Sangre De Luz

David se pasaba los días en vela pensando qué hacer con su hermano, ¿como podía acercarse sin que todo acabara en una pelea?, no podía controlar su coraje, siempre que intentaba recordar lo que había pasado solo encendía su rabia aún más, quería borrar de su mente a la persona a la que un día llamó hermano y concentrarse únicamente el lo que él mismo se había convertido

Mientras Francisco llegaba con el pecado de la ira Abadon, quien lo esperaba sentado en su trono– ¿estás listo?... esta será una prueba de fuerza tanto física como mental

Francisco se ató el cabello con una liga y dijo– estoy listo… digame con que comenzamos– su expresión era tranquila, como si fuera casi imperturbable

Abadon se acercó un poco y dijo– levanta ese peso… todo lo que puedas

Francisco levantaba el peso muerto detrás de él no como Fabián que lo cargaba enfrente aunque sí con la misma facilidad, el trabajo que tuvo que hacer en el antiguo clan Lupanar era mucho más difícil que levantar peso muerto así fueran 200 toneladas

Abadón– muy bien… eso fué fácil ¿no? – dijo con la emoción de enfrentarlo, realmente quería ver su fuerza en acción– ¡ahora venceme!

Atacó a Francisco de sorpresa como con Fabián, pero él se le metió entre las piernas saliendo sin problemas por el otro lado– es un poco repentino ¿no cree?

Abadón se sorprendió por su huida– tu hermano no se quejó– dijo preparándose para volver a atacar

Francisco– mi hermano rara vez se queja… sobre todo si solo lo afecta a él– saltó ante el ataque de su maestro y aterrizó con gracia sobre la espalda de Abadón diciendo– sea cuidadoso… solo es un entrenamiento– le dio una nalgada antes de bajarse

Abadón avergonzado gruñó y dijo– escurridizo… muy bien, entonces derrotame ya– lo atacaba hasta que una canción comenzó a sonar desde el cinturón de Francisco con una tonada movida, agradable y una letra que no paraba de decir “te espero aquí, con tu luz sagrada, te espero” – ¿pusiste música en serio?... estás entrenando– dijo Abadón con un tic en el ojo sin realmente creer que Francisco se tomaba todo eso como un juego

Francisco comenzó a cantar mientras peleaba– las luces se van, si te alejas… espero por ti– atacaba a Abadón dándole golpes más de provocación que con intención de hacerle daño lo que lo desesperaba, no estando acostumbrado a ese tipo de juegos

Abadón– bien… ¡terminemos con esto ya!… ataca bien y deja de jugar– dijo para atacar con toda su fuerza

Francisco se sujetó de los hombros de Abadón para tomar impulso y dar un golpe con los pies juntos justo en su estómago, haciendo que su maestro cayera al suelo

Francisco– una disculpa… pero no puedo perdonar que le haya pegado a mi hermanito– le dio un golpe en el cuello con el dorso de la mano para que cayera inconsciente

Horas después, Abadón despertó con un ligero dolor de cuello, se levantó lentamente mirando a Francisco al lado suyo sosteniendo un vaso de agua– lo siento… exagere al final– le ofreció el vaso con agua

Abadón lo recibió y dijo–... está bien… es justo lo que quería que hicieras… pero ¿como sabes que pasó en la pelea con tu hermano? no podía decirte nada– preguntó curioso

Francisco– no me dijo nada… pero entre nosotros hay una unión más allá de lo físico… aunque no es tan literal como parece– pensó como explicarlo– si uno de los dos se lastima físicamente una punzada en la zona que el otro se lastimó, pero si el daño es emocional… se siente tal cual el sentimiento… es por eso que no podemos escondernos nada

Abadón tomó un sorbo de agua antes de decir– ya veo, por eso no dejaste que te golpeara… bueno… me venciste así que… pasaste

Francisco–... ¿Le hice daño?... realmente no quería

Abadón– solo el daño que quería que hicieras… fué muy bueno tu ataque… saludame a tu hermanito por mi

Abadón– y se fué después de eso… realmente fue muy interesante– contaba a los otros pecados en el salón del pecado

Acedia– les dije… que… era, lindo– dijo mientras se estiraba en su trono que más parecía una cama

Mammon– entonces… sigo yo– miró a Abadón antes de decir– ¿lo dejaste ir a descansar?

