A veces la vida nos juega una mala pasada y el mundo se derrumba bajos nuestros pies y cuando creemos que nada tiene solución; el destino nos sorprende y todo cambia a nuestro favor. Está es la historia de Martín, un chico que a pesar de haber sido el mejor de su clase, es expulsado del colegio y debe comenzar de cero en otra institución; A pesar de estar a prueba, logra superar todos sus temores y se enamora perdidamente de Rebeca, una joven que comparte la misma pasión que él por las motos y comparten sus mismos sueños y anhelos.
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Capítulo N°5
Martín estuvo todo el día escuchando murmuraciones y se enteró que era la primera vez que castigaban a la chica, no solo eso llegó a sus oídos; sino que su comportamiento siempre fue intachable y que era la abanderada del colegio; sin embargo lo que más llamó su atención era saber que ella no tenía novio y que era un alma solitaria, que prefiere los libros a la compañía de los chicos. En el recreo Martín salió al patio y observó hacia la ventana de la sala de castigos por varios minutos, hasta que ella apareció y sus miradas se encontraron. De repente se acercaron unas compañeras que no dejaba de coquetear con él, hasta que sintió la mirada penetrante de Rebi y hasta le pareció que estaba celosa por la forma con que golpeó el pobre ventanal al abrir sus hojas. Al terminar el día de clases, el sol se estaba ocultando y Martín comenzaba a sentir algo de frío, a toda prisa va en busca de su moto y se sorprende al ver a la chica desaliñada, vestida con pantalones y campera de cuero que se dirige a una Harley Davison negra de última generación y de gran cilindrada, él minutos antes la observó y se preguntó de quién sería, ya que está estacionada solo a un par de motos de distancia y es muy costosa, sin imaginar que la dueña era su chica a la antigua.
⎯ Cierra esa boca o te entrará algún mosquito.⎯ dice la joven mientras se monta a su moto y pasa a toda velocidad frente a un sorprendido Martín.
⎯ ¡Vaya, vaya, es todo una caja de sorpresas!
Al regresar a casa Martín está muy emocionado, esa chica es todo un misterio que él está dispuesto a resolver. Ahora más que nunca le interesa esa joven y sobre todo saber por que usa en clases esa ropa ridícula y luego se viste como él. Entra a su habitación, cierra la puerta con seguro, se tira en la cama y busca el nombre de Rebeca en las redes sociales; pero no hay nada. Entonces prueba con Teodoro y lo encuentra en el facebook, le envía una solicitud de amistad y espera hasta que al fin lo acepta. Él le escribe un mensaje, necesita tener amigos y ese joven le cayó muy bien.
⎯ Hola Teodoro, soy Martín. Hoy hablamos un par de veces en el recreo.
⎯ Hola Martín, te reconocí por tu foto de perfil.
⎯ Estaba pensando…⎯ no podía decir en Rebi tenía que inventar algo.⎯ Si me puedes ayudar a ponerme al día con las materias.
⎯ La verdad me encantaría; pero yo no soy el mejor de la clase y tengo mis carpetas incompletas, pero Rebeca, ella sí te podría ayudar.
⎯ Me dices donde vive.
⎯ Sí. Ahora te mando la dirección.⎯ escribe una calle y número.⎯ Aunque seguro a estas horas no te va a recibir y menos después de recibir su primer castigo por tu culpa.
⎯ No importa, solo para saber a donde vive. Mañana hablo con ella en clases y me disculpo.
⎯ Será lo mejor. Rebeca es muy estricta con sus horarios y digamos que hoy no comenzaron muy bien.
⎯ Sí, creo que voy a tener que ganarme su confianza.
⎯ Descuida, ella es poco sociable pero muy generosa, siempre está dispuesta a ayudar, tarde o temprano te aceptara en el grupo. Por cierto, si quieres podemos ser amigos, ¡me caes super!
⎯ Si, me encanta la idea de hacer nuevos amigos.
⎯ Bueno amigo, descansa.
⎯ Gracias. Nos vemos mañana.
Luego de copiar la dirección en un trozo de hoja, Martín sale a recorrer la ciudad hasta que llega a un barrio de gente con poder adquisitivo mucho más alto que el de su familia, se da cuenta por las calles asfaltadas, los cestos iguales y sus jardines perfectamente cuidados. Él estaciona frente a la puerta de una casa de dos pisos y se queda observando cada centímetro de ese lugar con mucho detenimiento, hasta que la luz de una ventana en la parte superior se enciende y tras las cortinas se ve la figura de la muchacha con una toalla en la cabeza. Martín no puede creer lo que está viendo, la joven se comienza a pasar crema sentada en una silla y luego deja caer su toalla y se viste. Lo poco que distingue lo deslumbra, tiene un cuerpo muy bello que no pudo apreciar con la ropa holgada de la tarde, sino fuera por esa fina tela que cubre su ventana la vería completamente desnuda. Sus mejillas se tiñen en pensar en esas cosas y desvió la vista a la puerta.
Rebeca estaba entretenida en su rutina, cuando ve por el reflejo de su espejo que una luz de moto estaba encendida enfrente de su casa, así que no dudó en mirar de quien se trataba.
Martín de repente siente que la ventana se abre y ella como loca comienza a gritar.
⎯ ¡Eres un pervertido! ¿ Qué haces espiando en mi casa?
⎯ Rebeca, no, sí, digo no soy un pervertido, ni nada de eso.⎯ él no sabe que decir, los perros comienzan a ladrar.⎯ Yo…
⎯ ¡Vete o llamaré a la policía!
⎯ Lo siento… yo … tarea.⎯ está tan nervioso que no puede armar una oración coherente.
⎯ ¡ Vete!
Rebeca observa cómo el joven se sube a su moto a toda velocidad y una sonrisa se forma en sus labios y habla en voz baja.
⎯ Al parecer te gusto pervertido. Bueno vamos a ver que tan rebelde eres.
La muchacha cierra la ventana con un hormigueo en su panza está experimentando algo nuevo y al mirar su reflejó en el espejo sus mejillas arden. De repente alguien golpea su puerta
⎯ Rebeca, ¿ estás bien?
⎯ Sí papá, me pareció ver una araña muy molesta, pero ya me deshice de ella.
⎯ Bueno, en una hora está la cena.
⎯ De acuerdo, ya bajo.
En la cena, ella está distraída casi no prueba bocado y sus padres lo notan sin embargo están tan acostumbrados a ese comportamiento que ya no le dicen nada. Al terminar de cenar padre e hija están levantando los cubiertos de la mesa y él intenta saber porque recibió el castigo, ya que tuvo que firmar la nota. Así que le habla en un susurro para que su esposa no se entere.
⎯ Hija, sí ese muchacho es un problema tienes que decirme.
⎯No papá.⎯ suspira.⎯ Ya te dije que lo puse en su lugar.
⎯¿Pero cómo se atrevió a besarte?⎯ Rebeca no tenía secretos para su padre, en cambio con su madre mantenía distancia.⎯ ¿No lo entiendo?
⎯ Ni yo, pero no le digas nada a mamá, ya sabes cómo se altera.
⎯ De acuerdo.
Cuando se acuesta piensa que es la primera vez que un chico muestra interés por ella y hasta la persigue a su casa. Está con una sonrisa en sus labios tocando el cuello a donde horas atrás él le depositó un beso y de repente se sienta en la cama pensando que puede ser un loco, un pervertido, un degenerado y siente miedo. Se levanta, revisa que no siga espiando y se vuelve a acostar pensando en cómo consiguió la dirección de su casa, porque está segura que no la siguió a la salida de clases.