Capítulo 1

Leonardo

— Déjame en paz de una puta vez Alejandra!! — A veces no soportaba la intensidad de mi hermana, como estábamos solo los dos en casa, parecía que esperaba a que llegara del trabajo para ponerme al día de todo, eso era realmente innecesario, hablaba más que un perdido cuando aparece, en serio ella era exasperante.

— Nooo !!! Serás mi mandadero y hoy me llevas a la universidad. — Me dice sería y con las manos en la cintura.

— No debí apostar nada contigo, eres una piedra en el zapato. — Aposté con mi hermana tiro al blanco y la muy niñata me ganó dos de tres obviamente haciendo trampa y ahora me toca hacer lo que ella diga, espero no se ponga muy caprichosa y exigente, de verdad es lo último que me falta. puff!!

— Ya deja de quejarte mariposista. ¡Vamos! — Termina de decir y camina en dirección a la salida.

— Estúpida!! Deja de llamarme así... — Tanto ella como mis mejores amigos me llaman así, es algo incómodo, pero es un apodo de años, no tengo de otra que resistir y por favor recuérdenme no volver hacer tratos con una chica malcriada y tramposa. Mi hermana y yo nos llevamos muy bien, somos muy unidos y la amo, hemos estado juntos siempre y por ella y por su protección he tomado grandes decisiones, de las cuales no me arrepiento, pues si tuviera que elegir otra vez elegiría hacer las cosas de la misma manera. Ella está en la universidad, ya está por terminar su carrera de administración de empresas y como ya dijo hoy seré su mandadero... — Ya llegamos bájate!! — Llegamos a la universidad y cuando creo que ya termino mi trabajo hay me sale con otra de sus exigencias.

— Acompáñame a la puerta, quiero que todas mis amigas se mueran de la envidia, ja, ja, ja

— Me enoja y a la vez me hace reír por su ocurrencia.

— ¡¡Olvídate!! — Que se estaba creyendo esta niña, ahora sí que se estaba pasando de la raya.

—Eres mi mandadero, no lo olvides. Vamos!! — Uff, Bajamos del auto e hice lo que me pidió, era todo un fastidio y sus amiguitas peores, un par de crías en la etapa de rebeldía de adolescente igual a mi hermana, las salude, hable con ellas un rato, un coqueteo, unas sonrisas falsas, por Dios que alguien me saque de esto; Fingí una llamada y me despedí, como por arte de magia cuando iba caminando de verdad recibí una llamada de la oficina, mire al cielo en señal de agradecimiento. Conteste enseguida, pues había varias obras en marcha y en cualquier momento podrán requerirme con urgencia, así que debía estar muy al pendiente de todo, iba distraído con mis asuntos laborales y choque con una chica. La ayudé a recoger sus cosas, intercambiamos miradas, sentí como si el mundo se detenía y me perdí en esos hermosos ojos color miel, baje mi mirada y lo que vi me confundió un poco. Grandes anteojos, ropa holgada y gris, la típica nerd o ratón de laboratorio como decían en mis tiempos de universidad, sin duda era toda una chica rara. Pensé.

— Lo siento Sr. iba distraída. Discúlpeme de verdad. — Me dice y quedó en shock.

— Tranquila, nada pasa e iba igual de distraído, pero no con mis pensamientos como tú, sino con una llamada importante. — Use mi tono sarcástico con ella y pensé, esa voz me encantó! Tan suave y delicada. La chica se levantó y se fue, el viento hizo de las suyas y atrajo su exquisito olor a mis fosas nasales, ¡Qué delicioso huele! me quedé como un tonto parado allí sumergido ahora si en mis pensamientos hasta que el celular volvió a sonar y efectivamente si era del trabajo, contesté la llamada y me puse en marcha. Después de ese encuentro super raro para mí con esa chica, no deje de pensar en ella, en su olor, en su voz,

era como si me hubiera hechizado con esos ojos tan hermosos que poseía, tan solo fue un segundo suficiente para que yo quedara obsesionado con ella a tal punto de con nada más imaginar su voz gimiendo y gritando mi nombre me ponía duro. ¿Qué estoy pensando?...

Soy un pervertido...

Así pasaron los días entre el trabajo y pensar en esa chica misteriosa, sus ojos no salían de mi mente, esos ojos tristes y perdidos, a ella seguro le pasaba algo y si está sufriendo por algo, pensé. Sacudí mis pensamientos y seguí trabajando. El sábado me reuní con los chicos en una discoteca bastante concurrida a la que solíamos ir seguido y donde además éramos clientes VIP. Mis mejores amigos Andrés y Matías son realmente los mejores.

Andres trabaja conmigo, es abogado en la empresa y Matías es CEO en las empresas de su familia. Nos conocimos en la universidad y desde entonces hemos sido inseparables.

En la discoteca...

— ¡Hola chicos! Hace tiempo no salíamos. — Los saludo cuando llego a donde están reunidos.

— ¡El trabajo está en alta! Hoy necesito unas buenas piernas para relajarme. — Comenta Matias mientras con la mirada recorre todo el lugar.

— ja, ja, ja No cambias!! Además no creo que aquí consigas de las que te gustan. — Refiriéndose o que a Matías le gustan las mujeres de talla grande suelta el comentario Andrés.

— No importa Bro mientras llega mi gordita no me quejo si una flacucha se me pasa por el lado. — Todos reímos ante el comentario de Matias.

— ja, ja Idiota!! Oye estás muy callado... ¿Todo bien? — Dice Andrés y luego me pregunta.

— Todo bien, solo exceso de trabajo. — Pensando en que debo buscar la manera de encontrarla, ¿cómo hago? En la universidad hay miles de chicas.

— Tú No eres así, algo te pasa. ¡Suéltalo! — Contraataca Matias, era obvio que no se quedarían con la duda, me conocen muy bien.

— Conocí a una chica y... es algo complicado. Déjenme resolverlo y les cuento. Mejor vamos a divertirnos esta noche... — Mis amigos me conocían muy bien, era como un libro abierto para ellos, a veces me molestaba por eso, quisiera a veces solo poder guardar las cosas para mí. O sea no todo hay que contarlo, uno debe tener uno que otro secreto oculto.

— Adelanta algo... ¿Tenemos Cuñada? — hay estaba Andrés con su jodida insistencia.

— No lo presiones Andrés. Debe ser una chica muy especial para que esté así tan perturbado. — Matias siempre es más comprensivo, gracias al cielo.

— Sí... es especial y algo rara, pero de verdad no quiero adelantarme a nada. No sé realmente si esta es la chica o no. Pero lo voy a averiguar... El lunes comienzo con la misión, aún no sé que hacer, pero ya se me ocurrirá algo. Si es la chica no se me escapará... — Les comento confiado, de aquí al lunes algo se me ocurrirá.

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