Abadón– si, quería ver a su hermano… es viernes y se quedaran juntos en el castillo Antra Lux así que… le di el fin de semana

Francisco vivía con Dark en el castillo del clan Lupanar Fabián llevaba a Erick cada fin de semana para ver a su hermano y él a su padre, dejando encargado a Albus temporalmente con Jonathan o David bajo la supervisión de Caín quien vigilaba desde lejos sin querer acercarse por miedo a alterar las cosas

Fabián– eres bastante rápido con las pruebas… yo me tarde bastante– decía reconociendo que su hermano era mejor

Francisco se rió suavemente y dijo–... no empieces, sabes muy bien que tenemos estilos diferentes, tú querías aprender, yo solo quiero terminar esto para concentrar mi tiempo en el clan Lupanar y en ustedes

Fabián sonrió suavemente mirando a Víctor jugar con Erick y Dark– es bueno saber que podemos tomar las cosas un poco más despacio… sin guerras ni persecuciones de los ángeles… me siento, en calma…

Francisco lo interrumpe lanzándose sobre él en tono juguetón y haciéndole cosquillas en las costillas– ¡espera!... ¡no! ¡jajaja!... ¡tramposo! – decía Fabián poniendo sus manos en la cara de su hermano para tratar de frenarlo mientras se reía fuerte y apretando los dientes para no hacer demasiado escándalo

Francisco– no es mi culpa que seas tan sensible… ¡no quiero que te pongas triste ahora! –siguió por unos segundos más hasta que Fabián le regresó las cosquillas en las axilas diciendo con un tono de molestia fingida– ¡ya veras!... ¡travieso! – Francisco comenzó a reírse más fuerte, sin filtros y tratando de alejar las manos de su hermano sin mucha intención real

Victor los miraba desde lejos, le gustaba verlos jugar tranquilos como si nada en el mundo pudiera molestarlos aún cuando parecían pelear, él sabía que era un juego y lo hacía feliz, cada momento de felicidad entre ellos deseando que momentos como ese fueran a diario

Francisco terminó “sometiendo” a Fabián y ganando la lucha– ¡ah!... ¡Victor, vengame! – gritó Fabián invitando a Victor a jugar también

Victor se lanzó sobre Francisco mientras él se dejaba caer diciendo– ¡no!... ¡Eso es hacer trampa!

Las risas de los 3 y el olor a frutas salían del castillo como melodías desconocidas para los habitantes del clan que nunca habían imaginado escuchar algo así salir del lugar que representaba sus peores miedo antes

Mientras David estaba en una cafetería cenando, pensaba si ir a ver a su hermano, había llegado hasta ahí luego de casi 26 horas de viaje y no tenía la fuerza para ir a buscarlo, se sentía abrumado, avergonzado de no poder enfrentar a su propia sangre

Pagó antes de salir, pero vio a su hermano entrar cargando 3 cajas grandes que le impedían ver delante de él, por impulso le sostuvo la puerta para que pudiera pasar a lo que Sergio sin saber quién era dijo

Sergio– Muy amable… gracias

David salió corriendo de la cafetería con el corazón en la garganta hasta que escuchó que el jefe de su hermano le gritaba por algo que él no alcanzó a entender pero cada grito de ese hombre a su hermano le apretaba el corazón como si fuera directamente a sí mismo, las piernas le temblaban pero no podía avanzar o retroceder atado al suelo como con cadenas

Cuando pudo volver a moverse se sentó fuera de la cafetería esperando que el turno de su hermano terminara sin saber realmente por que lo esperaba, no se imaginaba que decir y solo quería entrar a reclamarle al jefe

El frío en la zona era demasiado, el aire gélido que calaba hasta los huesos, la luna apenas se dejaba ver entre las sombras de las nubes, Sergio salió de la cafetería casi a las 7 de la tarde, como en el lugar había un hechizo que evitaba que se viera el sol por las nubes artificiales era seguro salir por ahí

David vio salir a su hermano con el uniforme del clan anterior, más nuevo que la última vez, quiso acercarse a reclamar cuando recordó lo que Fabián le había dicho “si el fuego del rencor todavía arde cuando lo ves, es coraje, pero si no, piensa en que sientes”, David sentía nervios, emoción y tristeza, dolor que no parecía coraje o rencor sino Decepción

Corrió detrás de Sergio y lo atrapó del brazo de forma un poco brusca–... ¡Sergio!... – gritó David mirando los ojos ligeramente violetas de su hermano que bajaron con vergüenza

No respondía, no quería enojar a David de nuevo pero él dijo– ¡¿por qué no dices nada?! –la desesperación era evidente, como si no supiera qué más hacer si no gritar, pero al ver que su hermano se estremecía con cada grito, suavizó su tono y dijo– dime… ¿por qué te fuiste?... ¿El clan Lupanar era mejor para ti?

