Dos Locos Emanorados

Lorena

A este punto de mi relación con Leonardo estaba segura de él y de que todo lo que él hacía era porque se preocupaba por mí. A pesar de que con mi familia todo ha sido difícil me pone mal, no sé, irme me da un poco de remordimiento, pero como dije antes pensaré en mí ahora y ya después me ocuparé de ellos.

Digo, es mi familia y no podemos estar enojados por siempre. ¡quizás conmigo fuera de casa nuestra relación mejore!

Entre a la casa fui directo a mi habitación, tomé una ducha y caí rendida, realmente estaba cansada.

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Leonardo

Cuando llegué a la oficina el día siguiente estaba muy relajado y con las ideas más claras y frescas. Llamé a mi secretaria y le pedí que contacte a un investigador de confianza, mi papá siempre lo usaba en casos de suma importancia y este lo era, necesitaba averiguar el origen de Lorena, luego de eso me puse a trabajar... hasta que mi celular me sacó de concentración.

Llamada…

— ¿Cómo está el novio más lindo del planeta? — Me habla mi chica con ese tono de voz que me tranquiliza de inmediato, una sonrisa enorme apareció en mi rostro y mi cuerpo se relajó. Dejó caer mi espalda en la silla y habló con ella.

— Hola princesa, tú novio está genial, Juicioso laborando ¿Qué tal estás tú? — Le respondo su pregunta.

— Muy bien amor, estoy en la universidad esperando recoger mis últimos reportes y a las chicas para almorzar juntas. — Me dice animada, me gusta escucharla y escucharla bien.

— Aprovecha para que hablen de los preparativos de nuestra boda. Seguro estarán encantadas de ayudarte con todo. — Le sugiero.

— ¿No vas a ceder ni un poquito con esto? —Suspiro cansado y un poco desilusionado.

— No quiero obligarte a nada. Lo siento, no volveré a tocar el tema. Te mando muchos besos princesa debo volver al trabajo… — Sintiéndome derrotado le respondo, aunque no me gusta su respuesta no me queda otra que ir a su ritmo. La escucho reírse.

— Pareces un niño caprichoso al que la mamá acaba de negarle algo. Amor nos casaremos en menos de un mes así sea solos, sabes que la idea de casarme tipo las Vegas me tienta mucho… — Niego y vuelvo a suspirar.

— OK — Yo quiero sacarla de ahí, para que no sufra y ella quiera estar.

— Eres un niñato. Te amo. — Me ponía de malas de solo imaginar que ella no estaba en mi misma sintonía... tal vez ella no quería tanto como yo que estuviéramos juntos. Y hay estaba otro lado de mi que no conocía, la inseguridad no hacía parte de mi. Definitivamente desde que la conocí a ella todo cambió. Decidí mejor ponerme a trabajar...

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Con las chicas...

Lorena

— Hola guapas. — Saluda Diana, llegando a nuestro encuentro en la cafetería.

— Hoy estás más animada que nunca... ¿Quieres ponernos al día? — Sin esperar a que se siente Aleja le pregunta.

— Matías es la razón. Tengo una petición que hacerles... porfis digan que sí. Después de esto juro que no volveré a fallarles… — Nos confiesa lo que ya suponíamos, el día de la playa y luego de descubrirlos estuvieron muy apegados.

— ¿De qué se trata? — Le pregunto.

— Matías vendrá por mí para almorzar, ya sé que es nuestro día de chicas pero… — La interrumpo, Aleja y yo podemos hacer algo juntas, ya nos pondremos al día después.

— Ve tranquila. Vieran que Leo está molesto porque cree que no quiero casarme. Así que quiero darle una sorpresa en su trabajo para contentarlo. Pero quiero que nos veamos sin falta mañana, necesito que hablemos y me ayuden con lo de la boda. — Les comento y todas reímos en complicidad.

— Necesito un novio y cuando lo tenga juro que no les hablaré más Traidoras. — Las carcajadas no se hacen esperar luego del comentario de Aleja, es la única que no tiene pareja y la estamos cambiando por nuestros novios. Nos damos un abrazo grupal y seguimos riendo.

— No se tu, pero yo note que te comías con la mirada a mi cuñado, ¿Te traes algo con él? — Diana señala a Aleja y ésta se sonroja hasta las orejas…

— Vaya, eres toda una experta en no dejar pasar nada, ¿Tan evidente fui? — Reímos y Diana asiente, la verdad no lo noté, Daniel robó toda mi atención.

