La Duquesa Abandonada


-Kiram, todo lo que me dices no puede ser, acaso tu padre es un monstruo, acepto que el matrimonio fue arreglado, su insistencia en que yo reinara pensé que quería que la corona estuviera bien.

-Madre debemos actuar, Dunkan no se quedará tranquilo, el duque Andrew tampoco y cuando el duque Carter se entere también pedirá un castigo.

-Kiram este escándalo te va a perjudicar, ya lo has pensado.

-Si, lo acepto, Greta me ha hecho ver qué el trono siempre fue de Dunkan, aunque él lo quiera.

-Tu puedes seguir reinando, pero será difícil.

-Primero una cosa, ya después decidimos que hacer.

-Bien Hablaré con Dunkan.

-Y yo?

-Kiram, al final de cuentas el es tu padre, no te vas a involucrar en nada, por ahora actua normal con el, es inteligente por eso ha logrado todo ésto.

-Esta bien, me voy.

-Kiram, has hecho las paces con Dunkan.

-Si, pero no con Aina ella me odia.

-Con ella será difícil, poco a poco.

El rey en realidad aún no sospecha, lo que no va a permitir es que su hijo se case con Greta, así que ha llamado a alguien y es nada menos que Clarisa, le ha comprado Una casa en la cuidad para que pueda encontrarse con Kiram, así quiere impedir esa boda.

Larisa acepto por qué no quiere seguir con su padre, si así puede librarse de su padre lo hará.

-Haber si por lo menos esto lo haces bien, le diré a Kiram que venga a verte usa lo que tienes para lograr separarlo de Greta.

-Si majestad.

Así, Kiram llega por la tarde, su padre le dijo que fuera a ver a su casa a un nuevo socio, el rey puso una persona que le dirá si ella hace bien el trabajo o solo será un estorbo.

En el despacho entra Kiram, en seguida entra Larisa.

-Pero que? ¿Que haces aquí?

-No grites, déjame explicar, las doncellas están afuera y le dirá a tu padre si te vas, solo quiero que veas algo.

Larisa se quita el vestido y Kiram solo abre los ojos de la sorpresa.

-Pero que... Quien te hizo eso.

-Mi padre me golpeó cuando me regresaron, fui al norte con Dunkan, pero él nunca me amo, me lo grito en la cara, fue entonces al que me di cuenta de que tú solo te fijaste en mí por él, al regresar mi padre me golpeo.

Ella se acerca a Kiram y el queda contra el escritorio

-No...

-Shhhh, solo sigue la corriente oculta tu rostro en mi hombro, tu padre me hizo venir para seducirte, acepte para salir de mi casa, te ayudaré, pero prométeme que cuando esto termine me darás dinero para irme muy lejos.

-Cómo puedo confiar en ti?

-Por favor, se que en un punto de nuestra relación llegaste a quererme, te juro que no haré nada, puedes explicarle a Greta aunque no se si te crea.

-Quieres que muera, esa mujer es capaz de matarme.

-Con engañar a tu padre es suficiente, abrázame, nos ven, pero no pueden oír.

-Queee, estás loca.

-Estoy desesperada, ellos le dirán a tu padre si fallo.

-Bien, pero solo por eso, Dios, Larisa si Greta se entera estoy muerto, literal me va a matar.

-Jaja, no creo ahora solo un poco más, cada vez que vengas, subirás a mi habitación, la cama tiene mantas así que solo tendremos que fingir.

Sea lo que sea que planee tu padre, debes detenerlo, o la muerta seré yo.

-Está bien, ya quítate, dios pensaré lo que me dices. - Kiram se separa de ella -Eso de ser amantes está bien, mi prometida es solo por compromiso, sabes que te he amado a ti.

Kiram sudando de los nervios, le guiña el ojo y se va, la sirvienta entra para felicitarla.

-Vaya, en realidad el príncipe si la ama, esto será más fácil.

-Sí, voy a mi cuarto, cuando venga no quiero que observes, es de mal gusto.


-Si él regresa y sube al cuarto será por qué acepto ser tu amante, con eso cumplirás tu palabra.

Larisa solo le rueda los ojos y sale del despacho, Kiram va de regreso al palacio.

-Maldita sea, si le digo a Greta va a matarme, si no le digo y se entera va a matarme, que voy hacer...