Se le cortaba la voz al responder como si le quemaran las palabras–... no fué por eso…– apretaba los puños y contenía las lágrimas lo mejor que podía

Miró de nuevo a David y agregó– era yo o ambos… no quería que tuvieras mi mismo destino … lo lamento… sé que no debí irme sin ti pero no sabía qué más hacer… tuve miedo y me dejé llevar

David miraba a los ojos de su hermano, el color violeta, sus lágrimas como vino tinto, sabía que Albus había sido terriblemente cruel por años y él temía eso, dejarse secuestrar pero protegerlo a él fue lo que los había separado

Sergio puso la mano en la cara de David suavemente mientras lloraba–... por favor… Perdóname… te juro que de haber tenido otra opción no…

Lo interrumpió aferrándose a su pecho mientras temblaba en su cabeza se repetía la frase de Fabián “es duro porque todavía es tu hermano y lo amas”

David– odio lo que hiciste… pero no a ti… te quiero– habló en un susurro tan real que dolía

Sergio lo envolvió en sus brazos, era bajito, su cabeza le llegaba al pecho– no llores… está bien… también te quiero y siempre lo haré, pase lo que pase– le acariciaba la espalda y la cabeza como intentos de calmarlo

David– perdón… te traté tan mal…

Lo interrumpió con esa mirada compasiva de hermano mayor que tanto lo caracterizaba, como si con solo verla podía sentirse la paz y el calor de un hogar– no te odio por eso– dijo con la voz suave

David– por favor, déjame hacerme cargo de ti ahora… es mi turno– su tono era decidido, dispuesto a lo que fuera para darle a su hermano una vida feliz

Sergio– no te preocupes hermanito… puedo…

David lo abrazaba fuerte como si no quisiera escuchar que su hermano era fuerte de nuevo– sé que puedes cuidarte solo… pero… yo quiero hacerlo… quiero compensarte por todo, por todas las veces que te fallé– decía entre lágrimas

Sergio olía a higos maduros cuando dijo– no quiero ser una molestía, sabes que no te guardo rencor… pero sí me gustaría vivir contigo… eso si

Escuchaba el latido del corazón de Sergio tan cerca por primera vez en mucho tiempo, no era coraje, su ausencia dolía tanto que lo parecía pero solo lo extrañaba más de lo que quería realmente reconocer

David– tus ojos están moraditos… se ven muy lindos– Miraba hacía arriba, los ojos rojos ligeramente morados de su hermano

Sergio- gracias… no sé cómo es que pasó pero me gustan– dijo reconociendo que había cambiado bastante desde que solo come higos por falta de dinero

Ambos caminaron a casa de Sergio para recoger sus pertenencias, unas cuantas prendas, zapatos y unos platos de plástico, su casa era pequeña pero estaba limpia, ordenada, cómoda como un nido cálido

Tomaron el autobús a la estación más lejana que los llevó al puerto donde David compró los boletos para el clan Sangre de Luz en un lugar solo para vampiros

El lugar estaba bien protegido del sol y los humanos curiosos a los que ni siquiera los dejaban entrar, los precios para vampiros eran accesibles, costando solo 15 gotas con comida y cabina incluidas

Cenaron en el comedor central del barco que era un buffet con mucho pan, pasteles, fruta, comida rápida y bebidas deliciosas hechas con base de sangre artificial exclusiva para vampiros

Después de la cena, fueron a su cabina para dormir un rato, la cabina era pequeña pero linda, con una mesita de noche y un lugar bajo la cama para poner las maletas, las cabinas con litera se habían terminado, pero compartir no era un problema

David le quitó los zapatos a su hermano como él lo hacía antes y los dejó al lado antes de quitarse los suyos– duerme bien– se acurrucó a su lado ya que en la cabina solo había una cama

Sergio– descansa hermanito– su voz cansada pero feliz de haber recuperado a su hermano menor por fin

La cabina estaba oscura y un tanto fría pero Sergio se sentía tranquilo, recordaba a su pequeño hermano durmiendo, siendo tan solo un bebé, siendo mayor que David por 16 años humanos, prácticamente lo crió desde su nacimiento por la falta de tiempo de sus padres pero nunca e peso hacerlo

Lo miraba dormir desde entonces cada vez con esa paz en el rostro que con el tiempo le pareció cada vez más lejana, una ilusión que no creyó volver a presenciar, pero estaba ahí, delante de él de nuevo, tal como la recordaba

El lunes en la noche Francisco llegó al siguiente entrenamiento con el pecado de la Avaricia, quien lo esperaba sentado en su trono de oro sólido jugando con una moneda

Mammon dijo con calma– Francisco… pequeña copia, bienvenido–

Dejó caer una moneda Francisco la atrapó antes de que tocara el suelo jugando con ella entre los dedos mientras decía con calma–... ¿sabes?... eres el único que dice eso– lanzó la moneda al aire y al atraparla de nuevo desapareció

Continúo diciendo– el mayor problema para ser honesto siempre fué lo contrario… no nos parecemos… como humano yo tenía la piel como un durazno rosadita y clara, rubio de ojos verdes… mi hermano pálido de ojos color chocolate y el cabello negro azabache

Se acercó a Mammonis y “sacó” la moneda de detrás de su oreja para decir con claro resentimiento en la voz– el problema no era su apariencia sino el cómo lo juzgaban… de los 2, siempre dudaban que Fabián pudiera ser adoptado y eso le dolía mucho… siempre desee ser su “copia”, pero no solo físicamente

Mammon miraba con interés hasta que dijo– ¿además de eso?