— Con Jordano no ha pasado mas de solo un par de besos, me gusta y mucho, pero para él soy solo una niña, una buscona, todo indica que él prefiere a las mujeres adultas, a las putas, que se yo. — Nos confiesa desanimada.

— Tranquila, creo que exageras, si le gustaran así, ni andaría soltero. — Le digo tratando de darle ánimo y apretando su mano.

— Pues, parece ser un hombre bastante reservado. — Agrega Diana.

— Y es eso lo que más me gusta de él, si soy una caprichosa, entre mas me rechaza, mas me gusta y no puedo evitarlo. Todo en él dice "Prohibido el paso" o "Área restringida" y yo solo quiero entrar y carbonizarme si es necesario. Me encanta y vieron ese cuerpazo. Uff es hasta más grande que mi hermano, así debe tener el… — Le tapo la boca para que no continúe, nos dejó más que claro que le gusta muchísimo ese hombre. Diana suelta la carcajada y a mí más bien me dio vergüenza.

— En serio te gusta ese hombre. — Afirma Diana después de reír.

— Uff demasiado. — Le responde Aleja.

— Si dices que han tenido acercamiento, entonces para el tu no eres indiferente, mmm yo diría que deberías buscar una mejor estrategia. Algo que a él le llame mucho la atención, algo que no pueda rechazar. — Analizando la situación y tratando de alentar a mi cuñada comentó.

— Pues, yo opino todo lo contrario, a veces los hombres necesitan un golpe tan fuerte que los saque de órbita. Es decir, haz algo que a él lo haga decidirse. — Diana es más de lo peligroso, así que le recomienda hacer lo contrario a lo que ya dije.

— Explícate mejor... *Interesada* — Lo que parece dejar muy interesada a Aleja.

— Hablo de que si él no te quiere y vive rechazandote, pues deja de babear por él. Búscate a alguien… Río a carcajadas y Aleja asiente interesada, no puedo creer que lo considere.

— Sabía que era una de tus locas ideas, osea, tu si sabes ¿a qué se dedica tu cuñado? Ale, no hagas eso. Pondrás en peligro al chico. — Sigo analizando la situación, por dios lo que sugiere Diana es en enserio peligroso.

— Pues, no hay nada peor tanto para un hombre común, como para un mafioso que ver su ego pisoteado, que verse desplazado, tienes que demostrarle que eres fuerte y que si no es él, pues será otro, no te quedes ahí llorando por él. — Diana es muy osada, no creo que sea buena idea esto, pero Alejandra no piensa la mismo, sonríe maliciosa.

— Me gusta tu idea. *Sonriendo*

— *Negando* Esto no va a salir bien.

— Más bien ve anotando, que así es como te vas a vengar de Leonardo si se le ocurre portarse mal. — Me dice la Diana y no me gusta para nada que compare

— Pues es diferente, yo tengo la seguridad en Leonardo, pero Alejandra no tiene nada, Jordano es muy frío. —Afirmó segura.

— Pues mejor aun, hazle derretir esa barrera a punta de disgustos — Sigue Diana dándole color a su idea.

— Me gusta la idea, hasta donde sé Jordano sigue en la ciudad es ahora cuando debo hacer algo, si lo dejo irse no volveré a tener otra oportunidad quizás en meses. — Aleja influenciada por Diana es un peligro.

— Bueno, ponte abusada. Las quiero mucho chicas. y Tú *Señalandome* ve por tu galán, haré un grupo de chicas en el chat y esta noche mandaremos ideas, creo que si nos dividimos responsabilidades podremos hacerlo, por que hasta donde tengo entendido no contamos con mucho tiempo para organizar todo. — Diana se levanta para marcharse no sin antes dar sugerencias y planear lo que haremos luego, sin mencionar que da por terminado el tema anterior y ahora se refiere a mi boda.

— Me parece genial la idea del chat grupal. Y si... mi hermano ya quiere tenerte bajo su yugo. Mamá viene en dos días, ella seguro también nos ayudará, conoce mucha gente. Tranquila amiga. Será la boda más hermosa de todas. — El comentario de Aleja me alegra y me da nervios, mi suegra…

— Gracias Chicas. Diana hace entonces el grupo de chat y mañana nos vemos sin falta. — Nos despedimos y llamé a Donato, luego me fui a sorprender a mi hombre... ya sabía bien como bajarle el enojo.