Renace en un mundo mágico con una nueva oportunidad de conocer el mundo.
El mundo mágico también incluye las novelas
1) Cambiaré tu historia
2) Una nueva vida para Lilith
3) La identidad secreta del duque
4) Revancha de época
5) Una asistente de otra vida
6) Ariadne una reencarnada diferente
7) Ahora soy una maga sanadora
8) La duquesa odia los clichés
9) Freya, renacida para luchar
10) Volver a vivir
11) Reviví para salvarte
12) Mi Héroe Malvado
13) Hazel elige ser feliz
14) Negocios con el destino
15) Las memorias de Arely
16) La Legión de las sombras y el Reesplandor del Chi
17) Quiero el divorcio
18) Una princesa sin fronteras
19) La noche inolvidable de la marquesa
20) Ni villana, ni santa
21) Salvando a mi Ernesto
22) Cartas para una princesa
23) Ya te olvidé
24) Dulce Prisión
25)Secretos de una poción
26) La venganza de Leia
27) Recuerdos de mi futuro
28) Una esposa para el príncipe maldito
29) Una madrastra reencarnada
30) Entre la equitación y la pasión
** Toda
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Ducado Page 1
La noche era profunda cuando Arya divisó luces a lo lejos. Silverwind descendió suavemente, como si hubiera hecho ese trayecto miles de veces.
Arya apenas podía creerlo.
Arya: ¿Cómo sabes a dónde vamos…?
Silverwind relinchó suavemente, como si fuera lo más normal del mundo. Como si decirle “yo siempre supe”.
El ducado Page apareció imponente ante ella.. torres altas, muros de piedra gris azulada, jardines inmensos iluminados por faroles.
Silverwind aterrizó con delicadeza en el patio principal.
Antes de que Arya pudiera bajarse, más de veinte guardias rodearon el lugar.
No con armas en alto.. sino en postura de bienvenida, de respeto profundo.
El capitán de la guardia avanzó, un hombre mayor, de barba entrecana y uniforme impecable.
Capitán: Mi señora… bienvenida a casa.
Arya se tensó.
Arya: ¿C-Casa…?
Capitán: Es un honor finalmente conocerla. Duquesa.
Arya parpadeó. Abrió la boca. Se quedó muda.
Arya: ¿D-du… qué?
El capitán sonrió apenas, como si la confusión fuera adorable.
Capitán: El duque Page nos instruyó que cuando usted llegara.. debíamos recibirla con todos los honores que corresponden a la futura señora de estas tierras.
Arya sintió que el corazón se le detenía.
Arya: ¿F-futura… qué?
Capitán: Duquesa consorte del Ducado Page. La prometida del duque Kiran.
Arya casi cayó de la impresión.
Se bajó del pegaso torpemente, con las manos temblorosas.
Arya: N-no… él… él no… ¡Nunca me dijo…!
Silverwind la empujó suavemente con el hocico, como diciendo “sí te lo dijo, pero a su manera”.
Los guardias sonrieron ante la visión de la Santa Blanca y el Gran Pegaso juntos.
Capitán: El duque Kiran Page nos ordenó expresamente atenderle en todo lo que necesite. Su habitación está lista. Los sirvientes han preparado un baño caliente y ropa cómoda. Y le esperan en el salón principal para brindarle protección y descanso.
Arya sintió el calor subirle al rostro, una mezcla de vergüenza, sorpresa y… algo más suave.
Algo que se sentía como un abrazo que cruzó todo el cielo para llegar hasta ella.
Arya (susurro): Kiran… ¿qué hiciste…?
El capitán inclinó la cabeza.
Capitán: Puede ordenar lo que desee, duquesa.. Esta noche… y siempre.
Arya no sabía qué decir.
Ella, que había pasado la vida entera encerrada en un templo, controlada, limitada…
Ahora era recibida como duquesa, con respeto, con cuidado, con libertad.
Era abrumador. Y hermoso.