Le entregó la moneda antes de decir– mi hermanito puede parecer un mar en calma a simple vista, ser ingenuo, inocente e incluso manipulable

Hizo una pausa para alejarse ligeramente y continuo– Pero dentro de él hay volcanes activos, no los notarás hasta que hagan una isla nueva… Fabián ha sido mi orgullo siempre, que lo pongan debajo de mi en lugar de a mi lado me molesta valemos igual a nuestro modo no somos el Sol brillante y la Luna pálida, somos un eclipse

Mammon– interesante… bien, entonces muéstrame cómo usas tu sombra… mueve esas…

Mammon se detuvo en seco y quedó en shock al ver que las cosas que Francisco debía mover con su sombra ya habían sido movidas de lugar– ¿que pasó? – la incredulidad era evidente en su rostro

Francisco soltó una risita juguetona mientras decía– moví las cosas mientras que se concentraba en la moneda… noté que era una distracción para mi así que se la regresé… no se enoje, le mostraré cómo lo hice

Su sombra se extendió por el suelo uniéndose con las sombras de las cosas, desapareciendo cada una como si se las tragara para volver a salir en posiciones diferentes

Mammon– muy bien… manejas tu sombra perfectamente… solo quiero saber ¿a ninguno de los hermanos les interesa la riqueza?

Francisco sonrió y dijo– si claro… es importante, pero piensa, puedes conseguir dinero, de alguna manera buena o mala pero puedes, puedes conseguir amor, así debas comprarlo… pero no importa que tan rico seas, cuánto amor o salud tengas… no puedes comprar un minuto extra de vida ni para ti ni para tu ser más amado

Mammon se paraliza dejando caer la moneda de su mano, no tenía nada que decir ante eso, ambos hermanos eran ambiciosos con la única cosa que no se podía comprar, el tiempo

Una voz dulce se escuchó diciendo– ¿es todo profesor?

Su maestro volvió en sí y dijo– claro… es todo… puedes irte has pasado… Felicidades

Después de contar todo a los otros pecados Mammon dijo– fué… muy impresionante

Leviatán dijo con curiosidad y emoción– ¿en serio?... oh, soy el siguiente sin duda

Belpharion– eso sí que no me lo esperaba… ¿qué significa eso del eclipse?, no entiendo

Acedía– significa… que… en lugar de ser… Sol de día y… Luna de noche… ambos… salen juntos… así como si… como si se abrazaran

Bostezó como si fuera mucho esfuerzo antes de agregar– que… lindo

Fabián lavaba la ropa de Victor a mano en un lavadero de piedra con el cabello sujeto en una cola de caballo y la camisa arremangada

Paloma llegó con unos sobres en la mano, logró verlo de lejos, cada movimiento fuerte salpicando un suave rocío sobre su rostro pálido cual estatua de mármol y sus ojos brillando como brasas ardientes con los reflejos de la luz de la luna en el agua

Fabián lo vió y levantó su mano llena de espuma como saludo, su sonrisa inocente como siempre, Paloma respondió de la misma manera mientras se acercaba

Héctor– majestad… tiene cartas– trataba de no mirarlo demasiado para que no notara el tono rojo de su cara

Fabián se enjuago las manos y las secó para recibir el correo mientras decía– pensé que el correo general lo entregaba el cartero… pero te agradezco mucho

Héctor se aclaró la garganta, no quería reconocer que pedía las cartas como pretexto para verlo un poco más seguido por lo que mintió– es mejor que las entregue personalmente para que no falte ninguna

Sonrió con orgullo como siempre y siguió– además sabes que me gusta dar las noticias personalmente

Fabián le acarició la cabeza a la vez que comentaba– lo sé… siempre tan responsable, gracias Héctor

Se sonrojó demasiado para ser un vampiro, con la voz un poco ronca dijo– de nada, su alteza… me alegra servirle

De pronto Héctor notó a Albus parado en la entrada de la casa con una sudadera ligera color rosa pastel con orejas de conejo en el gorrito y patas en las mangas, llorando sangre negra de forma abundante pero sonriendo

Desviando la atención de su propio momento Héctor dijo con una risa nerviosa– ¿que trae puesto?... oh… jaja… se ve muy tierno

Fabián– él la escogió– levantó la voz para que Albus escuchara– ¡ya voy!, ¡solo estoy lavando la ropa!... ¡toma una paleta del congelador!

