí? Lárgate, tú eres otro bastardo mentiroso.

Él se acercó a ella y la atrajo con fuerza hacia él y la abrazó.

__ Perdóname , amor por favor

__ Yo no soy tu amor ni de nadie, el único que me ama es mi padre y me regreso a su lado hoy mismo.

__ Sé que estás dolida conmigo, Dayanne, pero no te vayas, no así, no ahora, por favor quédate conmigo, cálmate, estás muy alterada, no tomes ninguna decisión apresurada, mañana es la operación de Dominic y quiero que estés ahí y te prometo que después estaremos juntos todo el tiempo.

__ No me prometas nada, Dimitri deja la cobardía en el fondo tú actúas por miedo, sé que yo te gustó y mucho al igual que tú a mí me gustas. Pero cada quien tiene a alguien en su corazón y lo ideal es luchar por el amor.

Dimitri la escuchaba con los ojos cerrados no quería aceptar ni negar nada debió que ella dijera, pero ella seguía hablando.

__Yo perdí a Luis, pero tú aún puedes ser feliz con Lupe, no quieras retenerme a tu lado hasta que la tengas a ella asegurada porque no es justo para mí, Dimitri yo no tengo intención de interponerme en tu felicidad.

__ Dayanne no hables como si tú estuvieras rompiendo un matrimonio, entre Lupe y yo solo hubo una noche de pasión y si la amo, no te lo voy a negar, pero en este momento ella y yo no tenemos ninguna relación incluso ella se va a casar con otro hombre en seis meses.

__ Dimitri, te conozco tú no piensas permitir que eso pase, además ustedes siempre estarán unidos por sus pequeñines y para separar a un padre de sus hijos, lucho por Luis que es el hombre que yo amo y que supuestamente me ama a mí. Entre tú y yo no hay futuro, ni siquiera porque Lupe se case con otro, yo soy muy joven Dimitri y tengo todo el derecho a tener un hombre para mi solita y no deseo lidiar con esa historia entre Lupe y tú. Lucha por Lupe y deje de estar huyéndole a la felicidad y usándome como escudo para esconder tu cobardía.

Ambos salieron de la habitación, decidieron desayunar en el restaurante del hotel, Dayanne al sentarse hizo señas de saludo para la otra mesa, ahí estaba el hombre que se había convertido en su refugio todos estos días de soledad, ella dejó escapar un suspiro y Dimitri volteo siguiendo la línea de visión de Dayanne para encontrarse a uno de los hombres más temidos de Italia sonriendo con cara de tonto enamorado.

__ Hey, respeta estoy aquí, ¿lo conoces?

__ Dimitri recuerda que yo también pertenezco al mundo de los negocios, desde los doce años me convertí en la sombra de mi padre, obviamente conozco a muchos empresarios e incluso a mafiosos, claro que algunos son más guapos que otros.

__ Ah, entiendo no recordaba de tu debilidad por los hombres morenos, pero soy tu esposo ten un poquito de respeto.

__ Deja el descaro Dimitri o te doy otra bofetada. Solo lo saludé y delante de ti, así que cállate y sigue comiendo, que debes ir a visitar a tus otros dos niños.

__¿ No me vas a acompañar?

__ No, aún me duele la cabeza voy a regresar a la habitación a recostarme un rato más.

Ambos se despidieron y cada uno se fue por su lado.

Cuando Dimitri llegó a la suite donde estaban alojados sus hijos, se encontró con una desagradable sorpresa, estaban la madre y la madrina de Lupe inmersa en una gran cantidad de revistas de bodas.

Él entró y saludo, para colmo de males a los niños los tenían al lado de ellas en un coche dúplex, llegó y cargo a cada uno de los bebés les dio un beso en la frente y se sentó junto a ellos, estaba tenso, molesto al escuchar a las dos parlanchinas hablar de lo maravillosa que sería la boda y de lo fantástico que era el novio.

Dimitri sudaba y doña Micaela lo observaba muy entretenida y después de casi dos horas de tortura, de repente él se levantó y empujó el coche hacia la entrada de la suite,

__ Voy a dar una vuelta con mis hijos, regreso en un rato. _ decidió llevar a sus niños a la habitación de Dayanne, pensaba invitarla a pasear con los niños por los alrededores.

Pero al llegar la suite estaba vacía, respiró hondo y decidió pasear solo con los bebés, a los pocos minutos estaba en el jardín, conversando con sus pequeños y dándole besos, claro se turnaba para cargarlo a los dos.

De repente diviso hacia el restaurante la figura de su esposa, ella estaba muy sonriente tomando café y charlando con el italiano en cuestión.

Él se sintió enojado y se levantó empujó el coche hacia ellos, llegó por la espalda de Dayanne, pero ella al notar el cambio de semblante de Jean Pierre y sentir un perfume conocido, no le hacía falta voltear para saber que su esposo estaba ahí.

__¿Cómo te fue con los bebés Amor?

__ Muy bien, vinimos a invitarte a pasear.

__ ¿vinimos?_ ese momento ella voltea y se consigue con la carita tierna de los bebés.

__ Hay que bellos, amor, saluda a mi nuevo amigo Jean Pierre Costello.

__¿amigo?

Jean Pierre no perdió tiempo para hacer enojar al tonto ruso.

__ amigo y confidente, mucho gusto _ dijo Jean Pierre extendiendo la mano hacia Dimitri