La Luna Oscura Del Rey Lycan

Draven había terminado de arreglarse, aunque le gustaría pasar más tiempo con Emily sus responsabilidades no se lo permitían, salió del enorme closet, vistiendo un elegante traje negro con corbata del mismo color.

Emily estaba de pie a un lado de la cama, no sabía que hacer ahora, estaba acostumbrada a hacer todos lo que le ordenaran, pero el rey solo se levantó y la dejo en la cama.

- ¿No quieres dormir más tiempo? – Preguntó Draven.

Emily negó, aunque si tenía algo de sueño.

Draven suspiró, ella estaba temblando podía verlo desde la distancia en la que estaba, camino hacia ella y la rodeó de la cintura, ella alzo su mirada para encontrarse con sus ojos negros que la miraban con intensidad.

- ¿Qué debo hacer, majestad? – Preguntó con voz temblorosa.

- De momento, solo gemir para mí, pequeña – Dijo con su ronca voz y luego beso los labios de ella.

Emily respondió al beso, comenzaba a acostumbrarse a ello, aunque aun se sentía nerviosa de tener a ese hombre así de cerca, sin darse cuenta empezó a liberar un aroma excitante que hacia que Draven tuviera una erección.

- Joder, pequeña, eres un encanto – Gruño Draven, tomó una mano de Emily y la llevó hasta su entrepierna, para que ella sintiera su dureza que ella misma provoco sin saberlo.

Emily se puso tensa, más no aparto su mano de ahí, miraba a Draven con ingenuidad y sorpresa, mientras era guiada por él en sus movimientos.

Draven se detuvo repentinamente, entrando en un enlace con su beta, soltó una maldición, sus deberes lo obligaban a detener ese candente encuentro con su Emily.

- Debo irme, pequeña, se que será aburrido mientras no estoy aquí, pero debes esperarme – Susurro y beso la punta de su nariz- Cuando me desocupe vendré para que nos divirtamos juntos como hace un rato ¿Te parece? – Preguntó con una sonrisa en sus labios mirándola.

Emily ya no podía ponerse más roja de lo que ya estaba, él era tan directo, trago saliva y asintió positivamente ante su propuesta.

Draven rio y beso sus labios antes de tener que marcharse a cumplir con sus deberes de rey, había mucho que hacer, pero lo que más le importaba en esos momentos era saber si Liam había encontrado información relevante sobre la vida de Emily en el reino Silver Moon.

***************

Draven llegó al edificio donde llevaba a cabo todas sus actividades de rey, había asuntos que requerían su atención, no solo el hecho de que ya tenia a su mate contigo, sino que también estaba aquel asunto de la muerte de las mujeres del reino, aunque tenía la mínima esperanza que todo terminaría con la llegada de Emily.

- Buenos días majestad, se ve muy diferente hoy – Dijo Liam caminando ya a su lado, con una tablet en sus manos.

- ¿Tienes lo que te pedí? – Pregunto Draven ignorando el comentario sarcástico de su beta.

- Apenas lo pidió anoche…pero tengo otra información – Dijo señalándole una imagen desde la tablet- El rey de Silver Moon también encontró a su mate la noche de la cumbre – Comentó.

Draven vio la imagen solo por unos segundos, la mujer que ahora era la reina de Silver Moon se le hizo extrañamente familiar, pero no fue algo que tomo con mucha importancia.

- Quiero información de Emily, ella dijo que es solo una sirvienta – Miro a su beta quien entrecerró la mirada, pues incluso él había detectado que ella era una Alfa.

-  Okay me enfocaré en ello – Comentó Liam. Entendiendo que la prioridad ahora era la reina. – Karim ya debe estar en el palacio real – Agrego.

Draven asintió, el Gamma Karim era quien cuidaría en su ausencia a Emily, era de su total confianza y sabía que la protegería.

- Okay, quiero el informe de todas las autopsias, también de las mujeres que fueron traídas la última vez – Ordeno entrando a su oficina. Se quitó su saco y sentó en su cómoda silla, para él el tiempo era oro, pues le urgía regresar con Emily, quería que ella se acostumbrara a su presencia.

*************

Emily estaba en la recamara pensando en todo lo que paso esa mañana con el rey, todo era nuevo para ella, sabía que era normal el sexo entre parejas, pero nunca fue informada correctamente.

La puerta se abrió y entraron dos mujeres con ropas de mucamas, una traía una charola de comida, mientras que la otra con unas bolsas de compras.

- Buenos días, Luna - Dijeron las dos haciendo una reverencia ante ella.

Emily retrocedió asustada, incómoda por la forma en que la saludaron, es más nunca antes la habían saludado, siempre era invisible.

- Su desayuno – Dijo la mujer que tenía la charola, camino hasta una mesa y la dejo ahí- Si algo no le gusta por favor hágalo saber, o si quiere algo en especial solo ordénelo – Agrego con la mirada baja en modo de respeto.

- Hemos traído ropa especialmente para usted, por favor desayune en lo que le preparamos el baño – Dijo la otra de ellas, mostrando las bolsas de compras.

Emily no sabía ni siquiera como responder a tanta atención. Las dos mujeres ya tenían instrucciones claras, atenderla como lo que era la Reina, si hacían algo en su contra recibirían el castigo del Rey Draven, y eso era algo que nadie deseaba.

Las dos se dirigieron al baño para preparar todo para ella.

Emily camino hacía la mesa donde estaba la comida se maravillo al ver el delicioso desayuno que había, su estomago rugió, así que tímidamente empezó a tomar un poco de cada platillo.

Las dos mujeres salieron repentinamente, asustando a Emily quien dejo de comer de inmediato.

- ¿No le gusto el desayuno Luna? – Pregunto una de ellas al ver que el desayuno estaba casi intacto.

