Prisionera De Una Mentira

*Gustavo

Tenía en mis manos todo un abanico de posibilidades para acercarme Josefina, gracias a su cumpleaños. Parece que mi alegría me delata ya que mi amigo enseguida se da cuenta de que algo pasa.

- es increíble como te cambia la cara a cada rato. ¿Acaso alguna novedad con respecto a tu adorada?

- así es amigo, acabo de cortar con Susana, y me contó que el viernes es el cumpleaños de Josefina, también me dijo que ella estaba nostálgica y de como festejaba junto a su familia.

- entiendo, y que te pasa por esa cabecita?

- quiero hacer un festejo con todos en la mansión, como si fuéramos su familia.

- con Leandro también?, va a quedar feo que quede afuera.

- no hace falta, ella ya me aseguro que con él no pasa nada.

- entonces, sería un lindo gesto hacia ella.

- pero también quiero hacer algo más, que me dijo Susana, que ella hacía en Argentina, junto a su amiga.

- salían a buscar novio?, jajajajajaja.

- que gracioso!!!..., no, salían a comprar ropa, quiero invitarla a eso.

- pero no la veo aceptando que le compres ropa, no así directamente.

- mmm, tenés razón, pero si la puedo traer con otra excusa y una vez aquí, llevarla de compras.

- ah, ahí puede ser, no tiene forma de negarse.

- exactamente, y así podría pasar una hermosa e inolvidable tarde, así ella se queda pensando en eso. Es una forma de que me empiece a tener presente.

- quiero que me seas sincero, Gus.

- si decime.

- alguna vez pensaste que una mujer te iba a hacer las cosas tan difícil?

- a decir verdad no, vos mismo me contaste que hasta Lorena se conectó conmigo en forma inmediata, tampoco me gusta ser soberbio pero antes de ella, éramos ambos bastantes mujeriegos.

- exacto, es más, tengo que reconocer que muchas de las mujeres que tuve en mi cama fue gracias a tus encantos, y por qué crees que Josefina no hizo lo mismo?

- quizás porque su mayor deseo, sea volver a su país o porque no le gusta que piensen otra cosa de ella.

- yo solo espero, que si alguna vez conseguís conquistarla, después no la dejes como si de un juguete se tratara. No sea cuestión que lo tuyo pase por la adrenalina que te ocasiona no tenerla fácilmente. O quizás peor, y es que la veas solo como un reemplazo de Lorena.

- no Damián, hace muchos años que no hago esas cosas y vos también sabes, lo que me costó no pensar en otra mujer que no sea en Lorena. Josefina me encanta, es diferente a Lorena, tiene una cosa como mística, eso de no saber que piensa o siente, la hace única, nunca podés estar tranquilo y rutinario, porque ella no lo es. Creo que es una mujer, de la cual, todos los días tenés que demostrarle porque tiene que elegirte.

- veo que la tenés bien estudiada.

- si, cada vez que hablo con ella, no dejo de prestar mucha atención a lo que dice y a sus movimientos.

- bueno, me convenciste, ahora eso mismo, vas a tener que demostrarle a ella, creo que es de la única forma que la vas a enamorar. Vos tenés que pensar que ella, te tiene que elegir, sobre sus deseos de volver junto a su familia.

- lo sé, y eso lo hace más difícil.

No importa a s ser fácil, pero ese cumpleaños me iba a ayudar. Cuando Damián se retiró, llame a Susana.

- buenas tardes señor.

- buenas tardes Susana, tal como te dije antes tengo una idea y vos me vas a ayudar, con Josefina.

- si señor Gustavo, dígame lo que necesita.

- el viernes por la mañana, seguramente la van a saludar por su cumpleaños, luego le vas a decir que mandare el helicóptero para que la recoja, ya que debe venir a buscar unos papeles de Emilia, que son importantes ahí la estaré esperando y la llevare a comprar ropa, y la retendre hasta la hora que pensaba ir a la mansión, mientras ustedes, prepararán un cumpleaños sorpresa para ella.

- me parece excelente, señor, creo también, que ayudará para que no se sienta tan sola.

- es también para eso, y hagan participar a Emilia, así no extrañará a Josefina.

- perfecto señor, así lo haremos.

Llego el viernes...

*Josefina.

Hoy es mi cumpleaños, me cuesta levantarme, extraño mucho el saludo matutino ee mi familia. Veo que suena el teléfono, es una videollamada.

📱Feliz cumpleaños hija querida.

Las lágrimas comienzan a brotar.

📱muchas gracias mamita, los extraño mucho.

📱no llores mi hermosa, nosotros también te extrañamos, pero quiero que sepas que estamos felices, porque a pesar de la lejanía, estas en un buen lugar, y además, con lo que puedas ahorrar, tendrás un buen futuro.

📱así es mami, es un sacrificio que tendrá sus frutos, para todos.

📱lo sabemos amor. Ahora te paso, que tu papá y tus hermanos quieren saludarte.

Así, fue que pude ver y saludar a cada uno, aprovechando de ponernos al día de todo.

 La llamada duró aproximadamente 30 minutos, los mejores de mis últimos días.

A pesar se haberme despertado muy triste, ese llamado me lleno se energias. Así que me levanto y voy a despertar a Emi. Ambas bajamos y fuimos a desayunar, encontrándome con todos para saludarme, fue muy lindo gesto de mis compañeros , aun de Leandro que hasta ese momento había optado por no hablarme. Emilia, se sorprendió, ya que ella ignoraba sobre esta fecha especial para mí, así que se levantó sobre la silla y me abrazo tan fuerte, que hizo que mi corazón se sobresaltara

- feliz cumpleaños Jose, que te gustaría que te regale?

- tu abrazo y cariño, fue el más hermoso regalo, corazón.

- y que vamos a hacer ahora?, podríamos festejarlo.

Cuando iba a responderle, nos interrumpe Susana.

- lo siento mucho, pero el señor Gustavo me llamó, necesita que vayas a buscar a su oficina, una documentación muy importante de Emilia.

- pero si el hoy viene?

- no se Josefina, pero debo acatar ordenes, y vos también.

- justo hoy?, ok, me va a llevar Julian?

- no, va a mandar su helicóptero. Estará aquí en una hora.

- pero yo nunca viaje en uno.

- bueno, será una nueva experiencia.

Así fue que tuve que cambiarme, con la mejor ropa que tenia, que era un jean, una remera y un saco de lanilla. Emoñia estaba enojada con Susana por tener que salir, yo la tranquilice, diciéndole decque volveria pronto y festejariamos.

A la hora, el helicóptero me estaba esperando.

Cuando subo, el piloto me mira, evidentemente, mi cara de pánico se notaba y mucho.

- señorita, no tenga miedo, es seguro y además, no llevará más de 35 minutos llegar, disfrute del viaje.

- está bien, trataré de hacerlo, muchas gracias.

El helicóptero empieza a subir, en un principio, cerré mis ojos, pero luego comencé a abrirlos miro por la ventanilla y de verdad, era hermoso todo lo que veía. Miro al piloto, que se sonríe y levanta su pulgar, a lo que le conteste con el mio.

La experiencia era tan maravillosa, que ni me di cuenta, cuando llegamos, aterrizamos sobre el techo de un edificio, y cuando miro bien, ahí se encontraban el señor Gustavo, con una enorme sonrisa y el señor Damián.