Mi Pequeña Collins

El despertador sonó Lizet extendió la mano golpeando todo a su paso su cara seguía incrustadas en la almohada, como pudo se incorporó, movió su boca aun sintiendo el sabor amargo y luego de recordar el día que paso con sus amigos las comisuras de sus labios se curvaron.

Arrojo las sabanas a un costado y camino hasta el enorme ventanal abriendo las persianas de par en par, sus brazos se extendieron como si estuviera abrazando el sol de la mañana que cubría su cuerpo dejando un gustito a cálido-

Termino de alistarse observo nuevamente la hora, percatándose de que eran las siete de la mañana.

Salió de la habitación y camino haciendo sonar los tacones de sus botas Prada de cuero negro-

Inhaló profundo cuando se acercaba a la cocina y el olorcito a café la atrajo como el flautista de Hamelin

-Mmm, esto sí que me gusta- su paso se clavaron en la puerta-¡¡no, voy a morir!! Sus manos fueron a sus pechos y su sonrisa se amplió tanto como lo permitió sus labios

Eduardo sonrió al ver tan graciosa expresión.

-Tranquila preciosa, tu puedes, respira- llevo la taza de café a sus labios.

-Es dulce de leche, eso que está allí es dulce de leche, -Lizet parecía una niña mirando con admiración el pote de dulce en el centro de la Isla como si fuera un tesoro-

-Ayer me olvidé de contarte, conseguí que lo enviaran, mamá te mando saludos. Afirmó Eduardo

-Amo a tu madre, tus hermanos, padre, tíos abuelos y todo ser que pueda enviarnos esta delicia- su dedo se dirigió directo al cremoso manjar, pero unas manos le dieron un ligero golpecito-

-Quieta ahí- Lorenzo negó con el dedo- comerás con una buena niña, te sientas ya traigo el café

Ella mostro un puchero y Eduardo golpeo la banqueta junto a él para que se sentara-

-Me hace acordar a Mamá - Lizet susurrando al moreno.

-Dímelo a mí- sonrió en complicidad.

-Los estoy escuchando- Lorenzo se acercó con los pocillos y el trio se dispuso a desayunar-

-Dime, ¿extrañas tu país?, Lizet chupaba sus dedos, ese dulce era definitivamente su debilidad, después de Cameron.

-Claro, es hermoso, a pesar de los comentario- dijo Eduardo arrugando su nariz.

-No hay duda bebé, tiene lo mejor, de allí saliste tu- Lorenzo acarició el rostro de su novio que no dudo en besar su mano.

-Aun no olvide lo de anoche- su voz profunda hizo reír a Lizet

-Vamos lindo fue solo un alago, tu estas mejor- afirmo el italiano

-Ahora cual es el secreto, se sinceró- Lizet quería levantar la autoestima de su amigo-

-¿Secreto? La miro dudoso

-Para ser tan bello, mi latino sensual- rio la modelo

-Soy argentino cariño, lo llevamos en la sangre-

Lizet rodo los ojos olvido que él no necesitaba que lo alaben, en realidad era cierto.

Eduardo García con 37 años parecía diez años menor, el 1.89 y su cuerpo tonificado dejaba a más de uno con la boca abierta, fotógrafo profesional, sus ojos eran una mezcla entre verde y color miel que sin lugar a dudas resaltaban en su piel trigueña. Aunque por mucho tiempo vivió en Italia ese acentito galán continuaba arraigado a él, de un carácter tierno, seductor, comprensivo y solidario, para Lizet conocerlo al igual que a Lorenzo fue lo mejor que le paso cuando piso Italia.

-Dime lindo tu vivías en Buenos Aires ¿no? - Lizet dio otro bocado a su tostada.

-No, no todos los argentinos somos de Buenos Aires- les guiño un ojo sonriendo-, soy del Chaco, específicamente de Resistencia la ciudad de las esculturas –

- Eso explica esto- Lorenzo señalo de arriba abajo a su panquecito.

-Se controlan o esperan a que me vaya, ayer entre las margaritas y …- movió su cabeza de lado a lado juguetona- no pude dormir

-Te dije que no gritaras, cariño- afirmó Eduardo-

-¡Eduardo!- exclamo el platinado

El sonido del celular de Lizet corto la conversación, volvió a chupar sus dedos limpio con una servilleta luego y lo tomo haciendo equilibrio con las manos para no ensuciarlo, frente a ella la pareja parecía muy concentrada en el celular del argentino.

📱-Hola, Alma- Lizet hizo trompita sorprendida.

-Hola cielito- susurro

-¿Por qué susurras?  ¿Qué haces despierta a esta hora? - Lizet miro su reloj- allá serian cerca de las 2;30 de la madrugada.

-Lo se cariño, pero debo decirte algo importante, volvió a susurrar.

