Keren Lombardi, un hombre apuesto, rico y poderoso, cuya vida cambia drásticamente cuando es abandonado en el altar por su prometida. Traicionado y con el corazón endurecido, Keren jura no volver a creer en el amor. Su único objetivo ahora es satisfacer el último deseo de su abuelo moribundo: encontrar una esposa y asegurar el legado de la familia Lombardi.
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capítulo 16 Emma conoce a don Arturo
El salón estaba repleto de invitados, todos hablando en pequeños grupos. Keren, con Emma de la mano, caminó directamente hacia su abuelo, quien estaba sentado en una esquina, observando con ojos curiosos.
—Abuelo, quiero presentarte a Emma —dijo Keren con tono formal, pero con una leve sonrisa en sus labios.
El abuelo levantó la vista, sus ojos brillando con curiosidad y una calidez contenida.
—Ah, así que tú eres Emma. —Le ofreció una mano temblorosa, pero firme—. He escuchado muchas cosas buenas de ti, querida.
Emma, un poco nerviosa, aceptó la mano del anciano con una sonrisa respetuosa.
—Es un honor conocerlo, señor Lombardi.
—El honor es mío —respondió el abuelo, observándola detenidamente, como si intentara leer más allá de su apariencia—. Espero que Keren sepa apreciar lo que tiene frente a él.
Keren, sonriendo, dejó que las palabras del abuelo resonaran por un momento antes de intervenir.
—Voy a dejarlos solos un momento, abuelo. Estoy seguro de que tienen mucho de qué hablar.
Emma lo miró sorprendida, pero no tuvo tiempo de decir nada antes de que Keren se alejara, dejándola con el anciano. El abuelo hizo un gesto hacia una silla vacía.
—Por favor, siéntate, Emma. Quiero hablar contigo.
Ella obedeció, sentándose a su lado, sintiendo el peso de la mirada del hombre sobre ella.
—Emma —comenzó el abuelo con voz suave—, Keren... Keren puede ser un hombre difícil. Tiene un carácter fuerte, pero en el fondo, es un buen hombre. Solo necesita a alguien que tenga paciencia con él.
Emma lo miró, tratando de ocultar su sorpresa.
—Yo... no sé si soy la persona adecuada para eso.
El abuelo sonrió ligeramente.
—No te subestimes. He visto cómo te mira, Emma. Eres diferente. Mi nieto no confía fácilmente en la gente, pero parece que en ti ha encontrado algo. Solo te pido que tengas paciencia. Él ha pasado por mucho.
Emma asintió, sintiendo una mezcla de emociones. No sabía qué decir exactamente, así que simplemente murmuró:
—Haré lo mejor que pueda, señor Lombardi.
El anciano sonrió, asintiendo.
—Eso es todo lo que pido.
La velada continuó, y después de algunas despedidas, el salón quedó prácticamente vacío. Solo quedaban Emma, Keren y su abuelo. De repente, el anciano se llevó una mano al pecho, con una expresión de incomodidad.
—Abuelo, ¿estás bien? —preguntó Keren, inmediatamente alarmado.
El anciano respiró hondo, pero su rostro mostró un ligero gesto de dolor.
—Creo que necesito descansar... No te preocupes, solo un poco de cansancio.
Keren se acercó rápidamente y tomó a su abuelo del brazo.
—Vamos, te llevaré a tu recámara.
Emma también se levantó, preocupada.
—¿Puedo ayudar en algo?
Keren asintió con la cabeza.
—Sí, ayúdame a subirlo.
Juntos, llevaron al anciano por el pasillo y lo acostaron en su recámara. Una vez que estuvo acomodado, Keren lo cubrió con una manta.
—¿Quieres que llame al médico? —preguntó Emma con tono serio.
El abuelo agitó una mano, restando importancia.
—No, no es necesario. Solo necesito descansar. No te preocupes, querida, estaré bien.
Keren lo observó con desconfianza, pero decidió no insistir.
—Descansa, abuelo. Estaremos aquí si necesitas algo.
El anciano asintió y cerró los ojos, mientras Keren tomaba a Emma del brazo y la guiaba fuera de la habitación. Bajaron en silencio al jardín, donde la brisa nocturna era suave y refrescante.
—Lo siento si te preocupaste —dijo Keren, rompiendo el silencio—. Mi abuelo siempre ha sido muy fuerte, pero... el tiempo no perdona a nadie.
—Se ve que te importa mucho —comentó Emma, mirando hacia las estrellas—. Eso es algo bueno.
Keren suspiró, cruzando los brazos mientras caminaba lentamente a su lado.
—Él es prácticamente todo lo que me queda. Mis padres murieron cuando yo era muy joven, y él ha sido mi guía desde entonces.
Emma lo miró de reojo, sorprendida por lo abierto que estaba siendo.
—Nunca me habías hablado de tus padres.
Keren hizo una pausa, como si considerara sus palabras.
—No es algo que me guste discutir. Fue un accidente... un choque. No recuerdo mucho de ellos, pero sé que mi abuelo siempre intentó compensarlo. Y de alguna manera, todo lo que hago es por él.
Emma lo observó con empatía.
—Debe ser difícil cargar con esa responsabilidad.
Keren se encogió de hombros, mirando al suelo.
—No sé si lo veo como una carga. Es solo... lo que es. Mi abuelo quiere verme casado, y quiero darle esa tranquilidad antes de que sea demasiado tarde.
Emma sintió una punzada en el pecho. Toda la situación empezaba a hacer más sentido.
—¿Y tú? ¿Qué es lo que realmente quieres, Keren?
Keren se detuvo y la miró directamente a los ojos. Por un momento, su expresión fría parecía desvanecerse.
—Yo... no lo sé. No estoy seguro de si quiero lo mismo que él, pero quiero verlo feliz. Tal vez eso sea suficiente por ahora.
Emma asintió lentamente.
—Es un buen hombre. Se preocupa por ti.
Keren hizo una mueca.
—Lo sé. Pero no siempre es fácil estar a la altura de sus expectativas.
Se quedaron en silencio por un momento, disfrutando de la tranquilidad del jardín. Luego, Keren se volvió hacia ella.
—Es tarde. Te llevaré al apartamento.
Emma asintió, y ambos se dirigieron hacia el coche.
Cuando llegaron al apartamento, Emma no pudo evitar admirar lo elegante y moderno que era.
—Aquí vivirán tu madre y Paula —dijo Keren mientras abría la puerta—. Te gusta como está completamente equipado.
Emma recorrió el lugar con la vista, asintiendo.
—Es muy bonito.
Keren se acercó y, sin previo aviso, la tomó del brazo y la besó profundamente.
—Recuerda lo que te dije, Emma. —Le susurró cerca de los labios—. Eres mía. No quiero que vuelvas a cuestionar nada. Y no olvides, a partir de ahora, esto es lo que somos.
Emma lo miró, asintiendo sin palabras, mientras un torbellino de emociones giraba en su interior.
Aprecio mucho la buena ortografía encontrada .
Observé algunas inconsistencias , a mi entender .Pero considero muy digna de leer ésta historia . La Recomiendo .