Albus asintió con la cabeza antes de meterse a la casa de nuevo después de guiñar un ojo a Héctor quien supo que había sido descubierto, se puso pálido y un escalofrío le subió por la espina dorsal

Dio un pequeño brinco cuando Fabián notando su reacción preguntó– ¿quieres una paleta Héctor?... oh… disculpa creo que te asusté

Se aclaró la garganta y volvió a su postura erguida mientras intentaba sonar calmado–no… muchas gracias majestad… eso era todo muchas gracias

Fabián sonrió suavemente antes de despedirse– gracias entonces, te veo después

Al entrar a la casa Albus, Erick y Victor comían paletas congeladas de frambuesa en la sala mirando la televisión

Fabián– oh… están aquí… hay que cenar todavía así que…- se detuvo en una carta con letras doradas que parecía venir del cielo con una pequeña nota que decía “Entregar a Caín”

Erick lo distrajo diciendo– ¿que tienes Fabián?... ¿Qué es eso? – los recuerdos de la última carta que inició la guerra le regresaron a la cabeza haciéndolo estremecer

Fabián– no te asustes– apoyó la frente contra la de Erick con intención de calmarlo

Después de sentir que se tranquilizaba dijo–… es una carta para Caín… se la daré… no me esperen a cenar… llegaré un poco tarde– le dio un beso en la cabeza a Victor como despedida

Estaba por salir cuando Albus lo detuvo del brazo, con un susurro suavemente suplicante dijo–¿Caín?... –lloraba sangre negra, hace tiempo que esperaba volver a verlo sin valor para pedirlo directamente

Fabián entendía y le acarició la cara diciendo–quieres ir ¿verdad?… le diré que quieres verlo pero no puedo obligarlo a nada, solo… ten paciencia… por favor

Suspiró pero parecía más comprensivo que nunca aceptado con una sonrisa tener paciencia y esperar a que Caín quisiera verlo por su propia voluntad sin imponerse está vez

Fabián caminó a la casa de Caín que quedaba a 5 minutos de la suya, mientras que el castillo de Lupanar Francisco y Dark decidían el nuevo nombre del clan para alejarlo de su pasado oscuro

Dark con su voz calmada pero cariñosa decía– debemos escoger un buen nombre… majestad, ya estás a cargo

Francisco con su tono despreocupado dijo– como rey…opino que hay que llamarlo… Lupanito… jaja

La expresión confundida de Dark lo hizo seguir bromeando– … ¿manada del callejón?... ¿los perros sin luna… ¿peluchitos?...

Dark no parecía seguir el juego, con el rostro serio e impasible como siempre y Francisco se rindió diciendo–... perdón… no te enojes conmigo

Dark sonrió suavemente antes de aclarar– no estaba enojado… solo pensaba…¿qué opinas de “clan Eclipse”?

Se incorporó satisfecho con el nombre mirando su medalla de sol – si… me gusta, me recuerda a mi hermano y a la oscuridad de los eclipses… se queda

Después de anotar el nombre en una libreta agregó–... bueno, estamos avanzando bien… voy a estar en el siguiente entrenamiento ¿si?... no sé cuándo llegaré

Con calma Dark respondió– no te preocupes… yo me encargo

Francisco llegó con el pecado de la envidia quien con una sonrisa dijo–... llegas justo a tiempo

Después de una inclinación de cabeza Francisco dijo– listo para mi entrenamiento maestro Leviatán

Él sonrió al darse cuenta de que Francisco se había recordado su nombre, pero intentó disimularlo diciendo– bien… nuestro entrenamiento… es muy sencillo, tu hermano lo pasó rápido así que espero el mismo desempeño

Se sujetó el cabello con una liga antes de decir– daré lo mejor de mi

Leviatán se levantó de su trono para explicar– excelente, esas almas de ahí… tendrás que moverlas de esas luces a ese lugar de ahí donde deberán pasar su descanso eterno

Miraba las almas hasta que preguntó– ¿Qué lugar es ese?... ¿Son almas humanas?

