Nuestra Historia De Amor

— Cuál es el motivo de esta cena?. — pregunto Alexa curiosa.

— Sabía que lo ibas a preguntar. — Maximiliano hizo una pausa para continuar.

— Ya tenemos muchos años conociéndonos y bueno tenemos dos hermosos hijos, pienso que es hora de dar el siguiente paso. — continuo Maximiliano haciendo pausas cortas.

— Qué me quieres decir?. — pregunto Alexa confundida.

— Bueno, quiero que lo intentemos como pareja, quiero que seas mi novia. — dijo Maximiliano esperando la reacción de Alexa.

Alexa por su lado sintió algo de alegría en su corazón, ella sabía que este día iba a llegar, pero no pensó que era este el día.

— Y bien, que respondes?.— pregunto Maximiliano temiendo el rechazo.

— Antes de darte una respuesta, quiero que sepas que mi plan de hacer justicia por la muerte de Ethan aún sigue en pie, si tú quieres estar conmigo aun cuando sabes que no he podido olvidar lo que me hicieron, entonces yo te acepto como mi pareja, pero si no estás de acuerdo, entonces podemos seguir como amigos. — explico Alexa muy detenidamente.

— Lo sé y también te dije que te voy a ayudar con eso, a mí tampoco me parece justo que los culpables de la muerte de Ethan y de tu atentado estén por ahí libres. — respondió Maximiliano con determinación.

— Entonces si acepto estar contigo y darle a nuestros hijos una verdadera familia.

Las palabras de Alexa alegraron a Maximiliano quien se levantó de la silla y le pidió que se levantará a ella también, Alexa lo hizo con mucho cuidado, Maximiliano la tomo por la cintura y la acercó a él, quedando solo a unos centímetros de separación, Maximiliano miraba fijamente los ojos de Alexa y luego la besó suavemente, para luego ir subiendo la intensidad, Alexa quien no estaba acostumbrada a que la besaran de esa manera, se sintió algo incómoda y recordó los dulces besos de Ethan, al sentir que Alexa estaba tensionada Maximiliano decidió bajar la intensidad del beso haciendo que Alexa se relajara y continuará sintiéndose cómoda.

Después del beso, Maximiliano invitó a Alexa a sentarse en su silla y le entrego una caja cuadrada, al abrirla se encontró con una hermosa gargantilla de diamantes la cual Maximiliano procedió a colocársela.

— No debiste molestarte, sabes que yo no pido nada de esto. — dijo Alexa mirando a los ojos de Maximiliano.

— No te preocupes por eso, ahora que eres mi novia debes tener el mundo a tus pies. — respondió Maximiliano con una hermosa sonrisa que hizo a Alexa quererlo besar de nuevo.

— Señor De La Oz, está coqueteando conmigo?. — pregunto Alexa sintiendo ganas de tocar el hermoso rostro de Maximiliano.

— Si, lo estoy haciendo, quiero irme del restaurante, me sigues?. — pregunto Maximiliano deseando estar a solas con Alexa.

— Está bien, me gustaría acompañarlo. — respondió Alexa coqueteando con Maximiliano.

Los dos salieron de aquel restaurante agarrado de la mano, Alexa estaba distraída esperando a que Max pidiera el auto, como Alexa estaba nerviosa por lo que pasaría aquella noche, caminaba de un lado al otro tratando de calmar sus nervios, cuando sin querer tropezó con una pareja, cayendo al suelo.

— Acaso estás ciega, casi me tumbas!. — la voz chillona de la otra mujer resonó por todo el lugar.

— Qué le pasa, si la de que me tropezó fue usted!. — respondió Alexa poniéndose de pie.

Cuando Alexa alzó la mirada, se dio cuenta de que la otra persona no era otra que Amanda su hermanastra, pensó, que ya su secreto había quedado al descubierto y que sus planes debían adelantarse.

— Amor estás bien!. — dijo Maximiliano logrando ver cómo Alexa se levantaba del piso.

— Creo que mi señora merece una disculpa de esta... mujer. — dijo el hombre gordo y feo que estaba al lado de Amanda.

— Quien se cree que es, para hablarle así a mi mujer!. — exclamó Maximiliano molesto.

Cuando Maximiliano se dio cuenta de quienes eran los personajes, una sonrisa ladina se mostró en su rostro.

— Pero miren nada más quien está aquí?, el gordo Bruno y su querida esposa. — dijo Maximiliano burlón.

— Que placer encontrarlo aquí, señor De La Oz. — respondió con sarcasmo el tal Bruno.

Resulta que estos dos hombres son enemigos en los negocios, Bruno era una persona con poca ética que gozaba con meter a la cárcel hasta a los inocentes y también le gustaba aprovecharse de mujeres indefensas, solo para saciar sus pervertidas preferencias, además andaba con Amanda la principal sospechosa en la muerte de Ethan, está guerra acaba de empezar, pensó Maximiliano.

— Max, es hora de irnos, no perdamos el tiempo con esta gente. — comento Alexa con mucho asco mirando a Amanda y a su supuesto esposo.

— No sabes con quién estás hablando, mejor pídele disculpas a mi esposa. — grito el gordo sudando como puerco.

Maximiliano ignoro al tal Bruno les dio la espalda y se retiró con su novia, cuando habían dado un par de pasos los hombres del tal Bruno se lanzaron contra Maximiliano, pero no contaban con que el también tenia su gente y cuando sus hombres vieron la intención del cobarde se lanzaron a proteger a su jefe y a su futura jefa.

— Jefe, cuidado!. — grito Eduardo.

Maximiliano cubrió con su cuerpo a Alexa recibiendo un fuerte golpe, uno de los hombres de Bruno había pasado la seguridad de ambos y casi llega a Alexa, pero Maximiliano fue más rápido, después de recibir aquel golpe se levantó con más fuerza y le propinó una paliza al sujeto que se atrevió a querer hacerle daño a su mujer, una vez termino con el cobarde, miró a Bruno y le dijo.

— Me has declarado la guerra y sabes bien de lo que soy capaz.

Agarró a Alexa se la mano y la subió al coche, Maximiliano estaba muy enojado, tanto que ni una sola palabra le dirigió a la mujer a su lado, al llegar a la casa, le pidió a Alexa que se fuera a descansar que hablarían al día siguiente, Alexa nunca lo había visto así de molesto, por lo cual decidió hacer caso en irse a su habitación.