-Dime ¿las niñas están bien? - pregunto preocupada

-Sí, solo escucha-  Alma insistió-

-Princesa donde estas, cuando te encuentre no te salvas. -se escuchó a lo lejos a Lion-

Lizet hizo cara de asco y soltó una risilla- me llamas mientras mi hermano quiere jugar, Alma podrías a haber esperado, te adoro y sinceramente en mi cabeza eres virgen-

-jajá, vamos escúchame, Cameron viajara a Milán en unos días, quiero que estés lista lulú, tu puedes.

Lizet palideció y la sonrisa en sus labios se borró.

-Allí está mi sexi esposa- se escuchó del otro lado y la llamada termino.📱

Cameron viajará a Milán – las palabras resonaban en su cabeza.

-Lizet, cariño, ¿está bien? - pregunto Lorenzo apretando su mano

Ella sacudió un poco la cabeza y pestañeo un par de veces como si quisiera levantarse de un sueño- Si-sí, estoy bien

-¿Quién era linda?- la voz grabe de Eduardo llamo su atención

-Alma, no fue nada- aún estaba aturdida

-Pues nosotros te tenemos dos noticias- Lorenzo volvió a su lugar –

-La primera, volvemos a nuestro departamento, me acaban de avisar que ya resolvieron lo de las cañerías o era otra cosa- pensó-, ay no sé, eso que se rompió- dijo Lorenzo agitando su mano para luego beber su jugo frutal

-Los voy a extrañar, ame tenerlos conmigo- Lizet hizo puchero.

-Cariño nosotros a ti, pero estamos solo a un piso de distancia. Gracias por dejarnos dormir aquí- Lorenzo le mando un beso volador que ella tomo en el aire. -

- ¿La segunda? - pregunto dudosa

-La segunda, es que si ni fuera porque amo a este bombón- Eduardo abrazo a su novio- definitivamente tu y yo somos fuego cariño- el moreno volteo el celular y allí estaba la imagen épica de Lizet con sus piernas enredadas a la cintura del monumental latino y el tierno beso era la frutilla del postre-

-Definitivamente- afirmo mientras una sonrisa maliciosa aparecía en su rostro-

Lo espero Señor Anderson- pensó.

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Pasaban de las cuatro de la tarde, Cameron termino de firmar unos documentos y tomo sus cosas para ir a descansar, la ansiedad por el viaje lo estaba carcomiendo; de pronto una notificación despertó su interés, pero fue interrumpido por la entrada estrepitosa de Lion.

-Cameron me vas a matar- Lion camino de un lado a otro

-Lion relájate ¿qué pasa? - lo miro preocupado

-Sé que te dije que el viernes debías ir a Milán, pero…

Voy a viajará igual- murmuro para si

-¿Pero qué?  tenso su rostro

-Tendrás que salir mañana ¿podrás? Lo lamento, pero los italianos están muy ansiosos.  Sé que al menos querías tiempo para cerrar los otros contratos y verificar el proyecto Liverman, lo lamento amigo

Cameron celebraba por dentro acababa de terminar con sus pendientes, y estaba profundamente estresado por no saber en qué más ocupar su tiempo, cinco días era demasiado, pero ahora estaba a tan solo veinticuatro horas de Lizet-

Carraspeo buscando componerse- tranquilo viajare mañana.

-¿En serio? - los ojos de Lion se abrieron y dejo salir el aire contenido

- hermano eres el mejor\, juro que te compensare

No creo que quieras hacerlo-

-No te preocupes, ahora pasare a ver a las princesas y hablare con Alma por si desea algo de Milán- sonrió.

Lion cambio el semblante.

-Lion, es tu esposa, mi amiga ya deja esos celos estúpidos – exclamo molesto.

-Ya quiero verte, cuando estés enamorado de la mujer más bella del mundo, lo único que te queda es rezarle a Dios que no se dé cuenta que tú no eres nada en comparación a ella, harás cosas impensadas con tal de verla sonreír, aunque eso signifique ponerte en ridículo-  recordó el baile sensual que tuvo que hacer por la mañana- y lo peor es que lo disfrutaras como un loco. Las comisuras de sus labios se curvaron.

Sé que jamás me fallarías, solo juego contigo-palmeo el brazo de su amigo- aun así, no seas muy cariñoso con mi reina

- No vemos- Lion cerró la puerta y Cameron trato de borrar algunas palabras que sabía no iba a poder cumplir.

Salió de la empresa luego de llamar a Alma, que acababa de llegar de la Universidad y lo esperaba con las niñas para merendar.

Subió al deportivo, estaba feliz porque en pocas horas estaría persiguiendo a Lulú, abrocho el cinturón y antes de salir abrió la notificación.

Allí la bella imagen con una leyenda que era más que clara

“Bellissima modella ha trovato l'amore”

Sus ojos negros parecían atravesar la imagen, el calor se expandió de su nuca a todo su cuerpo, sus músculos se tensionaron y por fin pudo entender las emociones de Lion.

Arrojo el teléfono en el asiento del acompañante y encendió el vehículo para acelerar a fondo.

-Voy a matarlo. Mascullo apretando los dientes.