Klaus Glendson Cassano es el primogénito de la familia más temida de Manchester. CEO de una gran empresa y Don de una de las mafias más influyentes, es conocido por su frialdad, su inteligencia aguda y una brutalidad sin límites. Entre noches llenas de fiestas y una vida de poder absoluto, Klaus vive bajo la constante presión del consejo para cumplir un deber que insiste en postergar: el matrimonio.
Tras años evitando compromisos, el consejo decide intervenir y pone en riesgo su título como Don. Obligado a elegir una esposa entre las herederas de la mafia, Klaus se niega a ser manipulado. Acepta casarse… pero con una condición: la elección será suya, y solo suya.
Entre amenazas veladas, alianzas políticas y juegos de poder, Klaus inicia su propia cacería. Pero lo que era solo una obligación estratégica puede convertirse en un desafío aún mayor cuando la mujer equivocada —o demasiado correcta— cruza su camino.
Porque, en el mundo de Klaus Cassano, amar es debilidad. Y él no acepta flaquear.
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Capítulo 23
León.
Observo al mezquino de Guxta llamándome, mientras que yo solo lo ignoro. Jaja, las cosas finalmente están de la manera que siempre quise, Guxta y aquella chica están bien lejos de mi camino, nadie será capaz de impedirme o usurpar mi cargo de Don de la camorra.
—¿Debo aplaudirte de pie?
Pregunta Fenrril, mientras sonríe.
—Por supuesto, al final, el destino fue tan bueno que sacó a los dos de mi camino de un solo golpe.
Digo poniendo vino en la copa.
—Eso es verdad, el destino está a tu lado, viejo amigo.
Dice bebiendo, yo también bebo un poco.
—Estás a un paso de conseguir lo que tanto anhelas, pero ¿qué hay de mí? Lo que yo quiero es prácticamente imposible de conseguir.
Dice impaciente.
—Calma, Fenrril, ella ahora está en manos de la Manchestary, tenemos que ser cautelosos, aquellos allá tienen un pacto con el diablo y saben muy bien descubrir cuándo alguien pretende invadir su territorio.
Digo.
—Pero ustedes invadieron antes.
—Exactamente, y ahora ellos triplicaron el número de hombres en las fronteras, solo tienes que tener calma, Fenrril, luego ella será tuya.
—¡Estoy cansado de tener calma! ¡Porra, León, ya son años que quiero esa ricura para mí, tú nunca dejaste que yo me divirtiera con ella.
Dice alterado.
—Nunca dejé, porque Guxta te mataría bien antes de siquiera correrte. ¡Entonces calla la porra de esa boca!
Él se levanta de la silla y toma la botella de whisky.
—Pensé que nos quedaríamos solo con el vino hoy.
Digo y él vierte la botella en su boca.
—Ve con calma.
Él limpia su boca y me mira.
—Que se joda que la Manchestary me va a joder, yo voy tras ella y será ahora.
En el mismo instante yo me levanto.
—¿Te volviste loco, porra?
—¡Calla esa mierda de boca! Tú ahora eres el dueño de la Camorra, este territorio es tuyo y yo fui el único que te ayudó en eso, entonces tú también me vas a ayudar.
—¿Qué vas a hacer, Fenrril?
—Yo voy tras mi premio.
—Los Cassanos te van a matar antes de oler los cabellos de ella.
—¡Shiiii, calla la boca, carajo! Yo seré cuidadoso, Klaus es mi aliado, es muy fácil entrar en su casa, pero sé que así que yo ponga las manos en ella, todos vendrán a cazarme y es exactamente ahí que yo vendré para tu territorio, aquí ellos no pueden tocarme. ¿Entendiste?
Yo doy una pequeña sonrisa.
—Es un buen plan. Mis hombres estarán en la entrada de la ciudad, esperándote.
—Óptimo, mal puedo esperar para ver a mi conejita otra vez.
Dice sonriendo mientras brindamos.
..........
Alana.
La puesta de sol al fondo del laberinto de rosas, es una imagen espectacular, la brisa denuncia que la noche está llegando. En el momento, estoy sentada en un sillón en medio del jardín, con un libro en la mano, aquí hay varios sillones y una mesa de vidrio, este es un óptimo lugar para leer.
No tengo mis materiales para pintar o dibujar, entonces la lectura ha sido mi principal forma de huir de la realidad. Aún luchando todo el día, mi mente vuelve a lo que sucedió por la mañana, ¿cómo él se atrevió a besarme? ¿Y por qué hizo eso? Él dijo que se quedaría lejos de mí, ¡qué tipo loco!
Qué pecado yo haber continuado con aquello, me siento tan avergonzada, de una manera completamente extraña, yo me olvidé de la realidad por un mínimo momento, pero volví así que su mano pasó por mi cuerpo, los recuerdos, la sensación...todo en aquel momento fue angustiante, tal vez yo nunca iré verdaderamente a sentirme limpia lo suficiente y ese siempre será mi infierno personal.
—¿Querida?
Salgo de los devaneos cuando Nona para a mi lado con la mano puesta gentilmente sobre mi hombro.
—¡Ah! Hola, Nona.
Doy una sonrisa simpática.
—La brisa está fría demasiado, ¿no deseas entrar? La noche aparentemente será lluviosa.
Miro para el cielo, preguntándome cuán rápido las nubes de lluvia se formaron. De reojo, acabo mirando para el segundo piso de la mansión, sintiendo que él me observa, en la sacada en su cuarto. Con certeza hace poco tiempo que él llegó, ya que pasó el día todo fuera.
—¿Puedo quedarme aquí solo algunos minutos más? Prometo que entraré antes que la lluvia caiga.
Pregunto y ella parece indecisa.
—Todo bien, querida.
—Gracias, Nona.
Ella se retira y yo vuelvo mis ojos para el libro. ¿Cuál es el problema de ese tipo? Continuo sintiendo que él me observa.
No conseguí concentrarme más en la lectura y para huir de sus ojos, yo me levanto para andar por el jardín, esas rosas son tan lindas, tiene innumerables de ellas, desde las más fáciles de encontrar, hasta las más raras del mundo.
El olor es suave y agradable, las luces en vuelta de la mansión iluminan todo el jardín, yo vuelvo nuevamente mi mirada para la sacada y no lo veo más allá, volviendo a respirar nuevamente.
—Hasta que al fin.
Digo para mí misma, cuando me giro para continuar admirando las flores, doy de cara con la persona que yo menos quería ver.
