La Ex- Emperatriz Será Mi Esposa

Kana llegó al lado del emperador en la celebración de la coronación.

— mi emperatriz, te estaba buscando. ¿Donde estabas?

— tomando un poco de aire fresco. Tenía calor.

— ¿En serio? Te veo un poco afligida ¿Estás bien?

— si, si. No es nada, debe ser los nervios.

Raiden ríe y solo le toma la mano.

— debe ser por eso. Mañana será nuestro primer día de emperadores, ya hemos hecho el trabajo anteriormente, pero ahora será oficial. Sin embargo, tengo una propuesta que hacerte.

— ¿Y que es?

— es algo interesante. Mañana a primera hora te lo diré. Sé que será un poco difícil de procesar pero...— acarició suavemente la mejilla de kana—... Eres una mujer muy fuerte y podrás soportarlo.

— Raiden. Solo dímelo de una vez, aveces no tolero el suspenso.— recalcó ella, ahora, se sentía extraña por mucho factores, el comportamiento de Raiden y el de Akai.

— mi señora, no sea impaciente. Quizás, sea el momento de que vayas a descansar, mañana le toca un día pesado.

Raiden se alejó de ella para irse a otro lugar sin decirle a donde.

— ¡Raiden!...— dijo en alto, pero al parecer no le importó ignorarla e irse, perdiéndose lejos de la multitud.— ¿Por qué?— se preguntó afligida.

“ ¿Por qué siento que mi intuición me dice que sea determinante a mis pensamientos?... Lo que me ha dicho Raiden, lo que casi me confiesa Akai. Esto es realmente confuso, pero mi intuición me dice que me mantenga tan fuerte ante mi determinación"

Ella sentía miedo por el futuro. Lo que hace unas horas se imagino los momentos más felices de su vida, ahora siente que todo se puede acabar en un cerrar y abrir de ojos. Por eso temía a que está noche se acabará y que al despertar sea todo diferente. Pero, levemente, kana se siente mareada. Era los efectos de la repentina preocupación que acababa de experimentar.

Una de sus doncellas la acompaña a la recámara donde la dejan liviana del vestido, dejándola descansar en su cama sola. No sabía si Raiden había llegado a la habitación en toda la noche, lo que si sabía eran las pesadillas que no tenían fin hasta que abría los ojos.

Al abrirlo por última vez, observó como los rayos de sol entraban por las ventanas, los pájaros cantaban y podía sentir el aroma fresco del té.

— oh, ya ha despertado, su alteza.

— Nanami, ¿Es muy tarde?— se frotó un ojo mientras que se levantaba.

— para nada. Lo que pasa es que el emperador a ordenado buscarla con su mejor atuendo. Tiene un gran anuncio que darle.

— ¿No sabes que es? Aunque sea una pista me ayudaría.

La sirvienta negó con una pequeña sonrisa y añadió.

— oí que es una sorpresa para la nación, así que deber estar arreglada lo más presencial posible.

Kana se tomó un poco el té para despertarse y pidió lo siguiente.

— no, solo quiero algo sencillo. No soy una emperatriz de adorno que solo se arregla para lucir bien al lado del emperador.

— como ordene, alteza.

“ ¿Un anuncio importante?... ¿Será lo que Raiden intentó decirme anoche?... No creo que sea nada de los habitantes, yo misma me encargué de ellos, elevé las pensiones, he promovido más trabajos disminuyendo la tasa de desempleo. La nación está más que bien como está. El difunto emperador la dejo tan estable que quién quiera cambiar con esa paz serían un gran idiota— de inmediato pensó en la emperatriz madre— solo espero que ese comentario de apoderarse de las naciones pequeñas se haya quedado así y que no sea una proposición a futuro"

Kana se vistió sencillamente, ya que para lo que ella le importaba era su presencia y opinión en el gabinete de la nación.

— la emperatriz está presente.— anunció un sirviente en toda la puerta.

No obstante, kana miraba pálida y confundida la situación.

— mi esposa, te estábamos esperando.

Raiden expresó feliz, ya que a su lado tenía a Mei vestida más extravagante como nunca, como si de una concubina se tratará. De hecho, esas vestimentas que presentaba Mei era la de una amante oficial.

En estás tradiciones, el emperador era el único que podía tener concubinas y ser legal en el ámbito del matrimonio. Pero era muy impactante para kana ya que él le había jurado que iba hacer la única mujer en su vida.

— Raiden... ¿Que significa ésto?— su voz temblaba un poco pero se mantenía lo más firme posible.

— seré lo más gentil en decírtelo.— toma la mano de Mei y le da un beso— Mei lee será mi concubina y la madre de mi heredero.

— ¿Que?— ahora su voz si se oyó quebradiza. Miró sin brillo en sus ojos a Raiden. Ignoraba a todos a su alrededor ya que su mundo se estaba despedazando poco a poco.

— sabía que te iba ser difícil de procesar, ya que solo soy tu mundo y al único que amas. Pero sé que aceptaras ésto y me perdonarás por romper unas simples promesas ¿No?

Los consejos presente hablan y apoyan al emperador.

— emperatriz, debe aceptar, usted debió ya procrear al heredero, pero ya la concubina hizo su primordial trabajo.

— si la emperatriz no acepta, lamentablemente se le revocará de su cargo, así fue como lo declaró su alteza.

Kana de inmediato se mordía el labio inferior para retener las lágrimas, sin embargo, se lastimó. Hizo un gran esfuerzo pero las comisuras de sus ojos se llenaron de agua y miró con un rostro jamás puesto ante Raiden.

— esto es increíble.— enfrenta ella— Mei lee era mi doncella más confiable. Pero veo que no cuento con nadie en este palacio, hasta los consejeros no son de confianza, diciendo algo tan estúpido como eso.

Raiden se enderezó, parecía que kana no iba a ceder fácilmente.

— kana, está es tu última oportunidad. Aquí delante de los consejeros. Aceptarás a Mei como mi concubina y el hijo de ella será el futuro príncipe. Ya que tengo la ligera sospecha de que mi emperatriz es infértil, si ese es el caso y parece que si, tendré que pedirte que solo sea la emperatriz y no mi compañera de vida o quitarte definitivamente del trono, tú decides.

Kana arrugó más la frente, era golpe tras golpe por la persona en la que más confiaba y amaba. A su alrededor todo era tan lento que podía entender la gran manipulación de Raiden hacia ella.

“ ahora lo comprendo todo...— dijo lastimosamente en su mente—... Como fuí tan estúpida... Ahora se que él solo me necesitaba para un heredero y ayudarlo hacer el trabajo pesado en el trono, nada más era una herramienta para él. Durante todo estos años estuve ciegamente enamorada, hasta que con su mismo engaño me abrió los ojos."

— está bien.— dijo ella, respirando profundo— aceptó a la concubina Mei Lee.

Raiden se relaja y saca su sonrisa.

— kana...

— ¡Pero yo renunció al trono y a ti para siempre!— kana dijo desde el fondo de su corazón y mente.

No podía aceptar está catástrofe de situación. Lo amaba y mucho, pero tampoco iba a ser humillada de esta forma por él. Nunca se esperó esta apuñalada de frente, Raiden le juro amor único a ella y ahora, la traiciona con su doncella, de ese amor, ahora solo existe el inmenso dolor.

“ si, sus promesas se rompieron junto conmigo. Eso significa que ya no hay lugar para mí en este podrido lugar. Después de saber que puedo ser traicionada en cualquier momento, la mejor decisión sería irme de este palacio. Ya no me importa nada"

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