Su maestro explicó con calma– no.. no eran humanas… son almas de seres sobrenaturales que dieron su vida en un acto de profundo amor, esperan a ser llevadas a la paz de ese lugar antes de que puedan volver a la vida

Francisco se acercó a las almas acurrucadas cerca de una fuente de luz que les daba calor, intentó tomar la flama que producía esa luz suave pero era imposible y mover las almas no era una opción por que siempre regresaban

Exhausto se sentó en el suelo pensando cómo mover las almas, Leviathan estaba por cancelar el ejercicio cuando notó que Francisco puso música en su celular y dijo– mi canción favorita

Comenzó a cantar al ritmo de la música como lo hacía con su hermano de vez en cuando– “las luces se apagan si te vas, esperaré por ti, sobreviviendo, en la oscuridad, hasta volverte a ver…Luna roja, trae mi luz otra vez”

Las almas se acercaban a él siguiendo la melodía, bailando y casi cantando con susurros casi imperceptibles, él no parecía tener mucha prisa, bailaba con ellas antes de meterlas al lugar de descanso con el corazón brillando como el de Fabián

Leviathan miraba desde su trono, satisfecho de que ambos hermanos pudieran activar la luz que solo el ángel de la muerte podía, lo dejó divertirse con cada una de las almas y que terminara el ejercicio cuando él deseara

El video de la danza de Francisco y las almas terminó, los otros pecados lo estaban mirando en la pantalla del salón

Asmodeo sonrió– baila tan bonito… y tiene una voz hermosa

Belpharion– bueno… me apetece ser el siguiente

Aureliax– bien entonces… debo reconocer ese aire de alma libre… es interesante

Leviathan arqueo la ceja como si fuera a decir un secreto milenario– ¿quieren algo curioso?... los gemelos están conectados normalmente por que nacen a la par o con muy poco tiempo de diferencia, se volvieron vampiros en el mismo día y hora e incluso tienen la misma edad

Abadon con la voz elevada casi gritando dijo– ¡eso ya se sabe Leviathan!... ¡¿qué quieres decir?!

Leviathan– le pregunté a Francisco, me dijo que Fabián se convirtió en vampiro el 5 de noviembre del año 1489 y él 5 de noviembre del año 1490

Abadon casi gritando– ¡¿tienen un año de diferencia?!

Aureliax– no deberían ser tan unidos… no es lógico

Acedia– ¿cuándo… van a ver?... su unión va… más allá de eso… lo, saben

Mientras tanto en el clan Sangre de Luz, Caín releía la carta del cielo una y otra vez sin poder creerlo, los ángeles lo habían dejado de perseguir, pensaban dejarlo en paz y solo pedían que mandara su dirección para que Abel pudiera enviarle cartas o visitarlo siempre que bajara a la Tierra

Sin saber si confiar o no se pasaba las manos por el cabello, temblando como si hubiera visto una terrible aparición

Fabián– ¿de verdad crees que sea una trampa?... parece que tu hermano solo quiere hacer las paces…

Caín interrumpió negando con la cabeza frenéticamente, sin querer hablar aún, no creía que eso fuera verdad, arrugó la carta antes de arrojarla al suelo y prenderle fuego

Sorprendido Fabián dijo– … Caín… ya has pasado mucho tiempo en silencio, si no quieres recibir las cartas personalmente entonces puedo recibirlas por ti… pero no las destruyas, no sabes si Abel es libre de mandar cartas cada vez que desee

No quería creer que su hermano lo dejara en paz después de tanto tiempo buscando solo porque sí y eso lo ponía de nervios, no quería perder lo poco que había creado, tener que escapar de nuevo

Fabián notó su miedo y dijo– está bien… Es normal que tengas miedo después de todo lo que te ha pasado… pero no respondas ahora, intenta descansar y piensa las cosas cuando estés un poco más calmado

Dio medio día, Albus dormía profundamente, hasta que comenzó a ver en sus sueños un río de sangre del que emergieron las almas que habían sido asesinadas, entre ellas sus antiguos súbditos y el alma de Emanuel, gritaban abriendo la boca mucho más de lo que era físicamente posible

El río era una grieta que un ser alado abriría usando 10 ojos dorados en sus alas, vio una guerra de almas contra vampiros y 4 sombras de caballos, una pequeña luz al final, un par de ojos como vino tinto brillaban en el sol

Despertó con la respiración agitada, llorando sangre negra, se secó los ojos, tocó la tuberosa en su pecho, todas las veces que dormía tenía sueños eran profecías y premoniciones de cosas normalmente malas que podrían pasar

Pasaron 4 días y Albus no quería dormir, volver a tener ese tipo de visiones lo aterraba de solo pensarlo, Fabián intentaba hacerlo dormir pero no lograba nada a pesar de todos sus intentos

Fabián– … Albus… tienes que dormir un poco, la purificación te quita demasiada energía… la comida no es suficiente

