Alexander Williams, es obligado a casarse con Valentina, la chica Curvy, para así el obtener el puesto de jefe en las constructora familiar.
Valentina no sabía quién era su prometido hasta el día de la boda, para ella fue el hombre más guapo, varonil, que ha visto en su vida, y fue amor a primera vista.
Para Alexander, fue lo peor del mundo, la miro con desprecio, incluso la tocó solamente en su noche de bodas, y eso porque estaba ebrio.
Valentina descubre la infidelidad de su esposo, y eso le causo un profundo dolor porque apesar de su indiferencia ella lo ama. Sabe que su esposo le pedirá el divorcio y aunque su corazón roto, está preparada para poner las cartas sobre la mesa, porque Alexander no se puede divorciar, al menos que ella lo quiera, fue algo estipulado en el contrato que el cabecilla les hizo firmar.
Valentina, le impone reglas a Alexander para así firmarle el divorcio ¿qué reglas serán?
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Humillando ante ella
Valentina pasó la noche en el apartamento de Felipe, fue una larga conversación, dónde ella se mentalizó gracias a Felipe a qué ella es fuerte, hermosa y valiente.
Muy temprano, ella regresó a la mansión Williams.
—¿Querida, dónde estabas?— la señora Williams, pensó que Valentina estaba en su habitación.
—mamá Williams, tenemos que hablar, no tengo casi tiempo
—¿No me asustes hija?— la señora Williams, que leía el periódico, se coloca de pie
—venga conmigo por favor
Ambas mujeres se fueron al despacho para conversar. —¿Y esa carpeta hija?
—mamá Williams, le pediré el divorcio a Alexander
—¿Qué?— la señora Williams se asombra
—no te alteres, toma asiento y hablemos, por favor
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2 horas después...
Alexander había salido de prisión, y no pasó una buena noche, sus ojeras son notables, esa noche encerrado lo hizo analizar su situación.
Lo único que desea, es hablar con Valentina, necesita que ella lo escuché.
Al entrar a la mansión, Valentina ya está lista esperando por él.
—Valentina...— habló impresionado al verla —¿Acaso te vas?— se acerca él y ella siente que sus piernas le tiemblan, pero no puede dar marcha atrás
—buenos días, Alexander— lo saluda sarcástica —en esta maleta, está tu vestimenta, incluso elegí la mejor, así como tus zapatos y perfumes costosos— Alexander arquea una ceja —no quiero que Lore, luego se decepcione de ti
—¿Qué... ¿Qué me estás queriendo decir?
—¿Qué sucede, Alexander? ¿Acaso la prisión te hizo atrasar en entendimiento?— sonríe Valentina y su corazón le duele —en este momento te marchas de mi casa, no tienes nada más que buscar, aquí tienes lo necesario en esta maleta, quiero que te marches
—¡No puedes hacerme eso!— Alexander siente su corazón bombeando a velocidad
—si puedo y quiero, al fin, es mi casa, digas lo que digas me tiene sin cuidado, lo que pienses de mí, ahora vete porque no tolero tu presencia
—¿¡Dónde está mi madre!?
—¡Descansado! No la molestes, suficiente tiene ella la con la muerte de papá Williams, y con saber que su hijo es una bestia, que casi mata a su ex mejor amigo por haberlo encontrado con su amor teniendo sexo, supongo que Lore estará dichosa de la vida porque te vas con ella
—Valentina, no tomes decisiones apresuradas... hablemos
—No— camina ella con elegancia y sensualidad, dirigiéndose a la mesa de estar
Alexander la observa detenidamente, se siente confundida y más, porque la infidelidad de Lore, lo hizo abrir mucho los ojos.
—¿Qué felicidad tienes para ti? — sonríe Valentina, agarrando la carpeta —estos son los papeles del divorcio— aquella noticia fue un balde de agua fría para Alexander
Valentina agarra el bolígrafo y se acerca a Alexander. —como lo deseas tanto, voy a firmar mientras me miras— Valentina procede a firmar
Ella mira a Alexander, su mirada es fría, porque no tiene opción de comportarse así, para que él no vea que ella está sufriendo por esta decisión.
—por favor, firma y acaba con todo esto
—¿Planteaste todo esto? ¡Ahora tienes la excusa perfecta para deshacerte de mí!
—lo que tú creas me tiene sin cuidado Alexander, firma para que te vayas, tengo muchas cosas por hacer
—¡¡Cómo mierdas me dices eso!! No tengo a dónde ir
—¡Oh claro que sí! Mira que la tóxica de Lore no le importa y ella está dispuesta a luchar por tu perdón— se burla Valentina
—¡Ella ya no me importa!
—¿Nooooo? ¡Vaya! Cómo cambian las personas de la noche a la mañana
—¿Lo dices tú? Que eras una buena esposa y atenta, ya no tengo nada de ti
—¡Eres increíble! ¿Cómo te atreves a decirlo? Después de todo el daño que me hiciste
—¿Qué hago para que me perdones Valentina?—aquella pregunta fue una presión dolorosa en su pecho, Valentina no puede asimilar que él le haya dicho eso
—nada... No tienes que hacer nada— los ojos de Valentina se tornan llorosos
—sí... Estoy a tiempo, Valentina tú me amas
—¡No confundas! Te ame, yo te ame
—¡Mientes Valentina! Si me dejas, me harás pensar cosas malas de ti
—¿Y? ¡Si al final siempre soy yo la mala! La mujer desechada
—no, no Valentina ¡¡No aceptó el maldito DIVORCIO!!
—¡No te estoy diciendo si te quieres divorciar o no! Es mi decisión, siempre quisiste eso, ya eres libre, vete con ella, ¡¡Veteeeeeee!!
Alexander se acerca a pasos firmes a Valentina.
—¡No! ¡No te acerques!— gritó ella
—Valentina...— se acerca un poco más Alexander
—¡¡Noo te acerques!!— gritó ella con todas sus fuerzas, dejando a Alexander perplejo
Ambos se quedan en silencio mirándose fijamente, y por primera vez, Alexander puede ver el dolor en la mirada de Valentina, en todo el daño que le hizo por estar detrás de una mujer que no vale la pena, ahora perdió a su esposa.
—perdón, lo lamento Valentina
—¿Piensas qué te perdoné? Y listo se olvida todo el daño causado, el que ya está marcado, no querido, te equivocas, las malditas huellas que se dejan en el corazón no se borran así como así, y más porque ya no te amo
—¡¡Es por el maldito de Felipe!!
—SI ES ASÍ ¿Qué...?
—¡No puedes estar con otro hombre!— gritó él —¡Yo soy tu esposo! ¡Tú eres mía!
—cuando el amor se acaba, todo acaba, y esto se convertirá en un pasado, uno que no voy a querer recordar, porque como esposo eres pésimo, lo arruinaste todo ¡Vete! ¡Anda corre con ella!— señala Valentina hacia la salida —¡No te acerques!— exclamó ella al ver que nuevamente se quiere acercar
Algo que Valentina no se esperaba, era que su esposo, se arrodillara ante ella, se está humillando ante ella.
—¡No hagas esto!— Valentina no lo está soportando
—aún faltan 2 meses y una semana para tu petición, ahora te pido eso, finge amarme, y luego te daré el divorcio
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Dios 😭😭😭😱😱😱 que pasará, no se lo pueden perder, sigan votando, faltas votos lectoras, faltan, no se pierdan está maratón 💯💯💯💯💯💯