En el palacio el rey recibe un mensaje de un halcón, sonríe y sabe que Greta no le perdonará eso a Kiram, la familia Andrew no debe estar tan cerca, ellos son leales a Dunkan.

En el palacio Kiram da vueltas en el jardín, pensando que hará, pero no sabe qué hacer.

-Voy a ir a ver a Dunkan, el me va a ayudar.

Mientras Dunkan y Aina está con Luciel en la ciudad, Luciel corre por las calles entrando y saliendo de las tiendas, Dunkan un poco molesto por qué a dónde quiera que entran, la gente reconoce a Aina, ella cuando estuvo en el palacio llevaba buena relación con los nobles, la gente de la ciudad y sobre todo con las damas, sus amigas que ella cuando se fue olvidó, se sumió en su depresión pensó que nadie la quería y enloquecido de celos.

-Todos te conocen, no podemos entrar a un lugar sin que te saluden

-Estas molesto por eso, la verdad a mi me sorprende, no pensé que me saludarán así.

-Te siguen diciendo princesa.

-Si, me encargaba de los orfanatos y del festival de primavera.

-Aina, dime la verdad estás bien con ser Duquesa, yo me he negado al título y a la corona por qué mi madre se obsesionó con eso, no quería poner en peligro a mi familia y de todos modos fueron en contra de ellos.

-Yo estoy bien, estoy feliz con mi vida, contigo y con Luciel, yo te amo a ti.

-Gracias, no sabes cómo me gusta que me lo digas, yo también te amo.

La gente que pasa los ve y se alegran de que Aina este feliz el duque se ve que la quiere, la lleva de la mano y la abraza, incluso la besa, saben que Dunkan también es un príncipe, así que Aina no perdió su lugar de princesa.

-Luciel!! Eres Luciel! Estás enorme.

Era Greta que llegaba con Luciel quien no la conoce y corre hacia donde está su padre.

-Papaaa, quien es?

-Ella es tu tía Greta, es hermana de tu mamá.

-Mucho gusto señorita.

Le decía Luciel, la saluda formalmente y ella también, verlo le da gusto, solo sabe de él por las cartas de Dunkan.

-Buen día, Aina que gusto verte.

-Igualmente, iremos a comer, quieres ir con nosotros.

-Si, gracias.

Greta va con Luciel, el la plática todo lo del Ducado, ella también le cuenta de como es donde vive.

Todos comen muy a gusto cuando llega Kiram, Aina solo gira los ojos de desagrado.

-No pongas esa cara, Dunkan quiero hablar contigo.

-Otra vez, te urge mucho, vamos a ir a pasear

-No seas malo.

-Bien solo un momento.

Dunkan sale con él, Kiram le cuenta todo, no sabe que hacer.

-No puedes confiar en ella, es mejor si no la ves más.

-Pero deberías ver su espalda, dice que su padre la golpeó, por qué no vas a verla y hablas con ella.

-Acaso quieres que el muerto sea yo, Aina tiene un campo de tiro al blanco y entrena todas las mañanas con Luciel, no faya con ninguna de sus flechas, no pienso quedar entre ustedes otra vez.

-Es que Greta me va a matar y si cancela el matrimonio.

-Te gusta?

-Si, la verdad sí.

-Entonces dile, si se entera por alguien más no te va matar, pero si se va a desquitar y es de cuidado, en una ocasión, un niño empujó a su hermano al lago, ella era más chica, pero, ese niño termino con una pierna rota cuando cayó de su caballo, ella solo sonrió cuando paso, ahí supe ella fue, la silla estaba rota.

-Pero era una niña?

-Kiram, no es cualquier mujer, habla con ella, Ami no me involucres con Larisa, Aina si me mata.

-Bien, no te voy a involucrar, vamos.

Aina se quedó con Greta y Luciel.

-Aina, como es Dunkan, es amable contigo, mi hermana decía que él es muy guapo - le decía Greta cerrando un ojo.

-Si es bueno en todos los sentidos, pero no es una plática para ti, sigues soltera y está Luciel.

-Jaja, que suerte tienes.

-Siento lo de tu hermana, la conocí era parecida a ti.

-Si, te juro que voy a encontrar al culpable, mi hermana era buena, no merecía eso.

-No crees que fue un accidente?

-Jamás voy a creer eso.

-Ella no lo sabe aún

-Bueno me voy, presiento que Kiram va a decirme algo.

-Trátalo bien, él es medio idiota, pero no es mala persona.