Albus no respondía, tenía la frente apoyada contra la pared, con los ojos totalmente abiertos y las pupilas temblando por el agotamiento que sentía

Fabián–... no me escucha… creo que ni siquiera está aquí– dijo con preocupación en la voz, Albus había recaído emocionalmente y él no sabía cómo volver a levantarlo desconociendo la razón de su comportamiento

Erick que sostenía la comida intacta de Albus dijo– creo que algo pasó durante la noche que debió haberlo asustado… pero mira sus manos

Fabián notó que Albus apretaba fuertemente su sudadera temblando suavemente como si fuera un consuelo al que buscara aferrarse desesperadamente con los nudillos blancos por la fuerza

Fabián recordó el terror y la tristeza de estar lejos de su hermano, todas las veces que Lucio se quedó con él por eso y dijo – Albus… intenta por favor comer algo

Después de insistir por un rato, Erick cubrió a Albus con una manta sin moverlo para lo alterarlo más de lo que estaba, lo dejaron solo a por un rato hasta que Francisco llegó de visita con Dark quien quería ver cómo estaban las cosas

Fabián– con Albus, un poco mal… hace casi 5 días que no duerme, y lleva todo un día sin comer… recayó mentalmente al principio… no se que hice mal

Francisco recordando sus días en el castillo Lupanar, su soledad y miedo constante dijo– no creo que tú hayas hecho algo mal… creo que fué otra cosa, iré a ver como está

Erick– creo que si le tiene miedo a dormir fué por tener algo parecido a una pesadilla… no creo que solo desee estar despierto tanto tiempo solo por que si

Francisco fué al cuarto de Albus donde lo encontró en el mismo lugar que estaba antes, arrodillado en el suelo con la frente apoyada contra la pared mientras apretaba con sus manos la sudadera de Fabián

Se sentó a su lado y suspiró antes de decir–... ¿no tienes hambre?... la dieta no es para los vampiros, sabes que nuestro cuerpo realmente no engorda o adelgaza peligrosamente

Albus no respondía por lo que Francisco comenzó a tararear la tonada rítmica de su canción favorita, suavemente, más como un arrullo que como un simple tarareo, al notar que lo miraba sonrió

Francisco–... volviste a llorar sangre negra… eso es bueno, ¿sabes?... no sé qué te pasa exactamente, pero sé que estás aterrado

Albus bajó la mirada con vergüenza, fué un cobarde desde siempre, temiendo a sus propias habilidades para ver el futuro por ser la mayoría pesadillas y visiones aterradoras orillando desde el principio a bloquear todos sus sueños

Francisco sonrió suavemente antes de decir– ¿por qué te averguenzas?... es normal

Albus seguía mirando el suelo totalmente avergonzado de su propio miedo y de reconocer que lo tenía, pero la mano de Francisco sobre su cabeza lo hizo levantar la mirada un poco sorprendido

Francisco– está bien… ya no eres juzgado por eso… Albus, ya no te veo como antes, siendo sincero… hace tiempo que dejé de odiarte

Parecía que eso lo tranquilizaba pero el miedo seguía en su mente como un torbellino de abejas molestas

Francisco le dijo suavemente– oye… Sé lo que piensas pero… ser valiente no significa no tener miedo, si no… vivir a pesar de tenerlo, hay ocasiones en las que tienes que tragar tu miedo, esconderlo y actuar como si no existiera, pero en otras ocasiones… no es necesario

Albus lloraba sangre negra de forma abundante, grandes gotas cayendo de su rostro como si le hubieran recordado que tenía derecho a sentir como cualquier otro y que sus miedos no eran injustificados

Con calma continuó– así que si es eso… mira, ya no tienes que esconder todo eso y… bueno, esconderlo solo te hace mal… si tu miedo viene de una pesadilla, solo sueña que la vences y ya… si es algo real que podría lastimarte pide ayuda y enfrentala cuando sea prudente ¿si?

Albus movió la cabeza de arriba a abajo para afirmar antes de que Francisco le acercara la comida y saliera del cuarto

Un rato después de comer, se recostó en la cama y apretó fuerte la sudadera para dormir, con la idea de ver esa visión hasta el final

El sueño comenzó con el lado oscuro de la luna, un ángel que tenía 5 ojos dorados en cada ala estaba sentado en el suelo mirando a la nada, de pronto se levantó y soltó un grito que hizo despertar a Albus de un brinco. Rápidamente cerró los ojos y se forzó a volver a dormir

Después de gritar, el ángel se cubrió los ojos con una venda negra antes de volar, 3 ojos negros comenzarón a llorar sangre formando un rio, de él, almas asesinadas de todas las especies salierón gritando de la misma manera que el angel llorando sangre de sus ojos oscuros, el ángel grtitaba constantemente, llevaba el uniforme celestial desgarrado, sucio y muy viejo

