LA HIJA DEL JARDINERO

Esa noche y las siguientes, no dejaba de pensar en los besos de David. Haberlo tenido tan cerca de nuevo fue abrir una herida que quería cerrar para siempre. Te amaba David, te amaba tanto!

Como siempre, sabía que dedicándome al trabajo y al estudio lograba disminuir este sentimiento que me hacía sufrir. Decidí llevar a mi padre, a Olivia. (la cocinera) y a los otros tres trabajadores de la mansión, al club.

MI PADRE, THOMAS MILLER

Allí les saqué el carnet como socios minoritarios del club y los paseé por todas las instalaciones. También le saqué el carnet a Kevin para que viniera cuando quisiera.

Mi padre me pidió que nos quedáramos a solas para que le explicara los sucesos del día anterior. Le conté de los ataques de Alice, la dra Margot y Susan. Y cómo el Sr George me facilitó las cosas para expulsarlas del club.

—Y cómo pagaste el dinero que cuestan las acciones?

—Verás padre, estaba esperando una oportunidad como esta para explicarte algo que vengo haciendo desde los 17 años. Me has visto dibujar y crear diferentes tipos de diseños y no preguntaste nada porque seguramente pensabas que era algo relacionado con mis estudios.

—Pues bien padre, es haciendo diferentes tipos de diseños que tu hija acá presente, hoy tiene una modesta fortuna. Tengo una empresa llamada OCEAN GROUP y desde allí gestiono este movimiento. Mi socio y mano derecha es Lukas. Y nadie más, ni siquiera Kevin, sabe de esto. Y así quiero que permanezca.

—Tengo un apartamento en el centro de Londres y hace poco compré un pequeño edificio donde tengo mis oficinas.

—Hija, no lo puedo creer! ¿Cómo llegaste a este punto tu sólita? Jamás contaste conmigo, ¿por qué?

—Así como tengo inteligencia para algunas cosas, soy inmadura para otras, padre. No quiero que nadie se entere de esto porque es mi secreto. En su debido momento actuaré o lo haré saber. Pero por ahora prefiero que nadie lo sepa. Te lo he dicho hoy a ti porque mereces disfrutar de mis logros. Mi fortuna es tuya.

—Quiero darte lo mejor, quiero que seas feliz, que nadie te vuelva a humillar por ser jardinero. Quiero que viajes por el mundo. También quiero que nos vayamos de la mansión y te dediques a hacer otra cosa, o simplemente no trabajes. ¿Qué me dices?

—Hija, ya te había dicho que tu belleza interior, supera por mucho tu belleza exterior. Gracias muñequita por ser tan buena hija. Pero te quiero decir algo. A mi no me molesta que me digan jardinero. Amo la casita que construí para tu madre y para ti.

—El Dr Peter es un gran amigo mio, casi como un hermano y no quisiera separarme de él. Olivia últimamente se ha convertido en una excelente compañera, me gusta mucho. Jamás se compara lo que siento por ella, como lo que sentí por tu madre, pero si quisiera una compañera para el resto de mi vida sería ella.

—Como verás hija, si tu quieres que nos mudemos pues te sigo. Pero si me das a elegir, preferiría quedarme, es como si allí estuviera mi familia. Y claro, sin hablar de Kevin que es como un hijo para mi. Qué me dices?

—Está bien padre, te comprendo. No te voy a obligar a nada. Tu haces lo que te haga sentir feliz, eso está muy bien para mi. Y me alegro mucho que te estés entendiendo con Olivia, a mi ella me cae muy bien. Sé cuánto me cuidó cuando murió mi madre. Eso nunca se olvida.

—Padre, pero si hay algo que te quiero pedir, la próxima semana nos ponemos de acuerdo y como ya sabes de dónde va a salir el dinero, nos vamos a ir de tiendas. Te quiero comprar muchos trajes, zapatos, corbatas, perfumes y todo lo que se te antoje, qué me dices?

—Está bien hija. Además quisiera comprarle un regalo a Olivia.