- Yo…estoy bien – Respondió bajando la mirada tímidamente.

Las dos se miraron confundidas, más no dijeron nada, no tenían permitido hablar de ella o ir en su contra.

- El baño está listo – dijo con formalidad.

Emily asintió camino lentamente hacía el baño, las dos mujeres le abrieron paso y después caminaron detrás de ella. Se detuvo al ver que incluso ellas entrarían al baño, sintiéndose más incomoda de lo que ya estaba.

- Esperaremos aquí – Dijo una de ellas al notar esa incomodidad.

Emily no dijo nada más y se encerró en el baño, era grande y lujoso, camino hacia la tina preparada con agua espumosa, olía delicioso, era la primera vez que preparaban el baño para ella y con aquellos olores exquisitos.

Miro hacia la puerta, asegurándose que le había puesto el seguro, no quería que nadie entrara y viera su cuerpo con cicatrices. Lentamente se quito aquel camisón, la mayor parte de sus cicatrices estaban en su espalda, miro su abdomen los moretones que había sufrido por la última vez que Gina la golpeo ya no estaban.

Entro a la tina y sintiendo una refrescante calidez en todo su cuerpo y el aroma a frutas le fascino

- ¿Luna? ¿Por qué la Diosa castigo al rey con alguien como yo? – susurro mientras miraba jugaba con la espuma.

- No seas negativa…- Hablo Noah – Emily nuestra pareja nos va a proteger – Agrego.

- Se arrepentirá cuando vea mi cuerpo lleno de cicatrices, no soy nada bonita, además soy una sirviente – Dijo en susurro.

- ¡eres una Alfa! No una sirvienta- Siseo su loba.

Emily ya no dijo nada más, no quería seguir hablando de aquel asunto, pues era claro que su loba y ella tenían diferentes pensamientos.

Después del baño, salió con una bata y el cabello recogido, las dos mujeres la esperaban de pie en medio de la habitación, habían cambiado ya las sobre camas, y dejado sobre ella tres atuendos diferentes de mujer.

- ¿Le gusta alguno de estos atuendos? – Preguntó.

- Si no, podemos buscar algo más de su agrado – Agrego.

Las dos mucamas esperaban con paciencia la respuesta de Emily, que ni siquiera sabía que elegir, ella normalmente usaba las mismas ropas viejas y rotas de siempre, pero ahora tenía unos preciosos atuendos que a simple vista se veían de una gran calidad.

Una de ellas dio un paso al frente, su cabello era castaño y ojos cafés, lo tenía recogido en una coleta.

- Si me permite aconsejarle, Luna, puede elegir lo que piense que le hará sentir más cómoda – Dijo con una leve sonrisa.

Emily asintió y miró los atuendos en la cama, camino hacia ellos, dos de ellos eran descubiertos de la parte superior, los descartó de inmediato pues no quería que vieran sus cicatrices, el tercer atuendo eran unos jean tipo campana y una blusa tipo sudadera color negra.

- Creo, que este – Dijo señalando el tercer atuendo.

Las dos asintieron y de inmediato apartaron los otros dos atuendos.

- ¿quiere que la ayudemos a vestirse Luna? – Preguntó una de ellas.

Emily se puso roja y negó con la cabeza.

- Como ordene, entonces la esperamos afuera- Las dos hicieron una reverencia y salieron de la recamara.

Emily suspiró, demasiada atención la agobiaba, miró nuevamente la ropa que estaba a punto de usar, era demasiado bonita, nunca antes había usado ropa nueva, solo veía a Gina usarlas, incluso había ropa interior muy bonita, de una fina tela de encaje transparente.

Comenzó a vestirse, con mucho cuidado de no arruinar nada, aun pensaba que de romper algo sería severamente castigada y eso la hacía aterrarse, no quería que la volvieran a golpear.

Una vez que termino camino hacia la puerta, aquellas dos mujeres le dijeron que la esperaban afuera, entonces ¿Podía salir de la habitación? ¿No se enojaría el rey si lo hacía? Abrió tímidamente la puerta para encontrarse con ellas dos.

- Le quedo perfecto, Luna – Dijeron las dos al mismo tiempo.

Emily se sonrojo, ciertamente los jean acentuaban sus curvas, aunque la blusa era un poco holgada, su cabello lo dejo suelo y sus ondas se definían poco a poco, su rostro estaba sin una sola pizca de maquillaje, pero tenía un sonrojo natural en sus mejillas y sus labios eran rosados natural.

- Vamos, el Gamma Karim espera abajo – Dijo.

Las dos dieron paso a que Emily caminara por delante, mientras ellas iban detrás a una cierta distancia. Al bajar las escaleras, se encontraron con un hombre alto, fornido, de piel levemente bronceada, cabellos castaños y ojos aceitunados.

- Es un placer conocerla, Luna – Hizo una reverencia al ver a Emily – Soy Karim, el Gamma del Reino y a partir de ahora estaré a sus órdenes – Dijo con formalidad, tenía una voz gruesa e imponente.

Emily miró a los lados, sintiéndose incomoda por tanta formalidad y reverencia, no estaba acostumbrada eso le hacía tener miedo y querer volver a la recamara, encerrarse ahí hasta que él volviera, su cuerpo empezó a temblar.

Karim levantó su mirada pudo notar el cuerpo tembloroso de su ahora Luna, ya estaba al tanto de lo que paso la noche anterior, podía darse cuenta a simple vista, que ella no estaba acostumbrada a ese tipo de formalidades, tal vez en su antigua vida era ella quien reverenciaba, pero ahora era diferente, pues ella era la Luna del Rey de Shadow Moon.

Había un largo trabajo que hacer, protegerla era su deber, pero ayudaría a su rey para que ella se convirtiera en la mejor Luna que jamás antes haya existido.