Frente a una luz brillante apareció un muchacho de ojos vino y cabello morado que sonreía, el ángel se puso detrás y colocó las manos sobre sus ojos que comenzaron a sangrar hasta que solo quedaron 2 cuencas vacías, un último grito hizo que Albus despertara, corrió a su escritorio a dibujar su visión

Francisco había llegado con Belpharion a su siguiente entrenamiento, le dijo con suavidad– bienvenido…tu entrenamiento es bastante sencillo, debes meditar con los demonios, cuando termines, podrás comer

Sonrió y dijo con confianza– claro… pero ¿sobre qué estamos meditando?, ¿cada uno medita por algo diferente?

Belpharion se mostró sorprendido antes de decir– ellos… meditan sobre sus pecados… tú, meditas sobre tu poder

Arqueó una ceja y dijo con curiosidad– no le veo sentido… pero está bien, me portare bien por mi hermanito

Se sentó al lado de un demonio en posición de meditación, pero no pasó mucho tiempo antes de que Francisco comenzara a cantar con susurros la canción que tanto le recordaba a su hermano, a pesar de eso Belpharion no interrumpió, cada uno medita a su manera aún si no es la más común

Cuando la meditación terminó, Belpharion llamó de uno a uno a los demonios para darles algo de comer hasta llegar a Francisco quien dejó pasar al último demonio que iba detrás de él

Belpharion– es para tí Francisco– dijo sin tono de regaño solo para saber por que después de casi 4 días sin comer no había pasado por el almuerzo

Francisco dijo con calma y alegría– no tengo hambre… gracias

Belpharion le dió la comida al demonio antes de decir– la meditación duró 4 días ¿sabes?

Sonriendo sin parecer demacrado o cansado– sí… mi hermano nos protege cuando vamos a salir por periodos no definidos…

Sonrió antes de continuar– nos da de comer fresas negras como estas con sus lágrimas… solo una nos alimenta por 3 días seguidos en total ayuno… nos da 5, al único al que no le sirven es a él

Con asombro de maestro, dijo– entiendo… así que por 15 días no tendrás necesidad de comer… dime algo ¿por que esa canción te gusta tanto?

Francisco le dejó escuchar la canción antes de explicarle– la letra es… una historia de alguien que desea irse para siempre, lo salva su mejor amigo… la canción es un gran gracias, por salvarme de mi mismo, por darme la luz que creí perdida… ahora tú luz es mi vida

Suspiró y siguió diciendo– en el castillo de Lupanar… me sentía morir cada día… si no fuera porque mi hermano me mandaba fresas cada semana, un cuaderno, unas mantas e incluso dinero a escondidas… me habría rendido, pero nunca me dejó solo

Belpharion escuchaba la canción, sabiendo el contexto lo hizo llorar– me gusta… tu ¿también haces ese tipo de fresas? o ¿solo las hace tu hermano?

Francisco– también las hago, pero las mías son blancas, alimentan solo por 2 días por mi tipo de sangre, no me sirven a mi pero si a mi hermano– le mostró las 2 fresas en una fotografía en su celular

Belpharion–...se cuidan muy bien, uno al otro, desde que tu hermano estuvo aquí, se apresuró a terminar los entrenamientos… ahora veo por qué…

Se secó la cara antes de continuar– creo que deberías volver con tu hermano, has pasado… sé que parece que no es nada, pero dar alimento no solo sacia el hambre si no que es un acto de amor, pero tú debes saber eso ya

Respondió con calma– sí… lo sé, mi hermano lo hace constantemente, sacia las necesidades básicas por amor más que por deber, es natural para él

En la sala de los pecados Belpharion terminó de contar el entrenamiento a sus compañeros, quienes escuchaban atentamente

Aureliax tomaba notas mentales mientras decía– fresas con lágrimas de sangre… bastante radical alimentar a alguien así

Asmodeo acomodaba rosas en su trono al decir– lo sé… cuánto sacrificio, es casi poético… ya quiero entrenarlo

Acedía se acomodaba en su trono mientras decía– No… puedes entrenarlo… estás castigado

Abadón afilaba su espada al decir– es verdad… Lucifer no está nada contento contigo después de que trataras así a Fabián, si no fuera por que él te defendió probablemente no te dejaría entrenar a Francisco

Asmodeo– todos están en mi contra… ya les dije que yo iba a pasar nada malo

Mientras tanto, Albus se puso su ropa antigua, tan elegante como antes, limpia como la primera vez, con la tuberosa de su pecho adornando el traje del rey que era y fué con Fabián a quien le dijo–... necesito… pedirte un favor