—Pues no se diga más nada padre, le compraremos un hermoso regalo a Olivia y a los otros trabajadores de la mansión.

...****************...

Pero esa inmensa alegría de esos días con mi padre, sería opacada en las semanas siguientes por Alice. Ese día Kevin y yo llegamos de la universidad a la clínica. Debíamos estar allí por un par de horas a petición del Dr Peter. Kevin se fue Hacia medicina general y yo donde la cirujana plástica.

Cuando estaba revisando la lista de los pacientes que tenían cita esa tarde, entró como un tornado la loca e histérica noviecita de David.

ALICE

—No completas aún el primer año de medicina y ya te crees la doctorcita? Ah pequeña arribista?

—Qué te pasa Alice, se te perdió David y lo viniste a buscar a este consultorio? Tan insegura te sientes de tu noviecito?

—Si se me hubiera perdido, este sería el último lugar donde lo buscaría porque sé que detrás de ti no va querida...

—Pues si no tienes nada más que hacer puedes retirarte porque yo si tengo mucho trabajo.

—Me imagino que debes trabajar mucho. Eso de nacer en cuna de oro no se te dio Jajajajajajaja

—Y no lo lamento. A ti algún día se te puede acabar la plata y oh qué pena, no sabrías cómo ganarte la vida, salvo con la prostitución o algo parecido. En cambio yo, yo sabría cómo salir adelante sin vender mi cuerpo querida!

—Basta medicucha de cuarta, solo vine para decirte algo que no te va a dejar dormir, lo digo porque te conozco. Y sabes, qué casualidad, serás la primera en saberlo: ESTOY ESPERANDO UN HIJO DE DAVID, qué tal? Ahora entiéndelo bien y no lo olvides: LA BODA ES UN HECHO, ESTAS INVITADA JAJAJA Y ESO SI MI SUEGRA TE DEJA ENTRAR.

—Sabes Alice, no te puedo felicitar, lo lamento. Soy muy honesta. La verdad es que me da mucho pesar esa criatura. Tendrá al peor padre y a la peor madre que conozco. Ustedes los dos son un par de buenos para nada, David vive bajo la falda de su madre, un hombre indeciso y cobarde que le teme a los desafíos de la vida, que no sabe lo que quiere.

—Y tú Alice, una joven que lo único que te satisface es fastidiar a los demás porque eres una mujer insegura. Vivir del chisme es lo que más te apasiona, no tienes un futuro laboral porque muchas veces has dicho que hasta que te mueras vivirás de la cuna de oro donde naciste. Qué futuro le espera a esa pobre criatura que llevas en tu vientre DIME ALICE..

—Desgraciada, maldita estúpida, quién te crees para hablarme así.

Alice se me lanzó encima dándome bofetadas, tirándome cuanto objeto llegó a sus manos. Me araño los brazos, tiró de mi cabello y yo no le respondí por temor de hacerle daño. Salió del consultorio llorando histérica jurando que se vengaria de mi por los insultos que le dije.

Luego de calmarme y ordenar el consultorio, lo pensé muy bien. ME VOY DE INGLATERRA, me cambio de universidad. No puedo dedicarme a mis estudios en paz con un stress como el que vivo yo.

Y no es solo el hecho de la imbecilidad de algunos, es el hecho de que te amo David, así seas el idiota más grande del mundo. Cómo podré estar cerca de estos dos haciendo planes para su boda, mientras veo su vientre crecer, la felicidad de su amor. Y Cuando nazca el bebé oírlo llorar, verlo correr y saber que no es mi hijo.

Llamé a Kevin y le dije que no me sentía bien, que iba a casa, que no me esperara. Cuando estaba saliendo de la clínica David iba entrando, me hizo una leve sonrisa, pero con mi mirada le di a entender que iba furiosa, que esperaba que no nos volviéramos a ver en muchos años.

Y así fue! Pasarían muchos años para que nuestros caminos se volvieran a cruzar...