La Venganza De La Ex Esposa.

Vuelvo al hospital buscándola, pero me informan de que ella ya se ha ido para colmo mi celular no deja de sonar de manera insistente es Sabrina que de seguro ya está de regreso en casa junto a nuestro hijo.

- Disculpe donde esta la doctora Emily.

- Quien la busca, tiene una cita con ella acaso.

- No la tengo yo soy su esposo.

- Oh disculpe, pero la dotora no se encuentra aquí.

- Donde está ella entonces.

- La doctora renuncio esta mañana y ya no trabaja en este instituto.

Como que Emily ya no trabaja más aquí, antes de poder preguntar la voz odiosa de esa amiga suya me sorprende.

- Pero miren a quien tenemos aquí la cara del descaro en persona.

- Estoy buscando a mi esposa así que si no me lo puedes decir mejor vete por donde viniste Sami.

- Te jodes porque este es mi lugar de trabajo y el intruso eres tu rata de dos patas.

- Necesito habrar con ella sobre algo importante.

- Pero todo lo importante ya lo dijiste, ella ya te firmo papeles del divorcio y ahora eres un perro libre para ser feliz junto a tu perra. Ya dejala en paz.

Como me gustaría darle una lección a esta zorra metiche, pero ahora necesito encontrar a Emily.

Salgo a realizar una llamada y su número me da fuera de servicio. ¿De verdad acabo con todos nuestros años juntos como si nada?

Antes de entrar en pánico recuerdo la dirección de su madre y me voy directo al lugar, al llegar veo su auto estacionado

- Te encuentre.

Toco desesperado la puerta y es ella quien me abre, puedo ver como su sonrisa se borra al notar que soy yo.

- Que estás haciendo aquí Ricardo.

- Tenemos que hablar.

Ella cierra la puerta impidiendo que entre mientras me aparta lo más lejos posible del lugar.

- Que pasa ahora, sucede algo con los papeles del divorcio.

Su actitud me molesta demasiado, esa cara de superada como si verme le disgustara hace que me vuelva loco.

- Así que esta es la verdadera tu Emily.

- ¿De qué estás hablando ahora?

- No te hagas la inocente, de la noche a la mañana todo el amor que jurabas tenerme se desvaneció como por arte de magia o en realidad ese amor nunca existió.

- Ja ja ja sí que te volviste loco y descarado ahora que te veo bien me doy cuenta de que la que nunca te conoció en realidad fui yo. Con que cara vienes a mí exigiendo estas clase de respuestas cuando fuiste tu mismo quien me engaño, me mintió desde el comienzo y luego me boto como basura.

- Emily...

- ¿Te divertiste rompiendo el corazón de la única mujer que estuvo dispuesta incluso a dejar su vida y su carrera de lado por apoyar tus sueños y dedicarse a criar a tu hijo?

- ¿Ahora me lo hechas en cara?

- Te das cuenta de que nosotros dos construimos algo con lo que muchas personas solo sueñan. Un hogar, una familia amorosa y un día simplemente despiertas y hechas todos esos años de esfuerzo por el caño por la mujer que no solo te abandono a ti sino que también a su propio hijo recién nacido y te parece de lo más normal volver a dejarla entrar en su vida sin que de explicaciones y te desases de mí quien fui la que cuido de ustedes sin pedir nada a cambio.

- Sé que te lastime, pero Sabrina no tiene nada que ver en todo esto, te juro que intente amarte, pero no lo logre así que no la culpes por mis errores.

- Veo que eres más idiota de lo que aparentas, no estoy preocupada por ti estoy preocupada por Saúl y que lo vuelva a lastimar. Por mí que a ti te pase por encima un camión, yo ya no te amo Ricardo mataste todo mis sentimientos el día que decidiste traicionarme con la mujer que te traiciono a ti.

Aprieto mis puños enojado por sus palabras sé que ella lo dice por el dolor que le provoco todo esto, pero aun así me molesta mucho que se crea con el derecho de cuestionar mis decisiones yo creo en Sabrina y sé que esta vez se quedara con nosotros para siempre

- Bueno vine aquí para saber si querías despedirte de Saúl, pero por lo que escucho parece que no.

- Algún día te darás cuenta del grave error que has cometido y para entonces espero que al menos ese niño inocente no tenga que pagar el alto precio de tus decisiones. Adiós para siempre Ricardo.

- Emily... ¡EMILY!

De verdad espero que no llegue el día en que te arrepientas de todo esto Ricardo y aunque me duela también deseo estar equivocada por el bien de Saúl.

- ¿Estás bien hija?

- No mamá, pero lo estaré cuando me vaya, recuerda no decir nada de mi destino.

- Jamás le diría nada y menos a ese desgraciado.

- Ni siquiera cuado usé a Saúl para obtenerla aunque lo dudo, ya que ahora tiene la oportunidad de ser feliz junto al amor de su vida.

- No te preocupes por nada Emily puedes irte tranquila y también buscar tu propia felicidad.

Felicidad es una palabra que acabo de borrar de mi diccionario y una familia ya no se siente tan bien como siempre soñé que seria. Supongo que el miedo a que se vuelva a repetir esta situación me va a dejar marcas muy profundas.