Un Hombre Sin Alma

NARRADOR

Una hora antes de llegar a la oficina de William, Amelia llegaba al gran edificio con nerviosismo entrando llegando a la recepción Pero no le permiten la entrada por no tener cita por lo que acude a su segundo plan.

LLAMADA

📲 Hola guapote.

📲 Que milagro que llamas a esta hora.

📲 Ya no puedo llamar al hermano más guapo del mundo.

📲 Mm mm, lo de el mejor del mundo eso es obvio Pero dígame mejor lo que la niña quiere.

📲 Hay, directo a la yugular je, je, je es que quiero entrar Pero no me dejan será que puedes llamar para que puedan darme el pase.- Dice con voz tierna.

📲 Cómo que entrar, estás en la empresa.

📲 Sipi, entonces me dejaras entrar o no je, je, je.

📲 Espera.- Dice mientras tomo el teléfono de su oficina.

- Dejen entrar a la señorita que está ahí.

📲 Pasa y te veo en mi oficina señorita.

📲 Te quiero.- Dice colgando.

- Señorita puede pasar.

- Gracias, compermiso.

Así Amelia fue directo a la oficina de Lucas sabiendo el interrogatorio que le haría por estar ahí sin antes llamarle, al llegar el secretario ya la conocía por lo que ella entra sin ser anunciada.

- GUAPOTEEEE.- Grito ella entrando muy feliz.

- Pero mira nada más mi pequeña tan feliz.- Dice parándose para ir a abrazarla.

- La vida es para eso no je, je, je.

- Haber señorita vamos a sentarnos en el sillón y me dirás que haces aquí realmente.

- Siempre al grano jajaja.

- Ya me conoces ahora habla.- Dice mirándola muy en serio.

- Lucas, Estoy enamorada.- Dijo sin quitarle la mirada.

- Escucharé todo y al final hablaré.

- Está bien, Me enamoré hace 3 años de un cliente, recuerdas.

- ...- Él solo asintió.

- Aun cuando sabía que no lo volvería a ver mi corazón nunca lo olvido, luego conocí a Mauro y el me trataba bien poco a poco lo fui queriendo Pero no sentía lo mismo que sentí con aquel hombre Pero intenté dejarlo atrás y seguir con mi vida al final ya sabes que pasó con esa relación, después de eso ya no me importaba conocer a nadie más que solo dedicarme a mis estudios hasta que un día lo volví a ver en la universidad el solo mirarlo mi corazón empezó a doler de tan rápido que todo mi ser se erizó luego cuando el me miró y ver esos ojos me transportaron a un mar lleno de tantas emociones donde al final podía ver una soledad profunda algo que me provocó la necesidad de borrar cada una de sus heridas Pero tuve que dejarlo, ya que tú me estabas esperando, Pero ese día no pude dejar de pensar en el cuándo tú me dijiste que tendría una cita con tu amigo, no quería por qué yo sabía que mi corazón ya estaba ocupado Pero acudí por ti, pero resulto el hombre que me robó el corazón es el mismo hombre con quien tuve la cita.

Lucas solo estaba en silencio escuchando a Amelia su expresión era totalmente seria algo que le daba un poco de miedo a Amelia hasta que luego de unos minutos el hablo.

- Me estás diciendo que estás enamorada de William.- Dijo serio mientras seguía sentado con una pierna en su otra rodilla.

- Si, el es ese chico.

- Estás completamente segura de que es amor o solo capricho o un simple gusto.

- Estoy completamente segura de que es amor.

- Que hay con su condición.

- No me importa.

- Debes de saber que el nunca volverá a caminar su condición no tiene cura.- Decía aún muy serio.

- Yo lo conocí en silla de ruedas y aun así me enamoré de el, jamás jugaría con mis sentimientos el podría incluso quedar sin poder moverse por completo y aun así lo seguiría queriendo, no me importa nada más que lo que siento y que solo el me ame tal y como también lo amaría.

- Que pasa si el te rechaza.

- No pienso rendirme, mis sentimientos pueden superar cualquier prueba, Pero si el se llegará a enamorar de alguien más yo lo aceptaré y me are a un lado, Pero mientras no haya alguien en su corazón yo seguiré firme con mi objetivo.

- Bien, acepto todo lo que has dicho y me alegro que sea el, ya que sabía que tú eras la indicada Pero también no quiero que te haga sufrir entiendes, eso me pone en una posición difícil, ya que el es mi mejor amigo y tú la hermana que siempre quise.

