La Villana No Sigue La Trama.

El beso era intenso, cargado de pasión, sus lenguas se entrelazan presionando la una con la otra mientras ahogan sus jadeos. Callisto ya no podía contenerse, deseaba algo más que un solo beso.

Su diestra se desliza por la pierna de Valerian, arremangando la falda del vestido hasta dejar al descubierto la pierna, la cual rozo con los dedos, acaricio suavemente y la presiono para amasar la piel, esa suave piel, Valerian sentía un cosquilleo ante tal caricia y no lo detuvo, porque ella también se estaba dejando llevar por el deseo.

Sus manos se deslizan por el pecho del príncipe comenzando a desabotonar, Callisto noto esto y le gusto, ella estaba tomando la iniciativa, por lo que no se iba a negar. Así que tan pronto Valerian termina con el último botón, se aparta, rompiendo el beso y se quita la camisa tirándola al piso y dejando al descubierto su bien trabajado torso, Valerian lo observo fijamente, pero no era suficiente así que pasea sus manos sobre el vientre de Callisto, subiendo un poco para delinear con los dedos cada abdominal. Callisto se estremeció ante ese toque, pero se inclinó un poco para sostener la cintura de Valerian y desatar el corsé del vestido, aflojando este, lo cual deja expuesto un poco más los sen*s de la chica.

— no me pienso detener si me permites quitarte el vestido...así que, si no quieres, detenme ahora.— le advierte.

— si quisiera detenerlo, lo habría hecho desde el principio.— responde Valerian con una voz agitada.

Valerian estaba dispuesta, el príncipe era un hombre atractivo y sus acciones le hacían sentirse atraída ha él, por lo que no piensa desaprovechar esa oportunidad. Callisto baja el escote del vestido dejando completamente expuestos los sen*s de la chica, así que se inclina besando la zona entre ellos, mientras sus manos los amasan, pero, pasa a lamer y chup*r cada uno, Valerian sintió un cosquilleo recorrer esa zona. Callisto se entretuvo por un momento con esos suaves y redondos sen*s, hasta que sintió que necesitaba más.

En cuestión de minutos, el vestido de la rubia ya estaba en el piso junto a su ropa interior y Callisto recorre el cuerpo desn*do de Valerian con besos en cada zona accesible ante él, saboreando de esa deliciosa piel blanca. Valerian respiraba agitada y se sobresalta cuando Callisto finalmente accede a zona íntima, su leng*a se desliza de arriba hacía abajo entre esos pliegues, cada rose estremecía el cuerpo de la chica y dejaba escapar un jadeo, el príncipe parecía muy hábil con lo que hacía, ¿con cuantas mujeres habrá estado hasta ahora?, eso no importaba, Valerian estaba concentrada en las sensaciones que le estaba haciendo sentir.

Pronto sintió la leng*a del príncipe moverse sobre ese pequeño punto que era el centro del placer de una mujer y él parecía conocerlo perfectamente, su leng*a juguetea con el, lame y succiona hasta llevarla al primer clím*x. La respiración de Valerian era agitada, hasta ella misma estaba sorprendida de que el príncipe la haya hecho alcanzar el extasis solo con la b*ca. Y por supuesto, Callisto estaba orgulloso de su logro. Pero ahora el necesitaba descargarse y sabía como lo haría.

Se acomodo perfectamente entre las piernas de la chica, quien lo observa fijamente hasta que este libera su dureza, Valerian no esperaba algo así, nunca supo si Callisto era talla grande, pues en la novela que ella leyó, no había nada de una escena de adultos, pobre Marlene ahora quizás no podrá disfrutar de ese manjar. Callisto sonríe ladino al notar que Valerian se mordía el labio inferior, como si lo estuviera saboreando y es que así era. ¿Quien no lo haría?, era grande y caliente, eso lo supo cuando Callisto comenzó frotarse entre sus pliegues, deslizando la punta en esa zona, causando que Valerian estuviera tentada y ansiosa.

— basta...deja de jugar...— suplica.

Callisto sonrió satisfecho por la petición de la rubia y comenzó a presionar en su suave intimidad, hasta abrirse camino en su interior, era cálido y suave, Callisto dejo escapar un leve gruñido al sentirse envuelto por la suavidad y calidez. Empuja lentamente atento de las reacciones de la chica, ya que era obvió que era doloroso, era su primera vez después de todo, Valerian sentía que la partiría en dos, pero no pidió que se detenga, ella deseaba continuar, no se quedaría con las ganas. Cuando finalmente estuvo dentro por completo, Callisto se inclina un poco chasqueando la lengua.