Silverwind se acercó aún más, rozando su espalda con el ala.
Arya entendió el mensaje.
Arya (susurrando, emocionada): Estoy… a salvo. ¿Verdad?
Capitán: Mientras respire el duque Kiran Page… nadie en este mundo podrá hacerle daño.
Arya respiro profundo mientras observaba al entrar el gran salón del ducado con el corazón inquieto. Las lámparas encendidas, los tapices azules y plata, la calma del lugar…
todo era demasiado diferente del templo.
Demasiado libre. Demasiado grande. Demasiado… suyo.
Sirvientes iban y venían con respeto, pero sin acercarse demasiado a ella, como si temieran incomodarla.
Cada vez que uno se le aproximaba, inclinaba la cabeza profundamente.
- Duquesa, ¿desea tomar asiento?
Arya tembló, nerviosa.
Arya: P-por favor… no me digan duquesa… N-no lo soy.
El sirviente levantó la mirada apenas, sin perder la reverencia.
- Lo entiendo, mi señora.. Pero esas fueron las órdenes directas del duque Page.. Debemos dirigirnos a usted como tal hasta que él indique lo contrario.
Arya sintió cómo su rostro se calentaba.. No sabía si era por vergüenza… o porque el corazón se le apretaba cada vez que recordaba al duque Kiran.
Arya: Pero no… no es correcto. Solo soy… Arya.
El sirviente sonrió muy suavemente, con amabilidad sincera.
- Para nosotros, mi señora… usted es alguien muy importante para él. Y por lo tanto, también para este hogar.
Arya bajó la mirada. No sabía qué responder.
Silverwind estaba en el patio, rodeado de guardias que lo trataban con el máximo respeto.
Los demás pegasos estaban llegando poco a poco, galopando y tomando posiciones como si hubieran sido parte del ducado toda la vida.
Arya se sintió abrumada. Libre, sí. Pero preocupada. Muy preocupada.
Mientras tanto, en Mercia… El cielo comenzaba a aclararse.
Las primeras sombras del amanecer se extendían sobre el templo cuando Kiran se movió.
Había pasado horas fingiendo ayudar, moviéndose entre magos exhaustos, guardias distraídos y acólitos desesperados.
Nunca se apartó demasiado de la multitud.
Nunca dejó que nadie notara que observaba más de lo que actuaba.
Cuando vio que Aldren estaba totalmente enfocado en el recuento de daños y la organización de todo para la llegada de los pegasos..
Kiran se deslizó hacia la salida este.
Dos de sus hombres ya lo esperaban con mantos oscuros.
- El camino está libre, mi señor.
- Nadie notó su ausencia en los últimos minutos.
Kiran asintió.
Duque Kiran Page: Perfecto. En cuanto amanezca, Aldren revisará la habitación de Arya y descubrirá la verdad. Tenemos que estar lejos cuando eso suceda.
Los soldados lo ayudaron a ocultar el emblema del Ducado Page bajo una capa marrón
Duque Kiran Page: No me sigan. Regresen por separado al ducado. Si nos ven juntos, darán la alarma.
Los hombres obedecieron sin dudar.
Kiran tomó un caballo oscuro, montó con firmeza y respiró profundamente.
Una última mirada hacia el templo… donde horas antes había sostenido a Arya en sus brazos.
[Si Aldren sospecha… que sospeche cuando ya no pueda hacer nada.]
Clavó los talones en el caballo.
Y desapareció entre las sombras justo antes de que la primera luz del amanecer iluminara la torre de la Santa Blanca.
En el ducado… Arya estaba sentada junto a una ventana, las manos entrelazadas, el corazón latiendo demasiado rápido.
Arya: Por favor… por favor vuelve, Kiran…
Silverwind, desde el patio, levantó la cabeza hacia la ventana, como si percibiera su angustia.
Exito escritora, que bella imaginación.
Quiero más, mucho más
Gracias, gracias, gracias por tus historias ☺️🙏