- Lucas nunca te pondría en esa posición, soy consciente de que podría salir herida Pero estoy dispuesta aun así no quiero que te pongas de mi lado si algo sale mal, ya que el tampoco tendría la culpa pues no puedo obligarlo a que me quiera por ello no te preocupes enojar con el además que ninguna herida podría ser tan grande como la de perder a mis padres y pude salir adelante así que un rechazo amoroso tampoco me matará.

- Por qué tienes que ser tan madura y dejarme tan orgulloso de ti, ven aquí.- Dice levantándose para que le diera un abrazo.

- Por qué con tu apoyo salí adelante y mejorar mi autoestima je, je, je te quiero muchísimo eres el hermano que nunca tuve y el podré que me hacía falta, sé que mis padres te pusieron en el camino de Zoe para cuidar de ambas y darme el amor que ellos no pudieron.- Dice soltando algunas lágrimas.

- Te adoro niña hermosa, siempre las protegeré y cuidaré incluso de mí y de cualquiera que les haga daño.

Ambos se abrazaron con ese sentimiento que solo un hermano puede darte, su relación se forjó aún más fuerte cuando Amelia pasó un mal momento con su exnovio hace dos años ahora eran como padre e hija.

- Bueno, que piensas hacer ahora.

- No quiero perder el tiempo e ir poco a poco.

- Entonces.

- Voy a ser sincera con el y decirle como me siento y que me dé la oportunidad de estar a su lado.

- William no es un hombre que le importe el amor luego del accidente dejo eso atrás y solo se volvió un hombre frío sin emociones no creo que le interese eso ahora sí salimos ese día fue por qué su madre prácticamente se lo suplico.

- Mm mm entonces cambiaré mi táctica, le diré lo que siento y no le dejaré opción, me apoyaras.

- Lo haré solo cuida tu corazón.

- Si, te prometo que lo haré, pero no quiero rendirme sin haberlo intentado.

- Está bien, su oficina está en el piso que sigue, dile a su secretaria que eres mi hermana para que le pase el mensaje y te deje entrar.

- Okis, te quierooo.- Dijo dándole un beso en el cachete.

- Anda ya antes de que me arrepienta.

Dijo serio viendo como Amelia sale corriendo como niña mientras sonreía, al final solo dejo salir un suspiro deseando que esa rebelde pueda hacer cambiar a su amigo y volverlo loco como lo hacen a él.

- Realmente espero y puedas cambiar.- Dijo regresando a su trabajo.

Mientras en la actualidad en la oficina de William este aún permanecía en total silencio algo que estaba desesperando a una Amelia con poca paciencia por lo que le vuelve a preguntar.

- Y, sigo esperando.- Dijo sería, haciendo volver en si a William.

- Eres muy atrevida, llegar a mi oficina sin cita y solo decirme esto Pero, ya que te atreviste lo dejaré pasar.

- Sigo esperando la respuesta.

- Jajaja, Está bien pensaré todo lo que me has dicho y te deje mi respuesta el fin de semana te parece.

- Perfecto, ahora llévame a la universidad por qué ya es tarde.

- Tú, si que eres atrevida Pero está bien ahora mando que te lleven.

- No.

- No que quier...

- Quiero que me lleves tu, creo que me gane ese privilegio.

William no podía con esa chiquilla tan atrevida Pero no podía negar que le gustaba esa actitud de ella por lo que llama para que alisten su auto y los lleven a la universidad mientras ellos salen de la oficina.

- Julia, saldré por un momento.

- Está bien joven.

- Vamos.- Le dijo a Amelia.

- Si, adiós doña Julia nos veremos seguido.- Dijo moviendo su mano con una sonrisa dulce.

Dejando a Julia algo extrañada por lo de seguido y más cuando ve como su jefe sale con la joven y por su cara puede notar que se siente feliz, asi llegando al auto y se dirigen directo a la universidad donde por todo el camino Amalia no dejaba de hablar de cualquier cosa hasta que por fin llegan.

- Muchas gracias, señor chófer por traerme.- Dice bajando para darle vuelta al auto y llegar a la ventana de William.

- Ahora que.- Pregunto serio.

- Solo quería despedirme y decir buenas noches Will.- Para después de eso robarle un beso rápido en la boca saliendo corriendo después.

- Adiossssssss.- Grito Desde lejos con una sonrisa.

Mientras William aún en shock por aquel beso robado solo miraba aquella niña correr feliz mientras le gritaba y le daba adiós con las manos.

- Señor.

- Volvamos a la oficina.

- Sí.

William solo se quedó viendo por donde se fue Amelia hasta ya no poder verla y empezando a sonreír por su atrevimiento tocando su mejilla dejando salir un suspiro mientras se toca el corazón.

- Este sentimiento.