— demonios...casi me vengo solo con entrar...mi pequeña rosa es tan exquisita...— le susurra a Valerian.

La rubia no esperaba escuchar algo así, pero sonríe ladina y aprovecha que lo tiene cerca para morderle la barbilla, Callisto sonríe ladino y comienza a moverse, siendo un movimiento suave, para Valerian era doloroso, pero, conforme iba avanzando, el dolor se convertía en placer, Callisto apoya sus manos sobre la cama para aumentar el vaivén, una y otra vez sus jadeos se mesclavan en la habitación, los dos estaban extasiados por el placer que recorría sus cuerpos, las estocadas fueron haciéndose bruscas y Valerian lo disfrutaba.

Callisto la toma de la cintura para empujar con más fuerza, asegurándose de que tanto él como la rubia los disfruten. Una y otra vez se movía hasta que el clím*x se hizo presente en ambos, Callisto derramo su semilla en el interior de Valerian y ella se estremecía por completo ante tal sensación. Callisto se dejo caer sobre el pecho de la chica, ambos respiran agitados, pero satisfechos, al menos por el momento, porque, Callisto no quería acabar ahí, deseaba otra ronda y Valerian estaba dispuesta.

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La luz del sol entraba ya por la ventana de la habitación y dio directamente al rostro de Callisto, quien tiro del lazo que estaba atado en la cabecera y soltó la cortina del dosel, para que lo cubriera del sol. Sintió un peso en su brazo y cerca de pecho y al mirar, la rubia aun dormía a su lado, respirando con suavidad y el cabello todo revuelto. Callisto sonríe al recordar todo lo que paso la noche anterior, lo habían hecho repetidas veces en la cama y una vez más en el baño, para finalmentes solo colocarse una ropa ligera y se metieron a la cama a dormir.

Valerian abre los ojos, observando ese par de ojos dorados que la observan fijamente y eso le hizo recordar todo, finalmente había cedido y lo hizo con el príncipe. Se mueve un poco sintiendo su cadera adolorida, ese príncipe si que no tenía nada de inocente.

— ¿en que piensas bella rosa?— pregunta curioso.

— me preguntaba, ¿con cuantas ya lo habrás hecho? Porque eres bastante experto.— responde.

— eres la primera.— guiño.— y me halaga que digas que soy experto, eso quiere decir que lo hice bien.

— ¿primera?, lo dudo, no necesitas mentir.— con todo lo que hizo, no parecía primerizo.

— no miento, eres mi prometida, si lo hubiera hecho antes, ¿no sería eso una infidelidad?— pregunta curioso.

— lo sería, pero, ¿como explicas todo? — indaga más.

— soy un hábil lector.— se encoge de hombros.— así que, si querías acusarme de infiel, pierdes tu tiempo, bella rosa.—

Valerian lo observa, en verdad no parecía mentir, incluso no parece de esos que engañan a sus prometidas solo porque fue un compromiso arreglado. Callisto aprovecha para abrazarla bajo las sábanas.

— eres la primera y la única mujer en mi vida, no dudes de eso, mi bella rosa.—

Valerian desvía la mirada.— te creo, no pareces alguien que mienta en esa clase de temas.

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Más tarde, Callisto se fue a cumplir con sus deberes, mientras que Valerian optó por quedarse en cama un poco más y antes de irse, Callisto le entrego una botella con un extraño líquido, el cual le hizo saber que era un anticonceptivo, por lo que debía beberlo, aunque sabía horrible, era mejor a tener un bebé antes del matrimonio. Tras beberlo, casi se vomita, pero, fue bueno que no lo hiciera o tendría que beber otro.

Valerian durmió hasta el atardecer que fue cuando una doncella llevo algo de comer por orden de Callisto al saber que ella seguía en cama y cuando la reina escucho eso, de inmediato le preguntó a Callisto si estaba enferma.

— solo bebió mucho durante la fiesta, así que la deje descansar.— responde el chico.

— que alivió, temía que ella estuviera mal por lo que paso durante la fiesta.— suspira con tranquilidad.

Aunque su hijo viéndolo bien, su hijo luce extremadamente feliz ese día y además esta haciendo sus deberes sin quejas, eso, es bastante sospechoso.

— no se preocupe madre, ella es fuerte y además, ella ha sentido el apoyó de usted y mi padre.— la tranquiliza.

La reina solo sonríe, no dirá nada de sus sospechas, pero, quizás irá pensando en que habitación podrían para un cuarto de bebé.

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Si estas leyendo este mensaje, es que el capítulo si fue aceptado 🫣