EL RENACER DEL AMOR DESPUÉS DE LOS 40.

De regreso al presente.

_ Todo eso quedó en el pasado en ese que tu mismo me dejaste Malcolm.

_ Cris por favor déjame explicarte como fueron las cosas.

_ De que sirve eso ahora.. Los dos seguimos con nuestras vidas.

Abel aparece y con voz casi susurrante interrumpe la conversación.

_ Disculpen, Pero están a punto de servir la cena y Cataleya te está buscando por todos lados.

_ Maldita sea por mí que se vaya...

Cristina toma la delantera y se marcha en silencio reuniéndose con su esposo.

_ Cariño toma asiento.

Cristian abre la silla para que su esposa tome asiento junto a él todos pueden ver el inmenso cariño que ambos se tienen incluso Cataleya que se está muriendo de los celos.

Observa furiosa a su esposo quien no le quita la mirada a esa mujer. ¿Acaso ellos dos se conocen? Esta maldita zorra ya se está robando toda la atención que debería de ser solo mía y encima Malcolm no la deja de ver.

En la mesa los acompañan otras 2 parejas más.

_ Entonces dime Cris como conociste a tu esposa.. Todavía no me puedo creer que tú de entre todos los hombres se casó.

_ No veo porque te sorprende tanto es algo lógico llegando a la edad correcta y más cuando conoces a la chica correcta.

_ Ni siquiera me invitaste. Nos conocemos desde siempre. O es que acaso fue un matrimonio fugaz porque se comieron el pastel antes de la fiesta.

Cataleya era experta a la hora de hacer sentir mal a las personas. Detrás de su apariencia gentil se escondía alguien muy mal intencionada a la que le gustaba que el reflector solo la iluminara a ella.

Malcolm, por otra parte, estaba ansioso por escuchar la respuesta.. Quería saber como fue que su mujer terminó casada con alguien más, pero sobre todo como fue que nunca pudo dar con su paradero después de aquel día en que se separaron tan abruptamente.

_ Claro que no querida amiga. No nos comimos nada antes de tiempo aunque si tenemos dos hijos que son nuestra razón de ser.

_ ¿Dos hijos? Esto si no me lo esperaba en lo absoluto. Primero tú el pleyboy más codiciado se casa y ahora hasta eres padre de familia.

_ Porque se esmera tanto en recalcar el pasado de mi esposo señora.. Crei que eran amigos, pero un amigo no divulga esa clase de cosas en la mesa con más personas presentes.

_ Yo.. Yo.. Perdón no me di cuanta. Nosotros también tenemos una hija su nombre es Dilayla y este año celebrará sus 18 años. Mi hija es la mejor de su clase con calificaciones tan perfectas como su apariencia. Es toda una princesita.

Cristina se acerca al rostro de su esposo y le susurra no muy bajo. _ ¿De verdad solías considerar a esta clase de personas como tus amigos? Que mal gusto tienes Cristian.

Claramente, toda la mesa escucho ese susurro no tan bajo. Cataleya estaba roja de la furia.

_ Me puede explicar que quiso decir con ese comentario tan fuera de lugar, señora.

_ Claro que se lo puedo explicar. Los padres que idealizan a sus hijos solo reflejan lo vacíos que están por dentro Y cómo intentan cargar a sus hijos con cosas que ellos ni siquiera entienden bien solo para llenar su ego inexistente.

Tal vez usted crea que yo estoy siendo maleducada en este momento, pero usted le faltó el respeto a mi esposo en más de una ocasión dejando ver así qué clase de persona es usted.

La mesa entera se mantenía en completo silencio. La cara asombrada de todos era algo evidente. Una mujer intentando dispersar las asperezas intervino.

_ A que se dedica usted señora Pedroso.

_ Soy psicopedagoga infantil y adolescente. Déjenme darle un consejo desde el punto de vista profesional no tiene ni idea de la cantidad de niños agotados que llegan buscando un oído sincero que los escuche y todo gracias a este claro ejemplo.

Se ven forzados a realizar los deseos frustrados de sus padres y la presión constante de verse obligados a ser perfectos ante la sociedad solo para que madres frustradas tengan algo de que presumir con sus amistades.

Son niños y ellos deberían de disfrutar de esa hermosa etapa que no dura para siempre.

Cataleya se levanta furiosa de su asiento.

_ Como te atreves a dejarme en ridículo delante de todos. Una recién llegada que no entiende nada no puede opinar sobre la vida de los demás y si le exijo a mi hija ser la mejor es por su propio bien para que el día de mañana sea alguien en la vida y no una fracasada como otras.

_ Yo solo estoy dando un humilde consejo. Acaso alguna vez se ha sentado junto a su hija y le ha preguntado que es lo que ella realmente quiere o siente.

_ Eso es un asunto que solo los corresponde a nosotros y no a una extraña como lo eres tú.

_ Entonces eso mismo le tendría que responder yo cuando usted comenzó a atacar a mi esposo.

Si él en el pasado era un Playboy o lo que sea solo es un asunto de nosotros, si se casó conmigo después de cansarse de esa vida es solo un asunto que nos corresponde a nosotros a nadie más y usted no tiene el derecho de difamar cosas del pasado.

Cataleya ya no tenía escapatoria miro a Malcolm buscando su ayuda, pero este la ignoro como siempre hacía. Estaba a punto de llorar cuando escucho la vos de Cristian.

_ Bueno mejor dejemos esto de lado y disfrutemos de la hermosa velada por favor. Acabamos de llegar y esperaba que está noche fuera de celebración y no un campo de batalla.

Luego dirige su atención a Cristina a quien besa con suavidad.

_ Gracias esposa mía por defenderme como una leona, pero mejor dejemos esto hasta aquí.

Ella solo asiente en silencio. No quería formar un alboroto el primer día, pero esa mujer había sacado todo lo peor de ella con sus insinuaciones.

Cataleya volvió a sentarse y se mantuvo en silencio aguantando las ganas de llorar por la impotencia que sentía.

Quien diablos era esa maldita mujer y de que loquero la había sacado Cristian. Definitivamente, luego tendría que hablar con él por la humillación que sufrió por parte de su puta de turno.

No importa cuanto intenten aparentar Cristian siempre ha sido y seguirá siendo un mujeriego y de seguro tiene más amantes escondidas y de ser así en su próximo encuentro la dejaría sobre todo al exponer que era solo una cornuda feliz.

Los demás seguían en sus charlas para la sorpresa de Cristina las demás mujeres le dieron la bienvenida y estaban encantadas con sus consejos sobre una buena crianza.

Además de que podían ver que ella si gozaba de un buen matrimonio. Los ojos de Cristian la seguían a donde ella fuera y cuando los dos intercambiaban miradas sonreían a la par.

Esto no solo llenaba de celos a Cataleya, sino que Malcolm también estaba que explotaba de la furia que tenía adentro. No tardaron mucho en abandonar el lugar.

Malcolm al legar a la casa se encerró en su despacho mientras Cataleya destrozaba todo en su habitación.

Maldita sea Cristian porque tenías que aparecer a arruinar mi imagen de familia perfecta. Porque la tienes que mirar con tanto amor, ese amor con el que mi esposo jamás me ha mirado a mi.