Después de años de relación dominante-sumisa con Alejandro, él decide romper porque conoció otra mujer, dejando a Mariela hundida en la tristeza.
Ella descubre que puede estar embarazada pero la respuesta que obtiene por parte de él, no es la que esperaba.
Su amiga junto a su pareja la ayudan a salir adelante mientras ella comienza un tratamiento para una enfermedad que desconocía tener.
Su vida cambiará mientras haga ese tratamiento.
Alejandro al verla más hermosa que nunca, intentará volver a su lado, ¿Estará dispuesta a perdonarlo?
Un nuevo trabajo hará que aún reciba más atención masculina, ¿Qué pasará con Alejandro? ¿Será que logrará obtener su perdón o aparecerá alguien más en su vida que lo dejará por completo en el olvido?
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Capítulo 23 SHOW PRIVADO
...MARIELA MELLER...
Me dirijo al club en taxi, no usaré mi auto para que luego alguien lo reconozca. Allí entro como siempre por una puerta de servicio y después me dirijo a cambiarme.
Reviso mi cabello que no muestre el color rosa y veo que está todo en orden. Uso un nuevo antifaz también de mariposa porque el otro lo vió Tiziano, eso hace que deba reemplazarlo. Si alguien me tomara una fotografía no creo que sea seguro usar un antifaz así y arriesgarme a qué Tiziano pudiera reconocerme.
Ésta noche usaré un antifaz dorado muy delicado que cubre gran parte de mi rostro y junto al vestuario que estoy utilizando se ve muy sexy.
Las chicas que estaban bailando regresan a cambiarse, así que es mi turno de hacer mi presentación. Mi jefa me coloca sola a bailar porque cree que con toda mi destreza puedo opacar a sus otras bailarinas. Lo único que espero es que ésto no me cause ninguna enemistad con las chicas.
El público me mira con deseo y lujuria, siguiendo con atención cada uno de mis movimientos. Escucho los silbidos y gritos de algunos hombres pidiendo que me quite todo lo que tengo puesto, algo que ya me acostumbré a escuchar.
Siento la música y me dejo llevar por el ritmo, sé que no podría equivocarme. Me sostengo con fuerza y hago varias piruetas sensuales dejando que solamente mis piernas me sostengan.
El público me ovaciona y los hombres se levantan para comenzar a dejar dinero en ropa, algo que acepto con una sonrisa. Termina mi primer show y vuelvo con mi ropa en la mano a cambiarme para cuando llegue el siguiente.
Hoy por alguna razón desconocida no sentí ese miedo ni el pánico que me provoca una presencia extraña. Solo siento esa mala sensación que me congela cuando estoy cerca de ese hombre que tiene esa voz tan gruesa, ¿Será él quien estaba en el público las noches anteriores que me sentí tan asustada?
Retoco mi maquillaje y ya completamente vestida espero para volver a salir al escenario. Me gusta que siempre el club nos ofrece nuevas presentaciones y eso no solamente emociona al público, sino que a cada una de nosotras nos da la opción de no hacer siempre lo mismo. La música no la repiten en una noche y eso también es magnífico.
Voy al escenario y las luces me enfocan pero solamente pueden ver mi silueta, me siento sensual y también poderosa e inalcanzable para todos los que están aquí. Todos me miran pero se desilusionan al pedir intimar conmigo porque yo no acepto privados de ese tipo.
Mi show es excelente y volví a recaudar una buena suma de dinero, lo sé al ver mis manos llenas de billetes, al igual que mi ropa interior. Voy a cambiarme, pensé en hacer una nueva interpretación ésta noche pero mi jefa viene a hablarme y a decirme que pidieron dos bailes privados míos en la misma habitación de la vez anterior.
Los escalofríos se hacen presentes y no puedo evitar preguntarle quien es el que me contrató pero ella solamente hace silencio porque no lo conoce, o al menos eso es lo que dice.
Cambio mi ropa y retoco de nuevo mi maquillaje para dirigirme a ese lugar que es el más oscuro de todo el club. Me siento inquieta al acercarme, pero de todos modos lo hago aunque mis pasos son vacilantes.
Abro la puerta lentamente e ingreso al cuarto. Está tan oscuro qué tengo que mirar muy bien para poder identificar dónde está quién me contrató. La música suena, es una un poco más rápida que las anteriores pero de todos modos comienzo a seguir el ritmo. Éste hombre solamente permanece en silencio y se queda en su sitio, solo siento su mirada tan pesada y escalofriante en mi, detallándome por completo.
Acaba la canción y pasó a un pequeño baño para cambiar mi vestuario, al salir y ponerme en posición la música comienza a sonar, la melodía es más lenta y sé que dura alrededor de un minuto más en comparación a las otras canciones.
Comienzo a bailar lento, moviendo mis caderas. Me apoyo en la superficie metálica que me sostendrá y comienzo a bajar, de frente y de espaldas. Giro después moviendo mi cuerpo como si estuviera conectado al metal que me sostiene. Mi respiración es errática pero no solamente porque estoy un poco agitada por el esfuerzo, los nervios por esta presencia son los que me agobian y alteran.
La canción acaba y deseo salir de aquí lo más rápido posible.
Ese hombre que está en las sombras finalmente rompe el silencio con su voz tan gruesa y me ordena voltearme. Otra vez sucede lo mismo, se acerca a mí solamente para dejar el dinero y vuelve a alejarse. Siento un perfume varonil desconocido y amaderado que puedo jurar que es muy caro.
-Puedes irte mariposa- recalca mi nombre artístico y yo sin siquiera detenerme tomo el dinero y me voy cuanto más rápido me permiten mis altos tacones
Llego al lugar donde cambio mi ropa agitada y muerta de miedo, éste individuo sabe cómo poner nerviosa a cualquier mujer con tanto misterio y su escalofriante voz. Miro el dinero y veo que hay dos mil dólares, solo eso me hace sonreír.
Decido esperar unos cuantos minutos mientras me pongo mi ropa y me dirijo rápidamente a la oficina de mi jefa por la paga de esta noche para así volver a casa, tranquilizarme y descansar.