Contrato Aceptado....Corazón Flechado

Cenaron en casa de Victoria... aunque no era a lo que José Carlos estaba acostumbrado, se sintió muy bien allí... Nadie hablaba de problemas, solo reían de sus propias bromas o planeaban un futuro no muy lejano... La comida ¡Vaya que daba gusto! Mejor elaborada de lo que nunca jamás había probado en un restaurante de cinco estrellas... Su suegro era un verdadero artista culinario...

Era bastante tarde cuando regresaron a la mansión... apenas él detuvo el auto ella se bajó. En silencio ambos fueron hasta la habitación que compartirían... ¿Una sola cama?

- Hoy fue un día muy largo para ti - le dijo apenas noto lo que ella observaba - Puedes dormir en la cama, yo lo haré en el sofá...- señaló un sofá de dos piezas que estaba apoyado en una de las paredes.

- La cama es bastante amplia para los dos...- se encogió de hombros para restarle importancia a la incomodidad que había entre ellos - Los dos conocemos nuestros límites.

José Carlos asintió con un gesto y pasado un par de segundos...

- ¡Está bien! ¡Trataremos de dormir juntos!

Se acercó a la cama y comenzó a desvestirse

- ¿Pero qué haces? - le preguntó algo exaltada

- Voy a acostarme - le dijo él como si nada con las manos aún en el segundo botón de su camisa - Me gusta dormir con la menor cantidad de ropa posible

- Entonces dame otra habitación... No dormiré a tu lado así...- señaló - ¡No dormiré a tu orilla si estás semidesnudo!

Sus mejillas otra vez estaban ruborizadas ... Cualquiera que la viera en aquel instante diría que sentía vergüenza de ver a un hombre desnudo... cómo si fuera...

José Carlos fruncido el ceño algo extrañado... Su idea no podía ser cierta... ella ya iba a cumplir veintiocho años... ¿Podía serlo?

En ocasiones parecía tan inocente... Se avergonzaba tan rápido de cualquier contacto íntimo o situación... Dejó escapar el aire contenido... ¡No podía ser cierta la suposición que él tenía!

- ¿Te hago sentir incómoda?

- ¡La verdad es que sí!...

- ¡Pero eres mi esposa! - sonrió el algo divertido - Si quieres no solo puedes verme...

- No olvides que nuestro matrimonio solo es sobre papel...

<< Porque así lo quieres>> pensó para sí mismo

Fue hasta ella... le sonrió de frente y fue como si le lanzará un hechizo... Sus piernas empezaron a flaquear...su corazón a palpitar con intensidad...su respiración entrecortada

¿Acaso la besaría? ¿La llevaría a la cama y la haría su mujer?

Lo tuvo así, de frente, de cerca unos instantes que se le hacía eterno...

- Mejor voy por un pijama... No quiero incomodarte

¡Se alejó!

Ella cerró con fuerza los ojos y se llevó una mano al corazón, quería calmar aquellas ganas locas... se sentó en la cama... buscó la manera de controlar su respiración...

¿Si tanto le deseaba por qué no decirle?

¿Qué podía suceder si se lanzaba a una noche de pasión con él? ¡Era su esposo por Dios!

<< Recuerda que solo fue un contrato>> se recordaba << Él solo está tratando de huir del compromiso de un verdadero matrimonio>>

- ¿No te has cambiado? - le interrumpió los pensamientos - Pensé que lo harías... - señaló el closet - Allí tienes ropas...

Vicky miró hacia el closet que él le señalaba... ¡Era del tamaño de la habitación que compartía con su hermana! Estaba estupefacta...

Fue allí y miró todo... Las ropas eran muy elegantes... había zapatos para todas las ocasiones... A ella eso le parecía demasiado, se giró, él estaba apoyado a la entrada

- ¿Es lo que usaré estando aquí?

-¡No! ... ¡Es todo tuyo! - le afirmó - Es una de las ventajas que tendrás usando mi apellido.

Ella suspiró, volvió a mirar las ropas colgadas, los cajones...

- No hay pijamas de algodón - frunció las cejas al percatarse - ¿Qué quieres que me ponga?

José Carlos sonrió con algo de malicia y lujuria en su mirada... Mojó su labio con la punta de la lengua... Y a ella se le pusieron de punta todos los vellos corporales

- ¡Hoy dormiré con lo que llevo puesto! - y se metió bajo el edredón que cubría la cama.

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- ¿Tu esposa aún duerme? - le preguntó su abuelo apenas le vio bajar solo

- Sí... Debo llegar temprano, tengo una reunión importante.

- Ya veo... Me tocará desayunar solo otra vez

- No, Vicky puede acompañarte, así la conoces mejor y dejas de lado tus prejuicios

El abuelo negó con la cabeza mientras se apoyaba en su bastón

- No es que sean prejuicios... Solo que ella no está a tu altura... En cambio, Megan...

- Abuelo, sabes que amo a Victoria, que esa es la única razón por la que es mi esposa... - le cortó - Tú y yo hicimos un trato...¿Recuerdas?

¡Si ella lo hubiera escuchado!

El viejo Hansen le miró

- Lo sé... Solo quiero para ti lo mejor...

- Entonces quiere a Victoria, conócela... Ella para mí es lo mejor.

El abuelo hizo silencio y luego asintió

- ¡Está bien! ¡Lo haré! Pero si noto algo que me desagrade en lo más mínimo... Tu matrimonio se terminó.

Y se retiró con sus lentos pasos...

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Ella bajó algo apresurada un tiempo después... ¿Cómo había podido irse así sin llamarle?

¡Ni siquiera se despidió de ella!

- ¡Detente! - le dijo la voz fuerte del viejo

Ella se detuvo al instante cuando ya sostenía el picaporte en la mano

- Conversemos un rato... ¿Desayunas?

Ella giró algo despacio... llevaba los cabellos húmedos aún... Observó el rostro serio del abuelo y trató de sonreír

- Tengo un poco de prisa la verdad... Me quedé dormida y llegó tarde al trabajo

- ¡Eres una Hansen! - le recordó - Hay ciertas "cosas" que debes tratar de corregir

Ella miró su facha... ¡Era un total desastre!

- Lo siento abuelo... No volverá a suceder

- ¡Desayunemos!

Y sin esperar su respuesta se dirigió al enorme comedor y ella le siguió

<< ¡Voy a matarte por esto José Carlos!>>

Una vez el desayuno estuvo servido el abuelo comenzó a hablar... Bueno... más bien a preguntar

- ¿Cuándo vendrá a cenar tu padre conmigo? Me gustaría conocerle mejor... Saber a qué se dedica por ejemplo.

- Mi padre ya está jubilado señor...

- ¿Un hombre jubilado? - cuestionó - No me parece propio ni prudente

- Él se dedicó a cuidarnos a mi hermana menor y a mí...

- ¡Si ya sé que no tienes madre! ¡Pero bien que pudo haberse casado otra vez!

- ¿Y usted por qué no volvió a casarse?

La pregunta pronunciada sin pensar hizo que ella se arrepintiera por un momento...

- Ya era mayor cuando mi esposa falleció...no tenía fuerzas ni deseos.

¿Ella había escuchado bien? ¿Él le había respondido una pregunta personal?

- Ya veo... Mi padre amaba muchísimo a mi madre, perderla fue un duro golpe... paraa todos...

El desayuno no fue lo que ella esperaba, imaginó que tendría que colocarse guantes de boxeo... pero terminó en una conversación bastante agradable dónde ambos comentaron asuntos personales y familiares...

¿Podía estar cambiando el abuelo de opinión hacia ella?