El Mafioso Enamorado

Valentina estaba en el apartamento de Santamaría, el la miraba de arriba abajo, veía su ropa, parecía analizarla con cuidado.

—¿Dónde estuviste? —pregunto Santamaría

—Ya te dije con Adri, nos quedamos en el departamento.

—No me mientas Vale.

—No te estoy mintiendo, que demonios te pasa ahora.

—Y es aroma de quién es.

—Mia, la compré, solo que como no estabas como te la enseñaba —Santamaría miraba a Valentina, y vio algo rojo detrás de su cuello, se acercó a ella y apartó bruscamente su cabello asustandola

—Quien demonios te hizo está marca, y no me salgas con que Adriana —Valentia se dió cuenta que no se dió tiempo de revisarse, Santamaría la tomo del brazo con fuerza y ella trató de safarse.

—Sueltame, me lastimas.

—Dime con quién te metiste, con quién anduviste de zorra —espetaba furioso Santamaría , Valentina temblaba del miedo, Santamaría al ver que ella no respondía nada la empujó contra el piso, ella se golpeó con un mueble, Santamaría se acercaba a ella y sonreía —mas te vale decirme con quién te acostaste Valentina Suárez —su voz un susurró que helaba la sangre.

—Co...con nadie —tartamudeo por los nervios, Santamaría solo negaba y la abofeteaba varias veces, Valentina sentía el sabor metálico en su boca, sentía su rostro arder, sus lágrimas caían, y en eso vio como Santamaría la pateaba.

—Solo debes decirme quién fue amorcito.

—C...co....n Na...nad...ie —hablaba entre sollozos Valentina, Santamaría le daba varios golpes en su cuerpo, la levantaba para volverla a empujar al suelo con más fuerza, está vez valentía se golpeó con la esquina de un mueble, ella empezó a sentir un líquido caliente caer por su cabeza, llevo su mano hasta el lugar y vio que era sangre, veía sus piernas que tenían marcas rojas y algunos rasguños, sentía que le dolía todo, vio a Santamaría meterse a la habitación y ella tomo su celular, marco a su amiga, cuando está respondió, salió Santamaría, Valentina logro esconder el celular.

—Dime zorra quien fue el bastardo al que te follaste —Valentina se mantenía callada —que me respondas —grito dándole un golpe, Valentina se quejo.

—Ya deja de pegarme —grito ella.

—Dejaras de mentir mi vida —Santamaría parecía disfrutar del miedo de Valentina, ya que se reía de ella, mientras ella trataba de cubrirse de los golpes de Santamaría .

...ΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩΩ...

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Adriana se salió de la ducha, mientras se vestía sono si celular, la ver que era Valentina respondió de inmediato, lo coloco en altavoz mientras se vestía.

***Llamada****

📲Ya vienes.....

📲......

📲Ami....

Adriana empezó a oir todo a través del teléfono, no quería colgar pero debia sacar a su amiga de casa de Santamaría, a si que sin saber por qué marco el número de Michael que el le dió para Valentina.

***Llamada***

📲¿Si?

📲 Michael soy Adriana.

📲 Estás bien, te oyes mal.

📲 Vale me marco y no respondía, pero logré oir cómo Santamaría le gritaba cosas y la oí decir a ella que dejara de golpearla, y oí golpes despues

📲Paso por ti en 5 minutos, para ir por ella.

****Fin llamada****

Adriana se terminó de vestir y espero a Michael, quien llegó con Sebastián y los 3 fueron al apartamento de Santamaría, al llegar oyeron gritos.

—No, no Santamaría no te atreves a tocarme

—Te dejaste tocar por un mal nacido, eres mi novia, puedo hacerte mía cuando quiera.

—No, no por favor no —entre sollozos y súplicas se oía la voz de Valentina, en eso de un golpe Michael abría la puerta, Santamaría se giro furioso dejando caer a Valentina al suelo, provocando que se volviera a golpear.

—Quien demonios son ustedes para entrar a si.

—Soy el mal nacido con el que ella se metió, muy cabron para meterte con una mujer, veamos si sigues a si de valiente para desquitarte conmigo —Adriana corrió hasta su amiga, Sebastián le dió su saco para que la tapará, Valentina lloraba y temblaba, pero su cuerpo estaba débil, sus ojos empezaban a pesar le... Por otro lado Santamaría estaba por irse le encima a Michael cuando esté le mostró su arma y Santamaría se detuvo de golpe.

—Val, vale, amiga despierta —gritaba Adriana llorando, Sebastián se acercaba y revisaba su pulso.

—Mierda, Mich debemos sacarla de aquí, está débil su pulso —gritaba Sebastián.

—Llevatelo, yo me las llevo a ellas —decia Michael mientras tomaba entre sus brazos a Valentina —ruega por qué no le pase nada, por qué te juro bastardo, mal nacido que te haré sufrir que desearas no haber nacido, llévalo a la bodega y llamas al médico que vaya —Michael manejaba como si estuviera en una persecución, al llegar a su casa, Carlota los recibió, preparo la habitación de al lado de la de Michael, el médico llegó detrás de ellos y se sorprendió al verla en ese estado.

—Que le pasó Rossi —decia el médico.

—Un bastardo hijueputa le hizo esto, salvala por favor —el médico asentia y Michael junto a Adriana salían de la habitación, dónde el médico revisaba a Valentina mientras sus enfermeras preparaban la habitación a una de hospital, tuvo que suturar heridas, currar golpes y hacerle estudios, casi por la madrugada el médico salía de la habitación, su bata con manchas de sangre y su mirada de cansancio.

—Toda herida fue curada y saturada, pero.... Tiene su cerebro inflamado, tuve que inducirla al coma para que se le desinflame, le dejaré una enfermera las 24 horas, vendré todos los días a verla —Adriana lloraba y Michael apretaba sus puños, su mandíbula también —pueden ir a verla solo un par de minutos —Adriana subía primero en lo que Michael despedí al médico y le daba instrucciones a sus empleados sobre el estado de Valentina y sus cuidados, después le asignó una habitación a Adriana, Sebastián la llevo por ropa mientras Michael se debatía entre si entraba a verla o se esperaba un poco más.

—No lo pienses, sube a verla —le decía Sebastián a Michael.

—Por que siento como si la conociera ya —decia Michael mirando por el ventanal que daba a su jardín.

—Ni idea, pero si sientes que debes verla ve, tal vez verla te ayude —Michael asentía viendo a su amigo, al subir vio a Adriana sentada en el sofá.

—Te dejo —decia Adriana, mientras bajaba con Sebastián, Michael la miraba, y en eso recordó que el había soñado con ella, en varias ocasiones, sonrió para el.

«No creo en el destino Reina, pero soñarte y conocerte no es una simple casualidad, juro protegerte de todo y todos»